San Esteban del Molar - Zamora

En peligro mil millones en pagos de la PAC si Bruselas multa el exceso de déficit

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) estima que cerca de 1.000 millones de euros anuales de pagos de la Política Agraria Común, podrían estar en peligro

VALLADOLID, ICAL La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) estima que cerca de 1.000 millones de euros anuales de pagos de la Política Agraria Común, podrían estar en peligro de seguir adelante la propuesta realizada por el Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, para sancionar con la eliminación de estas ayudas a los países que no cumplan con los objetivos de estabilidad de la UE. UCCL ve «con tremenda preocupación» que esta propuesta pueda salir adelante.

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UCCL ve la presidencia europea como una «ocasión perdida»

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) apuntó ayer que el período de la Presidencia Española de la UE ha sido una «ocasión pérdida», que ha transcurrido «sin pena ni gloria».

ICAL Para el sindicato, resulta «sintomático» que el Ministerio resalte como principal logro de la Presidencia, la inclusión de una referencia a la agricultura y la PAC en el Documento «Estrategia UE 2020».

Para UCCL, el documento apuesta por el establecimiento de una ayuda uniforme por superficie agraria útil de cuantía reducida y abre una puerta, en cuanto a la financiación de la futura PAC, a su renacionalización, al indicar que «podría valorarse una cierta cofinanciación obligatoria nacional».

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UPA pide a la industria láctea la actualización de precios al ganadero

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) reclamó ayer a las industrias lácteas que «actualicen» los precios que pagan a los ganaderos, «tal y como demandan los mercados nacional, comunitario e internacional».

EUROPA PRESS En un comunicado, la organización agraria defendió que cuando los precios de productos industriales como la mantequilla o la leche en polvo cotizaron a la baja en España, «la industria lo utilizó como argumento para la bajada de precio al ganadero e incluso para canalizar posibles excedentes».

«Ahora que la situación es la contraria, no se aplica el mismo criterio que se traduciría en precios más altos para los ganaderos», lamentó UPA.

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Unión de Campesinos, en contra de retrasar la jubilación hasta los 70

La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) manifestó ayer su rechazo a la propuesta y al debate abierto por la Comisión Europea sobre la sostenibilidad de las pensiones y la posibilidad de que la vida laboral se prolongue hasta los 70 años.

El sindicato entiende que las «especiales y específicas» condiciones en las que los agricultores y ganaderos realizan su trabajo la hacen «inviable». Asimismo, recordó que en su Congreso, ya dejó clara su postura de oposición a esta propuesta.

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UCCL EXIGE A LAS INDUSTRIAS CONTRATOS QUE GARANTICEN LAS EXPLOTACIONES
Protesta de criadores de ovino para el día 26 en Valladolid

José Manuel González Palacín.
B. ALONSO
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UCCL y cerca de catorce cooperativas y asociaciones de ganaderos de ovino se manifestarán el próximo día 26 de enero, a partir de las 12.00 horas en Valladolid «ante la falta de compromiso por parte de la viceconsejera de Agricultura para tener una reunión con las industrias, que aún no se ha producido».

El coordinador regional de UCCL, José Manuel González Palacín, explicó ayer en Zamora que «lo que queremos es conseguir contratos que garanticen la rentabilidad de las explotaciones, es decir, que cubran costes de producción». González Palacín aseguró contundente que «o damos una solución definitiva y contundente al ovino de leche, con un compromiso de la industria con los ganaderos firmando contratos tipos, que garanticen la rentabilidad o asistiremos al cierre de muchas explotaciones de ovino».

Castilla y León produce el 65% de leche del país en ovino, la industria está ubicada en la comunidad y la Consejería tiene competencias en materia de ganadería, por lo que en opinión de UCCL «es a ella a quien le compete presionar a las industrias para lograr la rentabilidad». González Palacín apuntó que UCCL está abierta «al apoyo de otras organizaciones y serán bienvenidas», aseguró que «existen contactos» y que «se estudiará la situación». Sin embargo, aseguró que «esa unidad de acción no tiene porque ser condicionada a nada».

Por último, aseguró que si no hay avances «seguirán las movilizaciones, porque queremos estabilidad como se tenía en 2005, garantizando un precio durante todo el año a los ganaderos».

Upa y Coag denuncian el recorte de 5 millones a los ganaderos
Las ayudas afectan al fomento de explotaciones y de razas autóctonas

EFE

UPA y COAG recusaron ayer a la Junta de Castilla y León de aplicar «con sumo celo» el recorte previsto en 2011 en fondos para el sector ganadero, con una primera reducción de casi cinco millones de euros que afecta a unos mil ganaderos.

«La primera actuación de la Junta contra el sector agrario ha sido publicar en los últimos días en el Bocyl dos órdenes prioritarias para el sector ganadero, que modifican las aprobadas anteriormente», han explicado estas organizaciones agrarias.

Las ayudas corresponden, por un lado, al fomento de explotaciones de ganado en extensivo y mejora de los pastos comunales, con un recorte de 2,2 millones de euros, según UPA y COAG, que integran en Castilla y León la Alianza por la Unidad de Campo.

Por otro lado, afecta a las ayudas al fomento de sistemas de producción de razas ganaderas autóctonas en extensivo, con una reducción de 2,9 millones de euros. UPA y COAG han denunciado que «el Gobierno autonómico castigue de este modo a un sector duramente vapuleado como el ganadero, actualmente al borde del colapso, debido a los bajísimos precios de la leche y la carne, y los desorbitados costes de los piensos".

«En un momento tan crítico como el actual resulta inadmisible que la Consejería de Agricultura y Ganadería no solo se mantenga al margen de la puesta en marcha de medidas de apoyo a los ganaderos de ovino, caprino, vacuno y porcino, sino que además ponga más trabas y recortes», han añadido.

Con la actual situación se está poniendo en peligro la continuidad de 8.000 explotaciones de ovino-caprino, que no debemos olvidar es, probablemente, el que más contribuyen a fijar población en el medio rural, por lo que si la Junta de Castilla y León, más preocupada en apoyar a la agroindustria que a los productores, no se implica de forma seria en el mantenimiento del mismo, no pretenderá que luego nos creamos el discurso que nos intentan vender para fijar población en el medio rural, cosa imposible sin la presencia de agricultores y/o ganaderos.

El sector del ovino–caprino es de vital trascendencia para la economía de Castilla y León, aglutina el 70 por ciento de la producción nacional, además reúne a buena parte de los profesionales más dinámicos de Castilla y León que han realizado fuertes inversiones en sus explotaciones, adaptándolas a las nuevas realidades de los mercados, sin que ese esfuerzo se vea recompensado ni por el apoyo de las Administraciones Públicas ni por el pago de su producción a un precio que se pueda calificar de justo.

La situación está llegando hasta el punto que de esta región se encuentran abocadas a su desaparición. Las pérdidas por litro de leche superan los 0,24 euros, el precio en origen de la leche, ha pasado de 0,75 €/litro en 2009 a 0,72 en la actualidad, lo que supone una reducción de las rentas de más de 24 millones de euros. En cuanto al ovino de carne, los precios de venta en origen se encuentran a niveles de hace 25 años, lo que supone, con los costes de producción actuales, una pérdidas de unos 18-20 € por cordero.

Mientras tanto el coste de los piensos, suponen más del 60% de los gastos de la explotación, alcanza una subida de cerca del 25% en el último año, pasando de 198 euros/tn en 2009 a los 240 que paga en estos momentos un ganadero.


Los ganaderos protestan de nuevo en Valladolid este miércoles, 26

Dando continuidad a la protesta celebrada el pasado 12 de enero, las cooperativas de ovino–caprino de Castilla y León y la Unión de Campesinos (UCCL) han convocado un nuevo acto de protesta el próximo 26 de enero en Valladolid para exigir soluciones a la tremenda crisis de rentabilidad que soportan estos profesionales.

La Alianza por la Unidad del Campo se reúne el martes en Valladolid para

B. ALONSO
laopiniondezamora.es

La Alianza por la Unidad del Campo abogó ayer por la necesidad de «una unidad de acción para manifestarnos a nivel nacional» para protestar por la gravísima crisis por la que atraviesa el sector ganadero y agrario. Para ello las organizaciones agrarias y las cooperativas de la región se reunirán el próximo martes en Valladolid para fijar el calendario de las próximas movilizaciones y «ponernos de acuerdo para actuar conjuntamente», confirmó Miguel Blanco, presidente de COAG.

Desde COAG y UPA se apuesta por «salir miles de ganaderos a la calle y juntar nuestras fuerzas para una unidad de acción nacional», ante lo que califican como una «gravísima crisis» que lleva arrastrando el sector desde hace dos años con la caída de los precios en origen. Blanco asegura que en este tiempo «los precios siempre están por debajo de los producción. Esto es mucho tiempo y se están descapitalizando las explotaciones agrarias y ganaderas y los recursos». A todo esto hay que unir «el golpe del sobrecoste de los piensos que se va a agravar por el coste de los cereales, la electricidad, el gasóleo, los sanitarios...».

Según datos facilitados por la Alianza por la Unidad del Campo en los últimos seis meses la subida del pienso se ha incrementado un 40% en porcino y terneros, un 20% en vacuno de leche y un 40 % en ovino y caprino. Todo ello lleva a que 3.300 explotaciones ganadera de la provincia de Zamora se encuentren actualmente «al borde de la ruina».

COAG y UPA proponen, entre otras medidas, para salir de la situación actual la refinanciación de la deuda, medidas fiscales, la intervención de la carne y la leche, cláusulas de salvaguardia de las importaciones y la regularización de los mercados.

DITORIAL
La ganadería de Zamora, en situación límite
Nunca el sector ganadero zamorano había estado tan desesperado, tan hundido
29-01-2011
laopiniondezamora.es

Nunca el sector ganadero zamorano había estado tan desesperado, tan hundido. Nunca las organizaciones agrarias habían sido tan unánimes en denunciar una situación, que califican abiertamente de quiebra. La subida de los piensos compuestos debido al incremento espectacular de las cotizaciones de las materias primas, sobre todo los cereales, ha encarecido de tal manera el proceso de producción que los criadores de reses están vendiendo las mercancías en origen -carne y leche- por debajo de los costes, lo que supone la ruina absoluta y, si la situación no cambia, el empujón hacia el abandono en masa de la actividad.
Los agricultores y ganaderos siempre han vivido en el filo de la navaja, pendientes de elementos incontrolables como el tiempo, y de otros más terrenales como el gobierno de la cosa agraria responsabilidad de las administraciones. Hasta ahora, el engranaje que ha movido el campo tenía que ver con la propiedad de la tierra. El agro ha perdido efectivos porque había muchas explotaciones que, por su escasa dimensión, no eran rentables en base al nuevo marco fijado por la sociedad a favor de los valores industriales. Pero ahora no, ahora lo que está ocurriendo es la negación del principio económico de a mayor producción, mayor beneficio. Los ganaderos, en la actualidad, cuanto más producen y venden más pierden; la negación, sin duda, del capitalismo.
La espectacular fluctuación de los cereales en los últimos seis meses ha trastocado el desarrollo normal del sector agropecuario. Los precios del trigo y la cebada han subido un 70% y lo que, en principio, parecía bueno para el campo zamorano, se ha tornado en contra porque los cerealistas de la provincia vendieron la mayor parte del grano antes de la subida, sin beneficiarse así de los nuevos precios y, sobre todo, porque los ganaderos se han convertido en los paganos de la situación, labrada en la especulación de grandes almacenistas y empresas multinacionales, al tener que comprar el pienso para sus granjas casi un 40% más caro que hace seis meses, lo que hace inviables las explotaciones.
El incremento de los piensos, unido a la carestía de la energía (electricidad y carburantes), más las exigencias sanitarias y medioambientales, que no dejan de crecer auspiciadas por la Comisión Europea, y la lucha contra el cambio climático, hacen inviables las explotaciones pecuarias que, no lo olvidemos, en Zamora aportan más del 60% de la producción final agraria y dan empleo a más de 5.000 familias. Los últimos años ya han sido muy duros para el sector, víctima de una reconversión brutal. Valga como ejemplo la evolución de la ganadería ovina, que en una década ha pasado de 2.542 ganaderos a 1.730, lo que supone una caída de activos más de un 30% y casi un 5% en el censo de animales.
Las organizaciones profesionales agrarias han convocado protestas en la calle para explicar a la sociedad la situación del campo en general y de la actividad ganadera en particular, empeño complicado porque la ciudadanía, a veces y de forma injusta, entiende que la PAC y sus ayudas miman al sector ganadero y suponen un maná para agricultores y ganaderos, cuando este mecanismo lo que hace es proteger al consumidor y evitar fuertes subidas de precios de los productos que conforman la cesta de la compra.
Las administraciones, tanto la Junta de Castilla y León como el Gobierno central, reconocen que la situación es crítica y por eso, en la reunión que está prevista para el próximo 7 de febrero, la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, tiene previsto plantear a la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural, Rosa Aguilar, la necesidad de arbitrar medidas fiscales, económicas y de organización de mercado, incluido un plan de apoyo financiero para sostener las explotaciones pecuarias.
Es urgente actuar en frentes concretos, como el IVA, los módulos fiscales aplicables a los subsectores más afectados, el coste de la energía o la refinanciación de los préstamos. Pero también en el control y la mejora de las relaciones contractuales en el sector, en la línea de lo que ya se ha anunciado para el vacuno de leche. Hay, además, que abordar una cuestión de fondo, que es competencia de la Comisión Europea y del propio Gobierno español, y que tiene que ver con la regulación de mercados. Es injusto e inmoral que, en muchos casos, haya una diferencia de más de un quinientos por cien en la venta de un producto al consumidor y en origen.
Es preciso también abordar, y así lo tiene que exigir el Gobierno español a Bruselas, un planteamiento diferente respecto a la política de seguridad alimentaria. Resulta paradójico que Europa haya hecho un esfuerzo enorme en los últimos años a favor de la calidad, la trazabilidad y la sostenibilidad de sus productos, lo que ha supuesto un sobrecoste importante en los gastos de producción y, sin embargo, estén llegando a los países comunitarios productos de otros países foráneos que no cumplen los requisitos marcados en Europa y, por tanto, son mucho más baratos, lo que los hace apetecibles para los consumidores en tiempos de crisis como los actuales. Hay que hacer valer ante foros internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC) y Mercosur, el esfuerzo realizado en Europa, que merece contraprestaciones y una valoración especial que beneficie a la parte más débil de la cadena, la de la producción.
Zamora necesita la ganadería para subsistir y, por tanto, los zamoranos, más que nunca, deben apoyar a un sector afectado de forma especial por la crisis. ¿Cómo? Consumiendo productos de la tierra y demandando a sus representantes públicos que apoyen al sector primario en todos los foros donde se diseña la política agraria: Valladolid, Madrid y Bruselas.

Agricultores y ganaderos terminan 2010 con pérdidas, y comienzan 2011 con un futuro desolador...

La caída de precios, el alza de costes y la apertura de la UE a terceros agravan mas la situación.

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (antes Agricultura) ha anunciado que la renta agraria española aumentó un 6,5% el año pasado. Un dato que sorprende a propios y extraños, puesto que agricultores y ganaderos no cesan de quejarse por las continuas pérdidas que sufren. Entonces, ¿ha mejorado o empeorado su situación? A los ojos de cualquier ciudadano, el dato oficial del aumento de la renta agraria debe indicar algo; sin embargo, los profesionales y empresarios del campo se miran los bolsillos, repasan sus cuentas y lo ven todo más vacío y negro que antes; no atisban esa aparente mejoría.

«Basta con fijarse en la evolución de las cifras de la ocupación en el campo y en el grado de abandono de explotaciones de todo tipo». «Si realmente hubiera más gente que llegara a la actividad agraria, numerosos jóvenes incorporándose cada año, alegría inversora por todas partes, ilusión por innovar e iniciar nuevas empresas, sería cierto lo que parece indicar ese frío dato estadístico, pero no es así».

El envejecimiento de la población agraria, «padres que dicen a sus hijos que se ocupen en lo que sea porque en el campo no hay futuro, campos abandonados por todas partes cierre de millares de explotaciones ganaderas, caída de ventas de maquinaria agraria...».

Pero ese incremento del 6,5%, favorable en principio, trae argumentos que contrarrestan su relevancia. Se trata, para empezar, de una subida modesta tras años de sucesivas caídas y, además, es prácticamente la mitad del incremento medio en la UE (12,3%), muy inferior al de países como Dinamarca (54%), Irlanda (39,1%), Francia (34,4%) o Alemania (22,8%).

Hay que tener en cuenta que la llamada renta por trabajador agrario viene a ser el resultado de dividir el valor estimado de la producción final entre el número de teóricos ocupados en la actividad, que son los contabilizados en la Seguridad Social. Pero resulta evidente que los ingresos del sector, con beneficios o pérdidas, no van sólo a los cotizantes agrarios, sino que hay muchos más titulares de explotaciones y cada día crece la agricultura a tiempo parcial; son más los que buscan otras ocupaciones, ante la imposibilidad de mantenerse exclusivamente con la agrícola o ganadera, tratando de compatibilizarlas. Como cada año desciende el número de agricultores 'oficiales', el divisor que se toma para calcular la renta siempre es menor, de forma que incluso bajando el dividendo se genera la apariencia de una mejoría.

Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA han señalado precisamente esto que resulta tan paradójico: los 22.547,5 millones de euros que alcanzó el valor de la producción final agraria durante 2010 se situaron únicamente al nivel de lo consignado en 2005. ¿Cómo puede hablarse entonces de un aumento de la renta, cuando en términos globales disminuye el valor de la producción, con el añadido del aumento de los costes de producción durante esos cinco años transcurridos? Pues, porque se reparte cada vez entre menos.

Todos los subsectores ganaderos están en pérdidas y ya han anunciado movilizaciones de protesta, porque no pueden resistir. Las organizaciones profesionales reclaman al Gobierno una batería de medidas fiscales y de apoyo económico para poder aguantar. Incluso existen miles de casos en los que no pueden ni devolver los préstamos que adquirieron para aumentar y modernizar sus explotaciones.

El vacuno de leche tiene ahora ante sí la posibilidad de que se apruebe un contrato de compraventa que sea obligatorio, pero la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) se opone a que sirva para marcar precios mínimos de venta, y más aún a que haya una negociación colectiva encubierta. El Ministerio quiere aportar una solución, porque ve desmoronarse a los productores y puede llegar a desmantelarse el sector, pero la CNC echa al traste los sucesivos borradores.

El consumo de alimentos descendió el año pasado alrededor del 3% por la crisis y eso arrastra a los precios en origen, por la presión de la oferta y la concentración de la capacidad de compra en pocas y grandes cadenas de distribución..

En frutas y hortalizas se hunden los precios y, al tiempo, aumentan las importaciones baratas; en vino se acumulan las existencias y los precios para el productor están bajo mínimos.. Ni siquiera en cereales se han beneficiado hasta ahora los productores por las subidas de las cotizaciones en el mercado, provocadas por la especulación posterior de intermediarios cuando ya habían vendido la gran mayoría de los agricultores.

Las subidas de los cereales sí se han trasladado, encareciendo los alimentos y los piensos de los animales, y de esta forma se perjudica a todos, incluyendo a los consumidores, no beneficia a nadie, ni siquiera al que produce el trigo o la cebada.

Y frente a ello, aumento imparable del coste de la energía (gasóleo y electricidad), de los fertilizantes y de los fitosanitarios; incremento de las exigencias y controles sobre trazabilidad; apertura incesante de la UE a las importaciones baratas de todo el mundo y, negación de garantías a los productores europeos.

Los juzgados empiezan a embargar ayudas de la PAC a los ganaderos con deudas

La producción por debajo de los costes lleva a numerosas explotaciones a no poder devolver los créditos

Si hay un sector que está acostumbrado a vivir pendiente de los préstamos y con la necesidad constante de ir solicitándolos, ese es el de los agricultores y los ganaderos. De hecho, sobre todo en las explotaciones familiares, las distintas generaciones están acostumbradas a heredar la continuidad de las solicitudes que demandaron sus antecesores.

Siempre han tenido la necesidad de invertir para mejorar la explotación y sin embargo, la solvencia económica de su actividad no les ha dejado la libertad de hacerlo sin acudir a los bancos. De ahí, que se vean obligados a pedir continuamente créditos (por la sequía, por los precios bajos, etcétera) para seguir adelante con su actividad.
Tomada la decisión acuden a su banco o su caja y allí, las entidades financieras les piden avales -como al resto de los mortales- con la diferencia de que en ocasiones estos avales son aportados por sociedades públicas como SAECA (Sociedad Estatal de Caución Agraria), aunque después tienen que devolver la concesión.

Imposible
Hasta ahí nada raro, si no fuera porque la situación actual de los ganaderos se ha complicado tanto que ya se han empezado a dar casos en los que afrontar el pago de los préstamos se ha convertido en algo imposible y esto ha llevado a la sociedad del Ministerio y a las entidades financieras a solicitar ante algunos juzgados de Castilla y León el embargo de las ayudas que los ganaderos reciben de la PAC en calidad de pago de esos avales que les prestaron. El siguiente paso es que la Junta, que es la que reparte los fondos que proceden de Europa, dé laorden al banco de traspasar esa cantidad de deuda a la entidad que se lo demanda al ganadero.

En la comunidad se cuentan varios casos como este en los que los profesionales del sector han cumplido el periodo que les habían dado para devolver el dinero y la falta de rentabilidad en sus explotaciones les ha hecho ver que es imposible afrontar estos préstamos. Los ganaderos aseguran que su situación es «dramática» y que, con la paralización de las subvenciones de la PAC, apenas les va a quedar para salir adelante. Y es que se están dando casos en los que están vendiendo los cabritos a 25 euros por animal o los lechazos a 23. Mientras, el precio de la leche sigue estando muy por debajo de lo que les permitiría hacer rentable su actividad, y sin embargo la compra de la materia prima para alimentar a su ganado, especialmente los piensos, no dejan de crecer en algunas modalidades hasta el 50%.

Con todo, la radiografía que se dibuja actualmente en el sector ganadero es la consecuencia de estar «produciendo a pérdidas», como lamentan los propios profesionales convencidos de que había que haber atajado esta situación antes de que llegara a estos límites. Entienden que es «tan sumamente gorda» como para que se empiece a actuar ya, y por eso demandan una respuesta «rápida» a las Administraciones, tanto al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, como a la consejería de Agricultura para que tomen las medidas necesarias y «paralicen los embargos» hasta que se puedan atender los pagos.
Los ganaderos explican que no se trata de regalarles los intereses de los préstamos «ni mucho menos», sino de que actúen para que se pongan sobre la mesa moratorias u otras medidas que les permitan recuperarse de un momento que está conduciendo ya al cierre de miles de explotaciones ganaderas en todo el país.

El problema radica además en que no pueden dejar de alimentar a los animales y para ello necesitan piensos. Estos últimos, «como es normal» -dicen- no entregan si no se les paga el producto porque «solo sirven si se les pone el dinero en la mano».

JESÚS M. GONZÁLEZ PALACÍN
COORDINADOR UCCL

La disposición de los representantes de la Unión de Campesinos que acudan hoy a la reunión con el resto del sector es la de «escuchar», según el coordinador regional, Jesús Manuel González Palacín, convencido de que es necesario «conseguir por fin» la unidad de acción en el campo por la que ellos van a trabajar con su presencia en la reunión.

Palacín explica que, aunque la situación empezó sacando a la calle a los ganaderos de ovino que en dos ocasiones en menos de un mes han recorrido ya el centro de Valladolid, lo cierto es que no hay ninguno de los subsectores ganaderos que se libre de la «grave crisis» que está escribiendo día a día la realidad del sector.

Este hecho es el que ha llevado a los representantes sindicales a pensar en la «gran manifestación» que va a proponer UCCL en encuentro y que, a su juicio, debe celebrarse también en Valladolid.

Respecto a las fechas, UCCL no se presentará con ninguna en concreto aunque sí que entienden, según Palacín, que «no debe demorarse demasiado en el tiempo». Aplaude la convocatoria de organizaciones y cooperativas para reivindicar juntas a todas las administraciones que se impliquen en la mejora de esta situación. «Todas tienen algo que hacer», dice el coordinador regional, que recuerda que en el momento de negociación de la PAC es imprescindible la implicación de la Junta, el Ministerio y Bruselas.

JULIO LÓPEZ
LA ALIANZA (UPA Y COAG)

Desde la Alianza por el futuro del campo (UPA y COAG), Julio López recuerda que su aspiración desde el primer momento ha sido la de buscar la unidad de acción. No obstante, al margen de buscar el protagonismo de este mérito, insiste en que «los ganaderos tienen que ser los únicos protagonistas». Ellos son los que tienen que echarse a la calle sin pancartas y plasmando con su marcha la verdadera unidad de acción. Y esa es la disposición con la que las dos organizaciones que conforman la Alianza se sentarán esta tarde en la mesa de Urcacyl para llegar a un acuerdo de convocatoria de movilización. No obstante, López asegura que hoy va a buscar una «verdadera movilización a nivel social» con la que se consiga la implicación y el respaldo del resto de la sociedad con el problema que atraviesan los ganaderos de la comunidad.

Y es que, de momento, de lo que se está hablando es de un programa de movilizaciones y manifestaciones a nivel regional, convocado en Castilla y León por las organizaciones agrarias y las cooperativas ganaderas que son las que atraviesan día a día la complejidad de la situación.

Su propuesta no les conducirá hacia ninguna Administración en concreto porque entienden que todas tienen que implicarse en la búsqueda de una solución que, según Julio López, tienen que ponerse a trabajar en un plan de choque que consiga cerrar de una vez la crisis de precios y de falta de rentabilidad que viene sufriendo el sector ganadero de Castilla y León desde hace varios años

DONACIANO DUJO
PRESIDENTE DE ASAJA CASTILLA Y LEÓN

«Sabemos cuál es el problema y a quien hay que presionar, a la distribución y a la industria», decía ayer el presidente de Asaja, Donaciano Dujo, pensando en la reunión que hoy sentará a las organizaciones agrarias con las cooperativas para analizar la gravísima crisis que atraviesa el sector ganadero.

Su principal aspiración para el encuentro es la de buscar la unidad de acción en el campo, «no ponemos fechas, ni condiciones, ni excluimos a nadie, ni fijamos un sitio», advertía, convencido de que entre todos tienen que ser capaces de salir a la calle y convocar un «acto reivindicativo» con el que hacer oír los problemas del sector.

Según Dujo, los problemas radican en la falta de rentabilidad de las explotaciones ganaderas. De ahí que, a su juicio, el camino tenga que venir marcado por la llegada a acuerdos entre el sector productor y el resto de los eslabones de la cadena alimentaria con la vista puesta en que el precio que se pacte repercuta a todos los niveles y permita a los primeros recuperarse de la crisis que arrastran desde hace años.

«Nosotros pediremos que tengamos precios», esbozaba, «pero también seremos reivindicativos con las Administraciones». Y a renglón seguido Dujo advertía ayer de que hoy demandará apoyo en la financiación de las explotaciones o que se amplíe la moratoria en los préstamos ganaderos, además de otras tantas medidas que sean necesarias para salir de esta situación.

Hoy 1/2/2011
Los representantes agrarios se reunen y acuerdan una movilización para el 19 de febrero.

A primera hora de esta tarde los responsables de las organizaciones profesionales agrarias de Castilla y León, ASAJA, UCCL, UPA Y COAG, reunidas con los representantes de de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias, URCACYL, han acordado movilizar de forma conjunta al sector ganadero de la Comunidad Autónoma.

OPAS y cooperativas consideran que la unidad de acción es fundamental para defender con la máxima fuerza posible a los profesionales de la ganadería, que soportan desde hace ya varios años una crisis sin precedentes que supone una amenaza cierta de desaparición para muchas explotaciones.

Según lo acordado en la reunión, celebrada en la sede de la Unión Regional de Cooperativas, todos los subsectores ganaderos, tanto de producción de carne como de leche, están convocados a la manifestación que se celebrará el próximo sábado, 19 de febrero a las 12 del mediodía en Valladolid.

La manifestación partirá de la Plaza de Colón y concluirá en la Plaza Mayor.

Las organizaciones y cooperativas convocantes desean que los ganaderos cuenten en esta protesta con el respaldo de los agricultores de la región, puesto que agricultura y ganadería son las dos caras de una misma moneda y de la continuidad de una depende la de la otra, al ser sectores económicos plenamente dependientes.

Archivo
Los ganaderos se enfrentan desde hace cinco años al problema de falta de rentabilidad, que ha llevado al cierre de explotaciones

Félix Roncero y Miguel Ángel Miranda, un ganadero de vacuno y el otro de ovino.... con la nómina en números rojos...

La sorpresa no se puede disimular en el rostro de Félix Roncero cuando, a la hora en la que todos los días se sienta a archivar las facturas de su explotación de vacuno, descubre que en el último albarán del pienso el precio ha subido entre 6 y 8 céntimos de euro por kilo. Se pregunta si puede ser un error. Es posible. Sin embargo, a unos pocos kilómetros de donde tiene aquel su explotación, en Zamora, a Miguel Ángel Miranda le ocurre lo mismo. Este ganadero de ovino acaba de cerrar su libro de balances echando cuentas. Ha visto que en la campaña de 2010, con respecto a la anterior, su negocio ha perdido debido al incremento de los costes, el 12%. Dice que en el caso del caprino esta reducción sube hasta el 30%.

A todas luces, la situación es «insostenible» para Miranda que, junto con su mujer y su hijo -que se acaba de incorporar a la actividad-, empieza a trabajar a las siete y media de la mañana. La primera media jornada de su labor la pasa en la explotación arreglando el ganado, un trabajo que repiten durante las otras cuatro horas de actividad, que arrancan de nuevo a las cinco y media de la tarde. Hecho eso, un trabajador asalariado habría firmado ya sus ocho horas de contrato al día; sin embargo, esta familia tiene después que ponerse el traje de secretario y organizar todos los papeles que se ven obligados a tener al día. Y esto no lo computan como horas extras.

El precio, ni los costes...
A los Miranda esta carga de trabajo que repiten de lunes a domingo no les importa. Están acostumbrados a ello. Sin embargo, su recelo llega cuando comparan el debe con el haber de sus cuentas y el resultado se lee en rojo. El precio de su producto no llega a cubrir los costes y para mantenerse se ven obligados a no computar lo que cuesta su mano de obra. «Nosotros trabajamos 365 días -dice sin un ápice de queja-, pero si pusiéramos la mano de obra en la nómina del mes, esta sería negativa».

Las cosas en la cooperativa que Félix tiene con sus tres hijos son algo diferentes. El primero de ellos se encarga del ordeño de las 6 de la mañana; el segundo, del de las 13 horas, y el tercero, del de las nueve y media de la noche. Él se acerca a las explotación a las 8 de la mañana y ya está allí todo el día. Aun así, su organización les permite disfrutar por turnos del descanso durante los fines de semana y a pesar de que están «dedicados de pleno a este trabajo», hablan de nóminas de «unos 700 euros», aunque para eso, incide, «tienes que endeudarte bastante».

Y lo explica: «Hemos hecho inversiones muy fuertes y ahora estamos haciendo frente a los pagos que teníamos aplazados a largo plazo y que destinamos a la compra de cuota láctea. En 2004 compramos un millón de cuota que nos costó entonces 600.000 euros (cien millones de pesetas)». Ahora él tiene su propia receta: «La única salida es crecer un poco a la desesperada para aminorar los gastos fijos, las amortizaciones hay que diluirlas en el precio de leche y también los sueldos»

Nunca antes....
El día a día en estas dos granjas transcurre parecido, y el final de mes también lo es. El reflejo de la falta de rentabilidad que están constatando cada cuatro semanas es el peor que han vivido en su vida. «Se podría decir que hasta 2006 el ovino era estable -explica Miguel Ángel-, pero ahora estamos viviendo en una crisis continúa. Estamos en caída libre. La mayoría de las explotaciones ya están en pérdidas».

«Yo llevo 35 años en el sector -dice Félix-. He pasado por muchísimas crisis pero no he conocido nunca una crisis como esta porque, aparte de la de los precios, que es muy grave, se le suma otra de estructura, de filosofía».

Y aquí coinciden los dos ganaderos que critican el escaso conocimiento que tienen de su trabajo aquellos que han de decidir por ellos. «Estamos en manos de las administraciones y muchas veces cuando hablas con ellos desconocen la realidad. Mira -argumenta el ganadero de vacuno-, yo he hablado con técnicos en Bruselas y resulta que no saben que una vaca se ordeña dos o tres veces al día, que el producto hay que recogerlo rápidamente porque se degenera. Creen que lo puedes almacenar y lo vendes porque lo ven en el tetrabrick y no entienden el problema de los ganaderos».

«Además -aporta Miguel Ángel- cuando nos sentamos a negociar, nos dicen que somos una parte del mercado, pero es la industria y la cadena de distribución la que nos ajusta los precios. Somos los que no tenemos derecho a nada. No sucede así en otros países en los que existe una interprofesional donde hay un entendimiento entre las distintas partes, la Administración sirve de árbitro y los ganaderos tienen al final una referencia de precios. Por ejemplo, el año pasado se pagó un euro de media el litro de leche en Francia. ¿Qué pasa, que los ganaderos de España no estamos en Europa?».

Interlocución y precios....
Y a continuación se lamenta de que el sector del ovino no tenga una interlocución más directa con la Administración, algo donde para Félix no radica el problema.

«En el sector de vacuno tenemos más mesas que nunca. El problema no son las mesas. La industria tiene el mismo problema que nosotros, pero la situación realmente grave es que entra Competencia y no te deja negociar los precios». Es consciente de que existe un real decreto, ahora en fase de borrador, que pretende mejorar la capacidad negociadora de los ganaderos. Sin embargo, según Félix, no está tan claro que al final el Tribunal de la Competencia deje actuar.

Y es que el verdadero dolor para estos profesionales de la ganadería es que los precios de sus productos no son los que deberían ser. ¿Y cómo se ha llegado a esta situación?, se preguntan. Pues por una falta de política coherente con la agricultura y la ganadería, y la libertad de los mercados. Sobre esto último, tanto Félix como Miguel Ángel insisten en que hay que controlarlos de alguna manera para evitar que «sigan especulando con nuestros productos». Y sobre lo segundo, sobre la política europea, en el caso de la ganadería de vacuno, parece que la existencia de cuotas ha terminado desequilibrando precisamente los mercados.

Los ganaderos de leche de vaca producen la cuota que tienen contratada y que se suma a la del resto de profesionales del país hasta completar el máximo que Europa concede a España. En su momento, los ganaderos apostaron por sus explotaciones, las modernizaron y solicitaron la máxima cuota que pudieran producir. Ahora se encuentran con que este sistema desaparecerá en 2015 y en estos momentos Bruselas está aplicando lo que se conoce como un «aterrizaje suave», es decir, han aumentado el 1% de manera lineal la capacidad de producir en todos los países y con esta decisión se mantiene el mismo problema que los ganaderos han venido sufriendo en los últimos años.

Según Roncero, España es un país que tiene un déficit importante de leche (produce 6 millones de toneladas y consume 9). Sin embargo, Francia, por ejemplo, tiene mucho excedente. Esto hace que lo que produce el país galo a mayores, entre en este país en cantidades muy grandes. «Hunden los mercados de leche y ya nadie corre a por las cuotas. No tienen valor porque se regula el precio y no la cuota. Y esto nos lleva a una situación de crisis porque nos obliga a producir más porque hemos incrementado más la cuota» y a cobrar menos.

Por todo esto, las organizaciones agrarias han anunciado ya movilizaciones en el sector. Dicen que ha sido el motivo por el que se han cerrado 18.000 explotaciones de ovino, 10.500 de caprino, 19.000 de vacuno y otras tantas de porcino en España. Han exigido a las Administraciones que se impliquen.

La consejera de Agricultura, Silvia Clemente, se ha comprometido esta misma semana a pedir un plan de choque para la ganadería en la reunión que mantendrá con la ministra el próximo 7 de febrero y que inicialmente iba a tener lugar el próximo 26 de enero.

Castilla y León es una comunidad segura, de acuerdo a las estadísticas de delitos que elabora la delegación del Gobierno. La calidad de vida en la comunidad, medida con este parámetro, podría ser incluso un referente para Europa.

Pero tan tranquilizadora conclusión oficial en poco, por no decir en nada, alivia las particularidades, más si estas son por un lacerante y continuo ataque que lleva a la desesperación y en ocasiones la ruina a quienes lo padecen. Los desguaces de maquinaria agrícola en busca de materiales valiosos -por lo general cobre-, el robo de aperos, los asaltos a materiales de los tendidos eléctrico y ferroviario señalan a bandas especializadas en un delito que, por la abundancia de casos, constituye una lucrativa actividad.

Tarea delictiva con crecimiento exponencial: si en el 2010, en el campo de Valladolid se registraba un robo cada tres meses, ahora se produce uno a la semana, lo que ha causado pérdidas de cientos de miles de euros y creado un clima de inseguridad y temor que, si quienes dirigen las fuerzas del orden no toman medidas de eficacia rápida y palpable, terminarán empujando a los afectados a tomar decisiones inadecuadas y peligrosas para defender sus bienes; algo que ya empieza a producirse.

Las víctimas, como ya empieza a ocurrir en algunas áreas urbanas donde la inseguridad coarta la vida de sus habitantes, piensan ya en defender sus propiedades organizando su vigilancia. No se fían de promesas que se cumplen a medias, ni aceptan las dificultades de la Guardia Civil para cubrir un territorio tan amplio. Los efectivos del orden deben poseer la agilidad necesaria y los medios adecuados para dar una respuesta rápida al cambiante mundo del delito. Si el vasto campo es el actual centro de batalla de las fechorías, o al menos uno de ellos, tendrá que ser ahí donde se apliquen los esfuerzos.

Quizá fuera preciso recordar el número de cuarteles de la Guardia Civil cerrados, o la reducción de plazas para la formación de agentes de los diferentes cuerpos y las promesas de que la seguridad ciudadana no sufriría por las medidas de ahorro; eso al menos esperábamos todos.

Si el campo es un buen refugio para el delincuente, menos dificultades debería ofrecer el detectar el mercado negro que compra y 'blanquea' este material, siendo escasos los peristas, base fundamental en este negocio, que las reseñas oficiales recogen como detenidos. Si ancha es Castilla, que anchas sean las medidas de control.

Salieron prácticamente a la vez de la sede de las Cortes Regionales; tenían el mismo destino, Ciudad Real, y la misma convocatoria, la comida de hermandad de Asaja.

Pero no compartieron transporte. José María Barreda y María Dolores de Cospedal llegaron por separado a este acto, pero al menos esta vez sí se saludaron, algo que no ocurre en la sede de las Cortes, e incluso compartieron mesa. Solo les separaba la alcaldesa de Ciudad Real, Rosa Romero, y el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato. Algo tuvo que ver en ello Pedro Barato, anfitrión de este tradicional encuentro de afiliados, que reunió al mediodía de ayer a más de mil agricultores de la provincia de Ciudad Real.

Precisamente Barato anunció que han pedido al Gobierno de España «permiso para crear una compañía de seguridad» que vigile las zonas de la provincia de Ciudad Real donde se están produciendo robos en las explotaciones agrarias y ganaderas.

Barato señaló durante su alocución, según recoge Efe, que es necesario «más vigilancia y seguridad» en varias zonas de la región y, especialmente de la provincia de Ciudad Real, ya que se están produciendo numerosos robos de material agrícola.

Subrayó la importancia del trabajo de la Guardia Civil —cuerpo cuya labor fue premiada ayer mismo por Asaja— y de la Policía Nacional, y valoró positivamente los esfuerzos que se están haciendo en materia de seguridad.


Seguridad privada para el campo... mas gastos