Foro- Ciudad.com

Laguna de Negrillos - Leon

Poblacion:
España > Leon > Laguna de Negrillos
26-06-14 06:28 #12114942
Por:j vicente futuro fut

El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 59ª Sección
Y para entender las acciones que hacía el Verbo humanizado, ya que Jesús tiene dos naturalezas, la Divina y la humana, ambas naturalezas en una sola persona, que era la del Verbo, por esto las acciones de ambas naturalezas se atribuyen y se dicen o predican de una misma persona, como también la misma se llama Dios y hombre; y conforme a esto, cuando digo que hablaba y oraba el Verbo humanizado a su Eterno Padre, no se entiende que hablaba ni oraba con la naturaleza divina, en que era igual con el Padre, sino en la humana, en que era menor, porque consta como nosotros de alma y cuerpo. En esta forma Jesús también en el Cenáculo confesó con alabanza y magnificencia a su Eterno Padre por su Divinidad y ser infinito, y pidiendo luego por el linaje humano oró al Padre Eterno y le dijo:

Padre mío y Dios eterno, yo te confieso, te alabo y magnifico en el ser infinito de tu Divinidad incomprensible, en la cual soy una misma cosa contigo y con el Espíritu Santo, engendrado Padre Eterno, por tu entendimiento como figura de tu sustancia y tu imagen de tu misma individual naturaleza. La obra de la Redención humana, que me encomendaste en la misma naturaleza que tomé en el vientre virginal de mi Madre, quiero consumar y darle la suma perfección y plenitud de tu Divino beneplácito y pasar de este mundo a tu diestra y llevar a ti a todos aquellos que me diste, sin que se pierda alguno en cuanto a nuestra voluntad y suficiencia de su remedio. Mis delicias son estar con los hijos de los hombres y en mi ausencia quedarán huérfanos y solos si los dejo sin mi asistencia no quedándome con ellos. Quiero, Padre mío, dejarles prendas ciertas y seguras de mi inextinguible amor y de los premios eternos que les tienes aparejados. Quiero dejarles memoria indefectible de lo que por ellos he obrado y padecido. Quiero que hallen en mis merecimientos remedio fácil y eficaz del pecado que participaron en la inobediencia del primer hombre y restaurar copiosamente el derecho que perdieron a la felicidad eterna para la que fueron creados.-

Y porque serán pocos los que se conservarán en esta justicia, es necesario que les queden otros remedios con que la puedan restaurar y acrecentar, recibiendo de nuevo altísimos dones y favores de tu inefable clemencia, para justificarlos y santificarlos por diversos medios y caminos en el estado de su peligrosa peregrinación. Nuestra voluntad eterna, con que determinamos su creación de la nada para ser y tener existencia, fue para comunicarles nuestra Divinidad, perfecciones y Eterna Felicidad, y tu Amor, que fue el que a mí me obligó a nacer pasible y humillarme por ellos hasta llegar a la muerte mediante la cruz, no se contenta ni satisface si no inventa nuevos modos de comunicarse a los hombres según su capacidad y nuestra sabiduría y poder. Esto ha de ser en señales visibles y sensibles, proporcionadas a la sensible condición de los hombres, y que tengan efectos invisibles, que participe su espíritu invisible e inmaterial.-

Para estos altísimos fines de vuestra exaltación y gloria te pido, Señor y Padre mío, el fiar de vuestra voluntad eterna en mi nombre y en el de todos los de los pobres y afligidos hijos de Adán. Y si prueban sus culpas a Vuestra Justicia, su miseria y necesidad llama a vuestra infinita misericordia. Y con ella interpongo yo todas mis obras de la humanidad unida con lazo indisoluble a mi Divinidad: la obediencia con que acepté ser pasible hasta morir, la humildad con que me sujeté a los hombres y a sus depravados juicios y a la pobreza y trabajos de mi vida, mis afrentas y aceptar la pasión, la muerte y el amor con que todo lo he admitido por tu Gloria y porque seas conocido y adorado por todas las criaturas capaces de tu Gracia y de tu Gloria. Tú, Señor y Padre mío, me hiciste hermano de los hombres y su cabeza y de todos los electos que de nuestra Divinidad han de gozar con nosotros para siempre para que como hijos sean herederos conmigo de tus bienes eternos y como miembros participen del influjo de la cabeza que les quiero comunicar, según el amor que como a hermano les tengo; y quiero, cuanto es de mi parte, traerlos conmigo a tu amistad y participación en la que fueron formados en su cabeza natural del primer hombre.-
291

Jesús, dicta los Sacramentos de la nueva Iglesia.-
Con este inmenso amor dispongo, Señor y Padre mío, que todos los mortales desde ahora puedan ser reengendrados con el Sacramento del Bautismo en tu amistad y gracia con plenitud y lo puedan recibir luego para que participen de la luz y sin propia voluntad, manifestándola por ellos otros para que renazcan en la de tu aceptación. Sean desde luego herederos de tu gloria, queden señalados por hijos de mi Iglesia con interior señal que no la pierdan, queden limpios de la mácula del pecado original, reciban los dones de las virtudes como La FE, La Esperanza y La Caridad, con que puedan obrar como hijos, conociéndote, esperando y amándote a ti mismo. Reciban también las virtudes con que detengan y gobiernen las pasiones desordenadas por el pecado y conozcan sin engaño el bien y el mal.-

Sean estos sacramentos, la puerta de mi nueva Iglesia y el que los haga capaces para los demás sacramentos y para nuevos favores y beneficios de nuestra gracia. Dispongo también que tras estos Sacramentos, reciban otro en que sean ratificados y confirmados en la FE santa que han profesado y han de profesar y la puedan defender con fortaleza llegando al uso de la razón. Y porque la fragilidad humana desfallecerá fácilmente en la observancia de mi Ley y no sufre mi caridad dejarla sin remedio fácil y oportuno, quiero que sirva para esto el Sacramento de la Penitencia, donde reconociendo sus culpas con dolor y confesándolos se restituyan al estado de la justicia y continúen los merecimientos de la Gloria que les tengo prometida. Y mis hermanos, que no queden triunfados por Lucifer y sus secuaces de haberlos apartado luego del estado y seguridad en que los puso el Bautismo. Justificados los hombres por medio de estos Sacramentos, estarán capaces de la suma participación y amor que conmigo pueden tener en el destierro de su vida mortal, y ésta ha de ser recibiéndome sacramentado en su pecho por inefable modo en especies del pan y del vino, y en las del pan dejaré mi cuerpo y en las del vino dejaré mi sangre. En cada uno estaré todo real y verdaderamente, aunque así dispongo este sacramento misterioso de la Eucaristía, porque me doy en forma de alimento proporcionado a la condición humana y al estado de los viadores, por quien obro estas maravillas y con quienes estaré por este modo hasta el fin de los siglos venideros. Y para que tengan otro Sacramento que los purifique y defienda cuando los mismos hombres lleguen al término de vida, les ordeno el Sacramento de la Unción Extrema [de los enfermos], que también será alguna prenda de su resurrección en los mismos cuerpos señalados con este Sacramento. Y porque todos se ordenan a santificar los miembros del Cuerpo Místico de mi Iglesia, en la cual se ha de guardar sumo concierto y orden dando a cada uno el grado conveniente a su ministerio, y quiero que los ministros de estos Sacramentos tengan Orden en otro que los pongo en el supremo grado de Sacerdotes, respecto de todos los otros fieles, y que sirva para esto el Sacramento de la Orden, que los señale, distinga y santifique con particular excelencia; y aunque todos la recibirán de mí, quiero que sea por medio de una cabeza que sea mi Vicario y represente mi Persona y sea el supremo Sacerdote, en cuya voluntad deposito las llaves del Cielo y todos le obedezcan en la tierra. Y para más perfección de mi Iglesia ordeno el último Sacramento, el de Matrimonio, que santifique el vínculo natural que se ordena a la propagación humana, y queden todos los Grados de la Iglesia ricos y adornados de mis infinitos merecimientos. Esta es, Eterno Padre, mi última voluntad, en que hago herederos a todos los mortales de mis merecimientos, vinculándolos en mi nueva Iglesia, donde los dejo depositados.-
292

Esta oración hizo Jesús en presencia de los Apóstoles, pero sin demostración exterior, y María, desde su retiro le miraba y acompañaba en ella, se postró en tierra y ofreció al Eterno Padre, y ella como Madre las peticiones de su Hijo. Y aunque no podía añadir intensivamente cosa alguna y meritoria a las obras de su Hijo, con todo eso, como era su coadjutora, se extendió a ella esta petición, como en otras ocasiones, fomentando de su parte a la misericordia para que el Eterno Padre no mirase a su Unigénito sólo, pero siempre en compañía de su Madre. Y así los miró a ambos y aceptó las oraciones y peticiones respectivamente, las del Hijo y la de su Madre para la salvación de los hombres. Hizo otra cosa María en esta ocasión, porque se la remitió a ella su Hijo. Y para entenderla, se advierte que Lucifer estuvo presente en el lavado de los pies que hizo Jesús a los Apóstoles, y de lo que vio hacer a Jesús, y el mismo Jesús, no le permitió a él salir del Cenáculo. Entendía Lucifer en su astucia que disponía el Señor alguna obra grande en beneficio de los Apóstoles; y aunque se reconocía este Dragón muy debilitado y sin fuerzas contra el mismo Redentor, con todo esto con implacable furor y soberbia quiso investigar aquellos misterios para intentar contra ellos alguna maldad. Vio María este conato de Lucifer y que esta causa, se lo remitía su Hijo. María encendida con el celo y el amor de la gloria del Muy Alto y con potestad de Reina, mandó al Dragón y a todas sus cuadrillas que saliesen del Cenáculo y descendiesen a lo profundo del infierno.-

El brazo del Omnipotente, le dio a María nueva virtud para realizar esta hazaña, por la rebeldía de Lucifer, que ni él ni sus demonios pudieron resistir y así fueron lanzados a las cavernas infernales hasta que se les dio nuevo permiso para que saliesen de ellas, y se hallasen presentes en la pasión y muerte de Jesús, donde con ella habían de quedar del todo vencidos y desengañados de que Jesucristo era el Mesías y Redentor del mundo, Dios y hombre verdadero. Y de aquí se entenderá cómo Lucifer y los demonios estuvieron presentes en la cena legal y lavado de los pies de los Apóstoles y después en toda la pasión, pero no estuvieron en la institución de la Sagrada Eucaristía, ni en la comunión que entonces hicieron y que Jesús mismo, como Sumo Sacerdote les dio.-

Consagración del Pan y del Vino.-
Jesús, tomó en sus manos el Pan que estaba en el plato y, pidiendo interiormente licencia y dignación para obligar al Altísimo a que entonces y después en la nueva Iglesia, y en virtud de las palabras que había de pronunciar, se hiciese presente real y verdaderamente en el Pan. Jesús, levantó los ojos al Cielo con semblante de Majestad, y que a los Apóstoles, a los Ángeles y a la misma María les causó nuevo temor reverencial. Luego pronunció las palabras de la consagración sobre el Pan, dejándole convertido transubstancialmente en su verdadero cuerpo, y la consagración del vino pronunció sobre el cáliz, convirtiéndolo en su verdadera sangre. Al mismo tiempo que acabó Jesús de pronunciar las palabras, respondió el Eterno Padre: Este es mi Hijo, en quien yo tengo mi agrado y le tendré hasta el fin del mundo, y estará Él con los hombres el tiempo que les dure su destierro. Esto mismo confirmó también la Persona del Espíritu Santo. Y la humanidad de Jesús en la persona del Verbo, hizo profunda reverencia a la Divinidad en el Sacramento de su Cuerpo y Sangre. Y María desde su retiro se postró en tierra y adoró a su Hijo Sacramentado con incomparable reverencia.-
293

Todos los Apóstoles y discípulos, porque tuvieron FE de este gran misterio, excepto el traidor de Judas Iscariote, le adoraron a Jesús con profunda humildad y veneración, cada uno según su disposición. Luego Jesús, levantó en alto su mismo Cuerpo y Sangre ya Consagrados, para que de nuevo le adorasen todos los que asistían a esta nueva Reunión Sacramental. En esta elevación fue más ilustrada su Madre, y Juan Evangelista, Enoc y Elías, más todos los Apóstoles, tuvieron FE y conocimiento de este gran misterio, excepto Judas Iscariote, para conocer por especial conocimiento, que en las especies del Pan estaba su Sagrado Cuerpo y en las del Vino, se encontraba su sagrada sangre, y en ambas, todo Jesucristo vivo y verdadero, por la unión inseparable de su alma, de su cuerpo y de su sangre, y cómo estaba la Divinidad, y en la persona del Verbo, la del Padre y la del Espíritu Santo, y por estas uniones y existencias, inseparables concomitancias, quedaban en la Eucaristía todas las tres personas, con la perfecta humanidad de Jesús.-

Jesús habiendo levantado el Pan ya Consagrado, lo dividió con sus sagradas manos y se comulgó a sí mismo el primero, como primero y Sumo Sacerdote. Y reconociéndose, en cuanto hombre, inferior a la Divinidad que recibía en su mismo Cuerpo y Sangre consagrados, se humilló, y tuvo como un temblor en la parte sensitiva, manifestando dos cosas: la una, la reverencia con que se debía recibir su Sagrado Cuerpo; la otra, el dolor que sentía de la temeridad y audacia con que muchos de los hombres llegarían a recibir y tratar este altísimo y eminente Sacramento. Jesús luego partió otra partícula del pan ya consagrado y la entregó al Arcángel Gabriel, para que se lo llevase y comulgase su madre María. Quedaron los Santos Ángeles con este favor como satisfechos y recompensados de que la Dignidad Sacerdotal tan excelente les tocase a los hombres y no a ellos, y sólo el haber tenido en sus manos en forma humana el Cuerpo Sacramentado de su Señor y verdadero Dios, les causó grande y nuevo gozo a todos los Ángeles. Esperaba María con abundantes lágrimas el favor de la Sagrada Comunión, cuando llegó el Arcángel Gabriel con otros innumerables Ángeles, y de la mano del Ángel Gabriel, María recibió Pan la primera después de su Hijo, imitándole en la humillación, reverencia y temor santo.-

Quedó depositado el Sacramento en el pecho de María y sobre el corazón, como legítimo Sagrario y tabernáculo del Altísimo. Y duró este depósito del Sacramento inefable de la Eucaristía todo el tiempo que pasó desde aquella noche hasta después de la resurrección, cuando consagró Pedro y dijo la primera Reunión Sacramental, porque ordenó el todopoderoso Señor esta maravilla así, para consuelo de su Madre María y también para cumplir de antemano por este modo la promesa hecha después a su Iglesia, que estaría con los hombres hasta el fin de los tiempos, porque después de la muerte de Jesús, no podía estar su humanidad en la Iglesia por otro modo, mientras no se Consagraba su Cuerpo y su Sangre. Y en María su Madre, estuvo depositado este maná verdadero como en el arca viva, con toda la Ley Evangélica, como antes las figuras lo estaban en el arca de Moisés. Y en todo este tiempo que pasó hasta la nueva consagración no se consumieron ni alteraron las especies sacramentales en el pecho de esta Señora y Reina del Cielo y de la tierra. Después de María, Jesús dio el Pan Sacramentado a los Apóstoles y les mandó que entre sí lo repartiesen y recibiesen, como lo recibieron, y les dio en estas palabras la dignidad Sacerdotal, que comenzaron a ejercer, dándolo cada uno a sí mismo con suma reverencia, derramando copiosas lágrimas y dando culto al Cuerpo y a la Sangre de nuestro Redentor, del que la habían recibido. Quedaron con preeminencia de antigüedad en la potestad de Sacerdotes, y como fundadores que habían de ser de la Nueva Iglesia Evangélica Cristiana.-
294

El Apóstol Pedro, por mandado de Jesús, tomó otras partículas consagradas y comulgó a los dos padres antiguos Patriarcas y padres Enoc y Elías. Y con el gozo y efectos de esta comunión quedaron estos dos Santos confortados de nuevo para esperar la visión beatífica, que tantos siglos se les dilataba por la voluntad Divina, y esperar hasta el fin del mundo. Dieron los dos Patriarcas fervientes alabanzas y humildes gracias al Todopoderoso por este beneficio y acto seguido, estos dos patriarcas, fueron restituidos y devueltos a su lugar de residencia del LIMBO, por los Ángeles. Esta maravilla ordenó el Señor, para dar prendas y participación de su encarnación, redención y resurrección general a las Leyes antiguas, natural y escrita, porque todos estos misterios encierra en sí el Sacramento de la Eucaristía, y dándoselas a los dos varones Enoc y Elías, que estaban vivos en la carne mortal, se extendió esta participación a los dos estados de la ley natural y escrita, porque los demás que la recibieron pertenecían a la nueva Ley de Gracia, cuyos padres eran los Apóstoles. Así lo conocieron estos dos santos Enoc y Elías y en nombre de los demás santos de sus Leyes, dieron gracias a su Redentor por este oculto beneficio.-

Otro milagro muy secreto y que la Biblia No cuenta, es que en la comunión de los Apóstoles, llegando el pan Consagrado al traidor Judas Iscariote, viendo lo que su Divino Maestro disponía mandándoles comulgar, Judas Iscariote, determinó como infiel no tomarlo, y reservar el Pan Consagrado como cuerpo, y ocultarlo, para llevarlo a los pontífices y fariseos y decirles que quién era su Maestro, pues decía que aquel Pan era su mismo Cuerpo y ellos lo acriminasen por gran delito. Pero María que estaba mirando todo lo que pasaba y la disposición con que interior y exteriormente recibían los Apóstoles la Sagrada Comunión y sus efectos y afectos, vio también los execrables intentos del obstinado Judas Iscariote.-

Se encendió en María, todo el celo de la gloria de su Señor, como Madre, como Esposa y como Hija y conociendo el secreto íntimo de Judas Iscariote, María mandó a sus Ángeles que sacasen a Judas Iscariote de la boca el Sagrado Pan y el Vino consagrado y lo restituyesen a donde estaba lo demás. Porque en aquella ocasión como Madre de Jesús, le tocaba defender la honra de su Hijo, para que Judas Iscariote no le injuriase como intentaba con aquella nueva ignominia que Judas Iscariote maquinaba. Obedecieron los Ángeles y cuando llegó a comulgar el pésimo de los vivientes Judas Iscariote, los Ángeles le sacaron las especies sacramentales, una tras o otra, de la boca y, purificándolas de lo que habían recibido en aquel inmundísimo lugar, las redujeron a su primera disposición y las colocaron ocultamente entre las demás, celando siempre el Señor la honra de su enemigo y obstinado Apóstol. Después recibieron estas especies los que fueron comulgando detrás de Judas Iscariote por sus antigüedades, porque ni él fue el primero ni el último que comulgó, y los Ángeles lo ejecutaron en brevísimo espacio de tiempo.-

María, instruye a Sor María de Jesús y la dice:
¡Oh hija mía, si los profesores de la Santa Fe de la Iglesia abriesen los corazones endurecidos y pesados, para recibir la verdadera inteligencia del Sagrado Misterio y beneficio de la Eucaristía! ¡Si desahogados y abstraídos de los afectos terrenales y moderando sus pasiones, aplicasen la FE viva para entender en la Divina luz su felicidad, en tener consigo a Dios Eterno Sacramentado y poderle recibir y frecuentar, participando los efectos de este Divino maná del Cielo, si dignamente conociesen esta gran dádiva, si estimasen este tesoro, si gustasen su dulzura, si participasen en ella la virtud oculta de su Dios Omnipotente, nada les quedaba que desear ni que temer en su temporal destierro!.-
295
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 75ª Sección Por: j vicente futuro fut 06-07-14 22:59
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 35ª Sección Por: j vicente futuro fut 25-05-14 22:42
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 4ª Sección Por: j vicente futuro fut 15-04-14 14:36
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios ocultos de la Biblia se ha retirado 1ª Parte.- Por: j vicente futuro fut 11-04-14 06:34
j vicente futuro fut
0
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com