Laguna de Negrillos - Leon

que todos los mortales venciesen al dragón y su acusador Lucifer, y los testimonios y palabras verdaderas de sus Profetas son de virtud y fuerza para la salud eterna, pero con la voluntad libre cooperan los justos a la eficacia de la Pasión y Redención y de las Sagradas Escrituras y consiguen su fruto venciéndose a sí mismos y a Lucifer, y con su diario caminar y sus virtudes, ir hacia la Gracia Celestial. Y no sólo le vencerán en lo que comúnmente Dios manda y pide, pero con su Virtud y Gracia de los mortales, añadirán el dar sus almas y ponerlas hasta la muerte por el mismo Señor y por sus testimonios y por estos alcanzar la Corona y triunfo de Jesucristo, como lo han hecho los Mártires en el testimonio de la fe y por su defensa.-

Por todos estos Misterios añade en el Texto el Apóstol Juan evangelista y dice: Alegraos Cielos, y los que vivís en ellos. Alegraos, porque habéis de ser morada eterna de los justos y del Justo de los justos, Jesucristo, y de su Madre María. Alegraos Cielos, porque de las criaturas materiales e inanimadas a ninguna le ha caído mayor suerte, pues vosotros seréis Casa de Dios, que permanecerá por los eternos siglos, y en el recibiréis para Reina vuestra a la criatura más pura y santa que hizo el poderoso brazo del Altísimo. Por esto alegraos Cielos, y los que vivís en ellos, Ángeles y justos, que habéis de ser compañeros y Ministros de este Hijo del Padre Eterno y de su Madre María y partes de este Cuerpo Místico, cuya Cabeza es el mismo Jesucristo.-

Alegraos, Ángeles, porque, administrándolos y sirviéndolos con vuestra defensa y custodia, granjearéis premios de gozo. Alégrese singularmente el Arcángel Miguel, Príncipe de la Milicia Celestial, porque defendió en batalla la gloria del Altísimo y de sus misterios venerables y será Ministro de la Encarnación del Verbo y será testigo singular de sus efectos hasta el fin del mundo; y alégrense con él todos sus aliados y defensores del Nombre de Jesucristo y de su Madre María, y que en estos ministerios no perderán el gozo de la gloria esencial que ya poseen; y por tan Divinos Sacramentos se regocijan los Cielos.

Significado del contenido del Apocalipsis.

El Apóstol Juan evangelista dice: Pero, ¡ay de la tierra y del mar, porque ha bajado a vosotros el diablo, que tiene grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo! ¡Ay de la tierra, donde tan innumerables pecados y maldades se han de cometer! ¡Ay del mar, que sucediendo tales ofensas del Creador a su vista no soltó su corriente y anegó a los transgresores, vengando las injurias de su Hacedor y Señor! Pero ¡ay del mar profundo y endurecido en maldad de aquellos que siguieron a este diablo llamado Lucifer y en el Apocalipsis Dragón, que ha bajado a vosotros para haceros guerra con grande ira, y tan inaudita y cruel que no tiene semejante!.-

Es la ira de ferocísimo Dragón y más que león devorador, que todo lo pretende aniquilar, y le parece que todos los días del siglo son poco tiempo para ejecutar su enojo. Tanta es la sed y el afán que tiene de dañar a los mortales, que no le satisface todo el tiempo de sus vidas, porque han de tener fin, y su furor deseara tiempos eternos, si fueran posibles, para hacer la guerra a los hijos de Dios. Y entre todos tiene su ira contra aquella mujer dichosa que le ha de quebrantar la cabeza.-

Y después que vio el Dragón cómo era arrojado en lo profundo de la tierra, persiguió a la mujer que parió al hijo varón, el Cristo redentor de la humanidad. Cuando la antigua serpiente vio el infelicísimo lugar y estado adonde arrojado del cielo empíreo había caído, ardía más en su furor y envidia contaminándose como polilla para sus entrañas; y contra la mujer, María,
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Madre del Verbo Humanizado, concibió tal indignación, que ninguna lengua ni humano entendimiento lo puede encarecer ni ponderar; cuando se halló este dragón llamado Lucifer, viéndose derrotado y derribado hasta los infiernos más profundos de la tierra, con sus ejércitos de maldad.-

2º El segundo día correspondiente al lunes, en el que Lucifer y su ejército fueron arrojados y lanzados al infierno, tras la batalla perdida contra la razón intelectual que argumentaba el Arcángel Miguel. A esta duración de tiempo correspondieron las disputas de los Ángeles, de su creación, operaciones, batalla y caída, o glorificación.-

Al punto que Lucifer con su gente estrenó el infierno, hicieron concilio en él congregados todos Ángeles expulsados del Cielo. Este concilio les duró hasta el día correspondiente al jueves por la mañana; y en este tiempo, ocupó Lucifer toda su sabiduría y malicia diabólica en conferir con los demonios y arbitrar cómo más ofenderían a Dios, y se vengarían de alguna manera, del castigo que Dios les había dado; y la conclusión que en suma resolvieron fue, que la mayor venganza y agravio contra Dios, que según lo que conocían ellos mismos, era el de amar a los humanidad, así que determinaron en este Concilio, impedir a la humanidad, los efectos de aquel amor. Utilizando Lucifer, para esta guerra intelectual dirigida a la humanidad, el engañando, la persuasión, y en cuanto les fuese posible, obligar a los mismos hombres, para que perdiesen la amistad y gracia de Dios y le fuesen ingratos y a su voluntad rebeldes.-

Lucifer en este Coloquio, decía a sus Legiones: Hemos de trabajar empleando todas nuestras fuerzas, cuidado y ciencia; reduciremos a las criaturas humanas a nuestro dictamen y voluntad para destruirlas; perseguiremos a esta generación de hombres y la privaremos del premio que les han prometido; procuremos con toda nuestra vigilancia que no lleguen a ver la cara de Dios, pues a nosotros se nos ha negado con injusticia. Grandes triunfos he de ganar contra ellas y todo lo destruiré y rendiré a mi voluntad. Sembraré nuevas sectas y errores y leyes contrarias a las del Altísimo en todo; yo levantaré, de esos hombres, profetas y caudillos que dilaten las doctrinas que yo sembraré en ellos y, después, en venganza de su Creador, los colocaré conmigo en este profundo tormento; afligiré a los pobres, oprimiré a los afligidos y al desalentado perseguiré; sembraré discordias, causaré guerras, moveré unas gentes contra otras; engendraré soberbios y arrogantes y extenderé la ley del pecado; y cuando en ella me hayan obedecido, los sepultaré en este fuego eterno y en los lugares de mayores tormentos a los que más a mí se allegaren. Este será mi reino y el premio que yo daré a mis siervos.-

Al Verbo humanizado haré sangrienta guerra contra él, aunque sea Dios, pues también será hombre de naturaleza inferior a la mía cuando nazca como hombre. Levantaré mi trono y dignidad sobre la suya, lo venceré y lo derribaré con mi potencia y astucia; y a la mujer que ha de ser su madre perecerá en mis manos; ¿qué es para mi potencia y grandeza una sola mujer?.
Y vosotros, demonios, que conmigo estáis agraviados, seguidme y obedecedme en esta venganza, como lo habéis hecho en la inobediencia. Fingid que amáis a los hombres para perderlos; les serviréis para destruirlos y engañarlos; los asistiréis, para pervertirlos y traerlos a mis infiernos.-

Acabado este concilio, quiso Lucifer hablar con Dios y Su Majestad le dio permiso a Lucifer, y llegado el día que corresponde al jueves, hablando Lucifer con el Altísimo le dijo: Señor, pues tu mano ha sido tan pesada para mí, castigándome con tan grande crueldad, y has determinado todo cuanto has querido para los hombres, que tienes voluntad de crear,
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y quieres engrandecer tanto y levantar al Verbo humanizado y con él has de enriquecer a la mujer que ha de ser su madre con los dones que le previenes, tened equidad y justicia; y puesto que me has dado licencia para perseguir a los demás hombres, dámela para que también pueda tentar y hacer guerra a este Cristo Dios y hombre y a la mujer que ha de ser madre suya; dame permiso para que en esto lo ejecute yo con todas mis fuerzas.-

Respondiendo Dios a Lucifer le dijo: No debes. Satanás, pedir de justicia ese permiso y licencia, porque el Verbo humanizado es tu Dios y Señor Omnipotente y Supremo, aunque será juntamente hombre verdadero, y tú eres su criatura; y si los demás hombres pecaren, y por eso se sujetaren a tu voluntad, no ha de ser posible el pecado en mi Unigénito Humanizado; y si a la humanidad los haces esclavos de la culpa, Jesucristo ha de ser Santo y Justo y reparador de los pecadores, a los cuales si cayeren, Jesús los levantará y los redimirá; y esa Mujer, a la que tienes tanta ira hacia ella, aunque ha de ser pura criatura e hija de hombre puro, Yo ya he determinado preservarla del pecado y ha de ser siempre toda mía, y por ningún título ni derecho en tiempo alguno quiero que tengas parte en ella.-

A esto replicó Satanás: Pues, ¿Por muy santa que sea esa mujer, en toda su labor, la perseguiré y la incitaré al pecado? Esto no es equidad, ni recta justicia, ni puede ser conveniente ni loable.-
Dios le respondió: Yo te doy licencia para que puedas tentar a Jesucristo, que en esto será Ejemplar y Maestro para otros, y también te doy licencia para que persigas a esa Mujer, pero su cuerpo, no la tocarás en la vida terrenal; pero Jesuristo y su Madre, que sean tentados de ti como los demás mortales.-

Con este permiso se alegró el Dragón más que con todo el que tenía de perseguir al linaje humano; y en ejecutarle determinó poner mayor cuidado, como le puso, que en otra alguna obra y no fiarlo de otro demonio sino hacerlo por sí mismo. Y por esto dice Juan el evangelista: Que persiguió el Dragón a la mujer que parió al hijo varón; porque con el permiso que tuvo del Señor hizo guerra inaudita y persiguió a la que imaginaba ser la Madre del Dios humanizado.-

A María le fueron dadas dos alas de una grande águila, para que volase al desierto, donde es alimentada por tiempo y tiempos. Estas dos alas se la dieron a María antes de entrar en esta pelea contra Lucifer, porque fue prevenida por el Señor con particulares dones y favores.-

Una de estas alas, corresponde a la ciencia, que de nuevo le dieron grandes misterios y sacramentos.-

La segunda ala, fue nueva y de profundísima humildad.-

Con estas dos alas levantó el vuelo hacia el Señor, lugar propio y suyo, porque sólo en Él vivía y atendía. Voló como águila real, siendo sola en este vuelo y viviendo desierta de todo lo terrenal y creado y sola con el solo y último fin, que es la Divinidad.-

María en esta soledad, fue alimentada por tiempo y tiempos; fue alimentada con el dulcísimo maná y manjar de la gracia y palabras Divinas y favores del brazo poderoso; y por tiempo y tiempos, porque este alimento tuvo toda su vida y más señalado en aquel tiempo que le duraron las mayores batallas con Lucifer, que entonces recibió favores más proporcionados y mayores; también por tiempo y tiempos, la eterna felicidad, donde fueron premiadas y coronadas todas sus victorias.-
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Y por la mitad del tiempo fuera de la cara de la serpiente. Este medio tiempo fue el que María estuvo en esta vida, libre de la persecución del Dragón y sin verle, porque después de haberle vencido en las peleas que con él tuvo, por Divina disposición, estuvo como victoriosa, libre de ellas. Y le fue concedido este privilegio, para que gozase de la paz que había merecido, quedando vencedora de tal enemigo.-

Y arrojó la serpiente de su boca como un río de agua tras de la mujer, para que el río tragase a María; y la tierra ayudó a la mujer y abrió la tierra su boca y absorbió el río que arrojó de su boca el Dragón.-

Lucifer utilizó toda su malicia y fuerzas y las extendió contra esta Divina Señora, porque todos cuantos han sido de él tentados le importaban menos, sola María. Y con la fuerza que corre el ímpetu de un grande y despeñado río, así y con mayor violencia, salían de la boca de este Dragón las fabulaciones, maldades y tentaciones contra María; pero la tierra la ayudó, porque la tierra de su cuerpo y pasiones no fue maldita, ni tuvo parte en aquella sentencia y castigo que fulminó Dios contra la humanidad mediante Adán y Eva, que la tierra nuestra sería maldita y produciría espinas en lugar de fruto, quedando herida en lo natural con la forma del pecado, que siempre nos punza y hace contradicción, y de quien se vale el demonio para ruina de la humanidad, porque halla dentro de nosotros estas armas tan ofensivas utiliza contra nosotros mismos; y viendo que nuestras inclinaciones nos arrastra con aparente suavidad y deleite y con sus falsas persuasiones tras de los objetos más sensibles y terrenales.-

Pero María, que fue tierra santa y bendita del Señor, sin tocar en ella la forma ni otro efecto del pecado, no pudo tener peligro por parte de la tierra; antes ella la favoreció con sus inclinaciones ordenadísimas y compuestas y sujetas a la Gracia. Y así abrió la boca y se tragó el río de las tentaciones que en vano arrojaba el Dragón, porque no hallaba la materia dispuesta ni fomentos para el pecado, como sucede en los demás hijos de Adán, cuyas terrenas y desordenadas pasiones antes ayudan a producir este río que a sorberle, porque nuestras pasiones y corrupta naturaleza siempre contradicen a la razón y virtud. Y conociendo el Dragón cuán frustrados quedaron sus intentos contra aquella misteriosa mujer:.-

El Dragón se indignó contra la mujer; y se fue para hacer guerra a lo restante de su generación, que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Vencido este gran Dragón gloriosamente en todas las cosas por la Reina de todo lo creado, y aun previniendo antes su confusión con este furioso tormento suyo y de todo el infierno, se fue determinando hacer cruda guerra a las demás almas de la generación y linaje de María, que son los fieles señalados con el testimonio y Sangre de Jesucristo en el Bautismo para guardar sus testimonios; porque toda la ira de Lucifer y sus demonios se convirtió más contra la Iglesia Cristiana y sus miembros, cuando vio que contra la Cabeza de Cristo Señor y su Madre nada podía conseguir; y señaladamente con particular indignación hace guerra a las Vírgenes de Cristo y trabaja para destruir esta virtud de la Castidad virginal, como semilla escogida y reliquias de la castísima María y Madre del Cordero.-

Estuvo el Dragón sobre la arena del mar, que es la vanidad contentible de este mundo, de la cual se sustenta el Dragón y la come como heno. Todo esto pasó en el cielo; y muchas cosas fueron manifestadas a los ángeles, en los decretos de la Divina voluntad, de los privilegios que se disponían para la Madre del Verbo que había de humanizarse en ella.-
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EXPLICACIÓN DE LO CREADO

En la creación de todas las cosas, siempre se halló presente María con el Altísimo componiéndolas todas. Porque esta Sabiduría es el Verbo humanizado, que junto a su Madre estaba siempre presente, cuando en su Mente determinaba Dios la creación de todo el mundo; porque en aquel instante no sólo estaba el Hijo con el Eterno Padre y el Espíritu Santo en la unidad de la naturaleza Divina, pero también con el Alma humana que había de tomar, estaba en primer lugar de todo lo creado, prevista e ideada en la mente Divina del Padre, y con la humanidad de su Madre que la había de administrar de sus purísimas entrañas. Y en estas dos personas estuvieron previstas todas sus obras, de que se obligaba el Altísimo para atender a todo lo que el linaje humano podía desobligarle, y los mismos Ángeles, para que no procediese a la creación de todo lo restante de él y de las criaturas que para servicio del hombre estaba previniendo.-

Miraba el Altísimo a su Hijo Unigénito humanizado y a su Madre, como ejemplares que había formado con la grandeza de su sabiduría y poder, para que le sirviesen como de originales por donde iba copiando todo el linaje humano; y para que, asimilándole a estas dos imágenes de su Divinidad, todos los demás saliesen también mediante estos ejemplares semejantes a Dios. Crió también las cosas materiales necesarias para la vida humana, pero con tal sabiduría, que también algunas sirviesen de símbolos que representasen en algún modo a los dos objetos a quien principalmente él miraba y ellas servían: Jesucristo y María. Por esta razón, Dios hizo las dos lumbreras del cielo, el sol y la luna, para dividir la noche por medio de la Luna, y el día se señalase con el Sol de la Justicia de Jesucristo y su Madre, que es hermosa como la Luna y la luz del día representa la gracia, la de la noche mediante la luna el pecado; y con sus continuas influencias, el Sol ilumina a la Luna y ambos a todas las criaturas desde el firmamento y sus Astros y los demás hasta el fin de todo el universo.-

Dios crió las demás cosas y les añadió más perfección, mirando que habían de servir a Jesucristo y a María, y por ellos a los demás hombres, a quienes antes de salir de su nada les puso mesa gustosísima, abundante, segura y más memorable porque los había de crear para su regalo y convidarlos a las delicias de su conocimiento y amor; y como cortés Señor y generoso no quiso que el convidado aguardase, más que fuese todo uno el ser creado y hallarse sentado a la mesa del Divino conocimiento y amor, y no perdiese tiempo en lo que tanto le importaba como reconocer y alabar a su Hacedor.-

El sexto día de la creación, Dios formó y creó a Adán, con la edad de treinta y tres años, la misma edad que Jesucristo había de tener en su muerte; y tan parecido a su Humanidad, que en el cuerpo apenas se diferenciaban y en el alma también se la asimiló a la suya; y de Adán formó a Eva tan semejante a la María, que la imitaba en todas sus facciones y persona. Miraba el Señor con sumo agrado y benevolencia estos dos retratos de los originales que había de crear a su tiempo; y por ellos les echó muchas bendiciones, como para entretenerse con ellos y sus descendientes mientras llegaba el día en que había de formar a María y a Jesucristo, en la carne humanizada.-

Pero el feliz estado en que Dios había creado a los dos primeros padres del género humano duró muy poco, porque luego la envidia de la Serpiente y el Dragón, se despertó contra ellos, como quien estaba a la espera de su creación; a un que Lucifer no pudo ver la formación de Adán y Eva como vio todas las otras cosas al instante que fueron creadas, porque el Señor no le quiso manifestar la obra de la creación de la humanidad, ni tampoco la
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formación de Adán y Eva como vio todas las otras cosas al instante que fueron creadas, porque el Señor no le quiso manifestar la obra de la creación de la humanidad, ni tampoco la formación de Eva de la costilla de Adán, que todo esto se lo ocultó Su Majestad por algún espacio de tiempo, hasta que ya estaban los dos juntos. Pero cuando vio Lucifer la compostura admirable de la naturaleza humana sobre todas las demás criaturas, la hermosura de las almas y también de los cuerpos de Adán y Eva, y conoció el paternal amor con que los miraba el Señor y que los hacía dueños y señores de todo lo creado y les dejaba esperanzas de la vida eterna, aquí fue donde se enfureció más la ira de este Dragón y no hay lengua que pueda manifestar la alteración con que se conmovió aquella bestia fiera, ejecutándole su envidia para que les quitase la vida; y como un león lo hiciera, si no conociera que le detenía otra fuerza más superior; pero confería y arbitraba el modo de como los derribaría de la Gracia del Altísimo y los convertiría contra Él.-

Aquí se enfureció Lucifer; porque el Señor, misteriosamente, como desde el principio le había manifestado que el Verbo había de hacerse hombre en el vientre de María, pero a Lucifer no le fue declarado, ni dónde ni cuándo, por eso a Lucifer, le ocultó la creación de Adán y formación de Eva, para que desde luego comenzase a sentir esta ignorancia del Misterio y tiempo de la Encarnación. Y como su ira y desvelo estaban prevenidos señaladamente contra Jesucristo y María, sospechó si Adán había salido de Eva y ella era la Madre y él era el Verbo humanizado.-

Lucifer sentía más esta sospecha, por sentir aquella virtud Divina que le detenía para que no les ofendiese en la vida. Mas, como por otra parte conoció luego los preceptos que Dios les puso, que éstos no se le ocultaron, porque oyó la conferencia que tenían sobre ello Adán y Eva, salía poco a poco de la duda y fue escuchando las prácticas de los dos padres y tanteando sus naturalezas, comenzando luego, como hambriento león, a rodearlos y buscar entrada por las inclinaciones que conocía en cada uno de ellos. Pero hasta que se desengañó del todo, siempre vacilaba entre la ira contra Jesucristo y la ira contra María y el temor de ser vencido por ellos; y más temía la confusión de que le venciese la Reina y Señora del Cielo, por ser criatura pura, y no Dios.-

Lucifer, reparando, pues, en el precepto que tenían Adán y Eva, armado de la engañosa mentira entró por Eva para tentarles, comenzando a oponerse y contravenir a la Divina voluntad con todo conato. Y no acometió primero contra el varón sino contra la mujer, porque la conoció de natural más delicado y débil y porque contra ella iba más cierto porque no era Cristo; y porque contra ella tenía suma indignación, desde la señal que había visto en el cielo y la amenaza que Dios le había hecho con aquella mujer. A Lucifer, todo esto le arrastró y le llevó primero a ir contra Eva que contra Adán.-

Y arrojando sobre Eva, muchos pensamientos e imaginaciones fuertes desordenadas antes de manifestárselo, para hallarla algo turbada y des prevenida.

Lucifer, habló a Eva, trabando conversación que no debiera; pues de oírle y responderle pasó a darle crédito y de aquí a quebrantar el precepto para sí; y al fin persuadir a su marido que le quebrantase para su daño y el de todos, perdiendo ellos el feliz estado en que los había puesto el Altísimo.-

Cuando Lucifer vio la caída de los dos la de Eva y la de Adán, y que la hermosura interior de la gracia y justicia original se había convertido en la fealdad del pecado, fue increíble el
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