Terrer - Zaragoza

Voy a iniciar una serie de capítulos sobre la presencia de los romanos en nuestra tierra, las mejoras que introdujeron y las costumbres que había entonces.

LOS NUEVOS DUEÑOS DE TERRER.

Una vez conquistado el territorio de los Belos ( nuestra tierra), los romanos iniciaron la conquista del resto de España.

¿Qué pasó con nuestra tribu de los Belos?. Pues lo siguiente: muertos en combate la mayoría de los guerreros, los que quedaron en las ciudades y pueblos fueron esclavizados ( como era costumbre entre los romanos); pero no “matados”. Algunos de ellos serían vendidos o llevados a Roma y otros, los más, quedarían en nuestra tierra a disposición de lo que quisieran hacer los vencedores: los romanos

Dentro de la catástrofe que supuso en estas tierras la desaparición de la cultura y de la mayoría de la tribu de los Belos, algo positivo sucedió: Las guerras se trasladaron a otros territorios de “Hispania” y en la nuestra comenzó un período de relativa tranquilidad.

Lo primero que se plantearon los nuevos conquistadores fue la repoblación del territorio de los Belos, que había quedado casi sin hombres a causa de la guerra. Los romanos tenían la costumbre de licenciar a los veteranos de sus legiones y ejércitos auxiliares dándoles tierras en los lugares conquistados. Y así lo hicieron. Estos tomaron a las mujeres de los Belos ( por las buenas o por las malas) y comenzó a formarse la población hispano – romana, que se estableció aquí. Nuestra sangre “bela” no desapareció.

Posteriormente, se dedicaron a la reordenación del nuevo territorio conquistado.

En primer lugar, construyeron una nueva ciudad de Segeda (antigua capital de los Belos) en nuevo lugar, con menos posibilidades de defensa, quitándole la importancia que, hasta entonces, había tenido. Y destruyeron la antigua.

La segunda ciudad en importancia: Bílbilis, fue cambiada de sitio. En esta época se construyó otra ciudad de nueva planta en el paraje de Valdeherrera, en el cabezo donde el Jiloca desemboca en el Jalón. A los romanos les gustaba construir sus ciudades en la confluencia de dos ríos. A esta ciudad la llamaremos Bílbilis II. Los romanos trasladaron la capital de este territorio a esta nueva ciudad. La primitiva ciudad celtíbera Bílbilis I, que estaba en el barranco de San Roque, cerca de la actual puerta de Terrer, fue derruída.

No consta que destruyeran nuestra Tarata, aunque es probable que la bajasen más al llano de donde estaba con los celtíberos. O, incluso, la llevasen al otro lado del río ( cerro de San Gregorio) como hicieron con Bílbilis. Pero de esto que estoy contando ahora no hay ninguna constancia histórica. Yo pienso que la dejaron donde estaba.

En este trabajo se centraron los nuevos pobladores y la zona fue prosperando hasta que sucedió otra época de guerras y destrucción. Esta vez no fue para conquistar nada nuevo, sino que se reprodujo en “Hispania” la guerra civil que estalló en Roma por el control del poder, entre Sila y Mario. Por nuestra tierra, se instaló Sertorio, del bando de Mario. Y aquí mismo, en Tarata (Terrer), se produjo una famosa batalla entre Sertorio y Metelo. Este hecho ya fue reseñado por La Juani en uno de sus informes sobre “ sabías que . . . “.

Pasada esta época turbulenta, toda Hispania, entre los que nos encontramos, entró en un período de estabilidad y crecimiento.

Se inició así una de las épocas más florecientes de nuestra tierra, que merece algún capítulo aparte. Estamos hablando desde el año 150 antes de Jesucristo hasta el 400 después: unos 550 años ( siempre aproximadamente).

Continuará. . . .

Te doy mil gracias, la gente creativa y activa merece todo mi respeto.
Una.

Vamos a seguir contando cosas de la época romana:

LA PAZ DE AUGUSTO.-


Cuando en Roma se terminaron sus guerras internas, nombraron emperador a Octavio Cesar Augusto y comenzó en todo el mundo romano una época de prosperidad. Dentro del imperio estábamos nosotros.

En esta parte del mundo ya no hacían falta ciudades amuralladas ni guerreras, por lo que éstas fueron desapareciendo lentamente.

Segeda, la de los Belos, fue decayendo hasta el olvido.

Bílbilis II, que estaba en el pago de Valdeherrera, fue abandonada; pero se construyó otra nueva ciudad: BÍLBILIS AUGUSTA, que ha llegado hasta nosotros, en el cerro de Bámbola, donde se junta el Jalón con el Ribota, donde hoy está el pueblo de Huérmeda.
Esta nueva ciudad, magnífica, se convirtió en la capital de todo el valle del Jalón y llegó a competir con otra ciudad AUGUSTA ( Cesaraugusta = Zaragoza).

Con la paz, pudieron explotarse más ampliamente los recursos de la vega, introduciéndose las técnicas más avanzadas en su cultivo. Como consecuencia, floreció el comercio y la industria, se mejoraron las comunicaciones y se hicieron más seguros los caminos. Y se instalaron en nuestra tierra profesionales de los más variados oficios, que contribuyeron a que esta zona fuera muy próspera y rica.

A Tarata la reconvirtieron, de vigilante (ya no había nada que vigilar) en centro agrícola, ya que se desarrolló fuertemente la agricultura en nuestra vega.

Además, le dieron una nueva dimensión industrial. Las tierras de sus montes ( actual barranco del Lugar) se descubrieron como adecuadas para fabricar materiales de construcción ( ladrillos, yesos, cal etc.) para ser usados en todas las construcciones de la comarca. Y parte de sus pobladores se convirtieron en los “obreros de la construcción” de entonces.

En estos tiempos de los romanos he podido leer el nombre de nuestro pueblo escrito de numerosas formas: Tarata, Platea , Terrarium (relacionado con la tierra) y en poemas de Marcial, incluso, se habla de Pomona (llena de frutales), situada entre Bilbilis y Attacum, situación en la que se encuentra Terrer. Dando por sentado que Tarata era celtíbero y que Terrer es la forma castellana de llamar a nuestro pueblo en tiempos de los moros, en esta época de los romanos podría llamarse Platea, que es un nombre más mediterráneo (griego/romano) o Terrarium, o ambas denominaciones a la vez. El hecho de ser un asentamiento pequeño y, prácticamente, satélite de Bílbilis Augusta, hace que no salgamos muchas veces en la historia en esta época. Por mi parte, si nadie me lleva la contraria, ya hablaré de Terrer a partir de ahora.

Durante estos tiempos los romanos implantaron en todo el imperio ( y en Terrer, claro, también) el calendario “Juliano”. Las diferencias más importante con el anterior, de los Belos, es que se regía por el sol, en lugar de por la luna. Los días comenzaban a la salida del sol. Constaba de 12 meses y 365 días, con un mes de 366 (bisiesto).

El año empezaba en Marzo ( mes dedicado a Marte, dios de la guerra) que era la fecha en la que comenzaban las campañas militares. El año 153 A.C. se cambió el inicio del año a Enero para preparar mejor la campaña contra los Belos ( ya lo escribí en el capítulo correspondiente). Los meses se dividían en dos partes: las Calendas que comenzaban el día 1 y los Idus, que lo hacían el 15. Los nombres de los meses fueron asignados bien a los dioses : Marte (Marzo), Juno ( Junio), bien a los grandes dirigentes: Julio (Julio Cesar), Agosto (Augusto) o al número de orden que hacían en el primitivo calendario romano : Septiembre ( mes séptimo), Octubre (mes octavo), etc.

La semana de siete días fue implantada mucho más tarde: en al año 321 después de Jesucristo, por el emperador Constantino, que la copió de la semana judía y decretó además que fuese festivo el domingo para adorar a dios, en lugar del sábado judío.

El pueblo de Terrer fue extendiéndose a las zonas más llanas; aunque todavía dentro de los dos barrancos actuales (el de las cuevas y el del lugar). Y fue creciendo, fundamentalmente, a la sombra de Bílbilis Augusta , la nueva capital.


Continuará . . . .

Seguimos con cosas de la época de los romanos:

LA TRANSFORMACIÓN AGRARIA.-

Los romanos trajeron a nuestra tierra las últimas tecnologías que había en el imperio. Hispania era parte del imperio y aquí se producía lo que se necesitaba en otras partes del mismo.

En lo que respecta a nuestro entorno, las familias poderosas de Bílbilis, (unas originarias de Italia, otras, de las tribus aliadas de Roma) y los jefes militares de las guarniciones, dejaron de residir en la ciudad y se construyeron magníficas “villae” o casas de campo en toda la Vega de Terrer. Esto unido a la mano de obra especializada en labores agrarias que existía en la zona y, además, barata (los Belos vencidos), hizo que la agricultura se desarrollase fuertemente. No obstante, no se puede pensar en que nuestra vega se transformase a algo como ahora vemos. Simplemente se pasó de no tener cultivos a tener determinadas partes ( las villae y sus alrededores) cultivadas, casi siempre a este lado del río.

Introdujeron en nuestra tierra el ARADO ROMANO, que ha llegado hasta nuestros días. Seguramente, en casa de muchos labradores de Terrer permanece olvidado el “aladro”, con un rejón de hierro en la punta para labrar la tierra. Y alguno de los que viven, incluso, habrá labrado con él: estaba arando con un arado romano. Este invento permitía airear la tierra y hacerla más fértil, con lo que se inició el cultivo intensivo de los cereales, que aumentaron su importancia en la alimentación de nuestros pueblos.

Introdujeron productos como la vid y el olivo, esenciales en la vida mediterránea y de nuestra tierra. De estas fechas datan las plantaciones de viñas en Cariñena, Calatayud, Ateca y Terrer y las plantaciones de olivos en El Frasno, La Almunia, etc. Nada tengo que añadir a la importancia que, incluso hoy, tienen en la alimentación y producción de nuestro pueblo y zona. Y se comenzó a hacer y exportar (fundamentalmente, a Roma) tanto vino como aceite.

En el capítulo de frutas, simplemente señalar dos: las manzanas y las peras. Las manzanas se criaban silvestres en esta tierra; pero los romanos las comenzaron a plantar, explotar y seleccionar de forma intensiva. El peral también crecía silvestre; pero era de otra clase de inferior nivel. Los romanos introdujeron variedades nuevas en el valle del Ebro y del Jalón. Y hasta la fecha. Tanto las peras como las manzanas ( más éstas) se constituyeron como alimento esencial en las personas de nuestra tierra.

En el caso de las legumbres: citar las lentejas . Comenzaron a plantarlas y explotarlas en todo el valle del Jalón y, por tanto, en nuestro pueblo. Aquí éramos grandes suministradores de lentejas para abastecer a las legiones romanas que las consumían como plato básico ( la sopa del legionario).

Gran adelanto fue la introducción de las cebollas y las habas. Han sido un alimento básico desde entonces, no sólo en nuestra tierra, sino en todo el mundo. Son plantas que, en aquellos tiempos, quitaron la hambruna que existía cíclicamente en nuestra tierra y sólo fue sustituida, en parte, por la patata ( aunque ésta viene más tarde y de otra parte: América).

Finalmente, me referiré a las verduras: los nabos y las coles. Hasta nuestros días son importantes en nuestra alimentación.

Y no detallo más por no alargarme.

Con esta pincelada he querido informar de los avances que supusieron en nuestra tierra la entrada de los romanos, en el campo de la agricultura.

Continuará. . .

Borrado por su Autor.

Siempre es agradable recibir un elogio; pero si éste viene de una ardilla, personaje imprescindible de los cuentos "buenos", todavía es más agradable. Muchas gracias. Lo único que desconozco es a qué "dire" he de transmitir tus saludos. Hasta que quieras.

Borrado por su Autor.

hola Dire, Esta Semana Santa he estado en mi pueblo, y ya me han comnetado en preguntaste por mi.
Aver si la proxima vez que vaya por alli coincidimos, un saludo.
Contador, sigue ilustrandonos con la historia de Terrer, que entiendo podemos aplicar para todo el valle del Jalon y del Jiloca.

Aunque no os conozco a ninguno, os saludo y prosigo con mi "personalísima" narración de cosas sobre los romanos en nuestra tierra:

LAS NUEVAS VÍAS DE COMUNICACIÓN.-

Los romanos fueron grandes constructores, tanto de edificios, templos como de vías de comunicación.

Estas vías de comunicación fueron muy importantes para el traslado de tropas y para el desarrollo del comercio y de la cultura.

Por Terrer pasaba una de las CALZADAS más importantes de toda Hispania: la que unía la ciudad de Mérida (Emérita Augusta) con la de Tarragona (Tarraco). Allí se unía con otra calzada internacional: la Vía Augusta, que llevaba a Roma ( los que viven en Barcelona todavía circulan por ella).

Aunque ya no hay rastro alguno de por dónde pasaba, sí que se sabe que transcurría por la margen derecha del Jalón, por lo que se puede pensar que pasaba por donde ahora está la estación y venía desde Ateca bordeando el río por la derecha y llegando, más o menos, por el camino de Valtorrés. De aquí bajaba hacia Huérmeda (Bílbilis) hasta la desembocadura del río Perejiles ( la actual Calatayud no existía) y subía por los caminos que antes controlaban los Belos hasta Zaragoza.

Esta calzada no tenía acceso directo a Terrer, que era un pueblo pequeño, sino que se hacía a través de una “vía vecinalis”. más pequeña. Esta pasaba desde Ateca (Attacum) a la actual Huérmeda (Bílbilis), más o menos, por donde ahora va la actual carretera . Y la conexión con Terrer se hacía en las dos ciudades citadas que ya entonces eran más importantes que nuestro pueblo.

Por esta vía llegó hasta nuestras tierras el latín, lengua en la que se entendía el mundo en aquellos tiempos y, con ella, el Derecho Romano, que transformó las relaciones entre las personas, la cultura y la religión. Esta circunstancia nos hizo “ciudadanos romanos”, es decir, ciudadanos del mundo, en contraposición a los “bárbaros”, que vivían fuera del imperio.

En esta época, Terrer se mantuvo como un pequeño pueblo especializado en la fabricación de materiales de construcción (ladrillos, yeso, cal, etc.). Hay que pensar que algunas personas trabajasen construyendo edificios, templos, teatros, etc. en ciudades cercanas. Y también, pensar que la mayoría de la población se dedicaría a las labores agrícolas en las “villae” de la vega y en algunos pequeños huertos en las cercanías del pueblo.

Continuará . . .

Intento enviar otro escrito y no lo consigo. ¿Hay alguna restricción o es problema de mi ordenador? Un poco de ayuda, por favor.

A ver si ahora tengo más suerte. Lo único que estoy haciendo es copiar de un archivo que tengo y pegarlo aquí.

COSTUMBRES DE AQUELLA ÉPOCA.-

En la época más brillante de la dominación romana ( años 30 antes de Jesucristo hasta los 150/200 después) nuestro valle estuvo controlado por la actividad desarrollada en la ciudad de BILBILIS AUGUSTA (Cerro de Bámbola, en Huérmeda). Se va por la carretera de Soria y se toma el desvío al cementerio de Calatayud. Hay indicaciones. Desde la autopista, yendo hacia Zaragoza, se puede ver desde el pago de Marivella.

Allí estaba el Foro, que era el lugar central de la ciudad, donde se trataban los temas públicos, se discutía de todo (de esta institución romana se ha tomado el nombre del Foro de Internet donde discutimos, casi con la misma intensidad que entonces, los de Terrer) y se hacía el mercado donde de comerciaba. Estaban además: el Teatro, las Termas (baños públicos), los Templos de los principales dioses y las tiendas, escuelas, casas de oficios ( zapateros, carpinteros, etc.). Y el nivel de vida tanto económico como cultural era alto para la media de entonces. Es decir, que la gente aquí vivía razonablemente bien.

La gente de Terrer bajaría al mercado a vender sus productos y ya de paso, si había alguna representación, se quedaría a ver alguna función de Teatro y compraría alguna cosa que necesitase en las TABERNAE ( éstas eran las tiendas, que tenían una sola estancia y mostrador), o en las variadas OFFICINAE ( talleres de artesanos). Posiblemente se quedarían a dormir en alguna STABULA ( establecimientos con establos para los animales, con patio, comedor y dormitorios), aunque los más pudientes se irían a una HOSPITIA ( hostales con comedor y dormitorios; pero sin establos). Mientras, podían tomarse un vino en alguna de las muchas POPINAE ( tiendas en las que se vendía comida y bebida). Restos de todas estas cosas pueden visitarse actualmente en el cerro de Bámbola (cerca de Huérmeda), donde cada verano hay equipos de personas excavando.

Si nos retrotraemos a los años 50 nuestros, posiblemente muchos de nuestros padres y abuelos hacían prácticamente lo mismo cuando bajaban a Calatayud. Yo recuerdo haber ido con mis abuelos y mis padres a las ferias y mi abuelo se quedó a dormir en la Hospedería del Pilar, parecida a las STABULA romanas, ya que, al día siguiente, quería comprar una burra.. Mis padres se fueron a ver una Revista al Teatro Capitol , cerca de la Iglesia de San Andrés, y yo, con mi abuela, a casa, en el primer coche que subía, después de haberme comido un merengue y un “carquiñón”. No creo que hubiera muchas más diferencias con los tiempos que comentamos.

Algunos de nuestros paisanos, con economía más poderosa, bajaba a sus hijos a la escuela a Bílbilis a estudiar lo que se estudiaba entonces: retórica, filosofía, literatura. O bien lo dejaba en el taller de algún artesano para que aprendiese el oficio. En fín, algo parecido al Instituto o la Academia Izquierdo de nuestros tiempos.

Alguno, es posible que emigrara a Zaragoza, Tarragona, incluso Roma, capital del Imperio ( como hemos tenido que emigrar muchos de nosotros).

El más famoso de todos ( aunque no era de Terrer, sino de Bílbilis) se llamaba MARCIAL. Su padre era zapatero y estudió en Bílbilis, Tarraco y Roma. Allí destacó escribiendo poesías satíricas, picantes ( epigramas).

Destacar de este hombre que cuando vivía en Roma escribía cartas a sus amigos romanos alabando lo bonita y agradable que era su tierra. Decía que paseaba con sus amigos por POMONA ( la vega de Terrer, llena de árboles frutales y verdura), se bañaba en las aguas calientes de las NINFAS ( baños de Alhama) y en el gélido Jalón que forja las armas, se daba grandes banquetes con lo que cazaba en los montes de Bubierca. Y decía que nada hay comparable con una casa en el campo de su tierra, descansando a la sombra de una parra, comiendo los productos de su tierra y durmiendo en agradable compañía, sin los “ruidos” de su casa de Roma. Quería, y así lo hizo, volver a envejecer a su tierra. ¿Hay alguno de los que hemos emigrado que no escribiría añorando su tierra y que, al jubilarse, no quisiera regresar?. Pues eso.

A partir de los años 200 después de Jesucristo, nuestra tierra dejó de ser estratégica y la importancia y el progreso pasó a Zaragoza. Aquí empezó el declive: el primero, el cultural, y luego, lo demás. Pero aunque nos volviésemos de nuevo semi analfabetos como casi sucedió, en nuestra tierra siempre se mantuvo la población porque había medios para alimentarla: la vega , el río y los montes cercanos, con su agricultura, su caza y su pesca.

Continuará . . . .

Al parecer ya lo he conseguido; pero no me pregunten cómo. A lo peor salen por ahí cuatro o cinco copias. Perdón a todo el mundo.

No dejes de contarnos cosas Contador de Cuentos, aunque hace algún tiempo que no escribía nada sigo con atención todas tus historias, enhorabuena por el trabajo que realizas, un saludo.

Prosigo con el último cuento sobre la época romana.

¿COMENTAMOS ALGO SOBRE LA RELIGIÓN DE ENTONCES?.-

Siempre que escribo algo sobre religión, pido disculpas de antemano a todos los posibles lectores porque siempre es un tema controvertido en extremo. No obstante, vamos allá.

Dejamos a los Belos con sus dioses y creencias naturales. Vinieron los romanos y, en la mayoría de los casos, se limitaron a cambiar de nombre los dioses y, en la época del imperio, añadieron a uno: el emperador. Como eran ricos, construyeron templos en todos los sitios, algunos de ellos, magníficos.

En lo que respecta a nuestro valle, la población ( celtíbera mezclada) se limitó a aceptar las nuevas deidades y en vez de llamar LUG al jefe de los dioses, le llamaron JÚPITER. Y poco más. Aquí quedó muy arraigada la antigua cultura religiosa de los Belos, que veneraba a los árboles, ríos, fuentes, montes, etc., a las que, simplemente, pusieron otros nombres.

Sí que permaneció, acrecentado por los romanos, la cultura a los antepasados muertos. Se llamaban los LARES. Y eran los dioses protectores de las familias y los representaban en todos los hogares con pequeñas estatuillas colocadas en lugares preferentes de las viviendas. Y a ellas acudían a “rezar” y a pedir ayuda cuando se encontraban en problemas. Como pienso que muchos de los lectores habrán visto la película “GLADIATOR”, recuerdo un pasaje del protagonista, Máximo, el “Hispano”, cuando el Emperador lo nombra su heredero y, antes de irse a dormir, al presentir que le acechan graves problemas, se pone a “rezar” ante estatuillas de sus antepasados muertos, pidiéndoles ayuda. De esta costumbre queda en la mayoría de nuestros hogares la costumbre de mantener en lugares preferentes las fotos más entrañables de nuestros padres y familiares. Y de hasta “hablar” con ellos en momentos de angustia.

Los romanos, pues, eran gente que, en esto de la religión, no fueron beligerantes siempre que los vencidos no lo fueran.

Pero, en la época del emperador Augusto, nació Jesucristo. Este hecho fue el origen de otra visión distinta del hecho religioso. Nació el cristianismo y esta nueva religión pretendió desde su inicio sustituir el orden religioso establecido. Y, como todo el mundo conoce, tuvo muchos problemas y persecuciones, hasta que en el año 313, el emperador Constantino la hizo oficial y, con este evento, comenzó otro imperio, no tanto guerrero como ideológico, que acabó imponiéndose hasta muy entrada la edad moderna.

¿En qué afectó esto a los de Terrer?. Pues como no éramos el ombligo del mundo, en muy poco. Pero en algo sí nos afectó.

Dice la “tradición” ( no la historia) que Santiago el Mayor estuvo en Zaragoza predicando la nueva doctrina y, ante el rechazo del pueblo, se quedó muy abatido. Bajó entonces desde el cielo la Virgen a consolarle. Y le dejó un Pilar.

Con independencia de las creencias de cada uno, que respeto absolutamente, yo, cada vez que voy a Zaragoza, hago por tener un poco de tiempo para ir al Pilar, besar el Pilar, rezar a la Virgen y poner, antes, una vela, y, ahora, una lucecilla, en nombre de mis padres, mis abuelos y todos los que conozco. Y se me saltan las lágrimas.

Según mi criterio, algo sí que ha influido en Terrer. Por eso lo escribo aquí.

Finalizo con esto la etapa hispano romana y doy un muy breve paso a los visigodos.

Esta época es de transición.

TERRER ANTIGUO: Epoca de los visigodos.


A partir del año 400 después de Jesucristo, numerosas tribus “bárbaras” invadieron el imperio.

Para defender una parte del mismo, los emperadores romanos llamaron, como aliados, a otra tribu bárbara: los visigodos. Estos se ocuparon de expulsar a los invasores y se quedaron ellos.

Por nuestra tierra nos libramos de guerras; pero los visigodos no dedicaron especial cuidado a mejorar lo que se encontraron. Simplemente pusieron al frente de este territorio a un Dux (duque) que sólo se dedicaba a cobrar los impuestos y el nivel de vida se fue, poco a poco, degradando.

Nuestro pueblo, como el resto del valle, fue languideciendo, pasando la preponderancia al valle del Ebro (Zaragoza) y a las faldas del Moncayo (Tarazona).

En este tiempo, la religión fue un punto de conflicto muy importante, entre arrianos y cristianos. Vencieron los últimos.

De los visigodos, además del Fuero Juzgo, derecho que tuvo mucha importancia en toda la Edad Media, quedaron algunas iglesias y bastantes imágenes, sobre todo, de la virgen, que tuvieron en tiempos posteriores mucha importancia y, en arquitectura, introdujeron o desarrollaron el arco de herradura en las construcciones tanto de iglesias como de palacios.

Y la organización eclesiástica del territorio fue establecida en Diócesis, gran parte de las cuales permanecen actualmente. Desde esta época, Terrer pertenece a la Diócesis de Tarazona, ciudad que, entonces, era más importante de Calatayud y tenía Obispo.

Esta división territorial fue la primera que se hizo teniendo en cuenta las características locales y fue tan coherente que gran parte de las fronteras entre los distintos reinos cristianos, a medida que se conquistaba el territorio moro, se trazaron en base a las fronteras de las distintas diócesis visigodas. Así, nuestro pueblo perteneció al Reino de Aragón porque estaba dentro de los límites de la diócesis visigoda de Tarazona. Tras la reconquista, la frontera entre Aragón y Castilla se mantuvo en las mismas líneas que separaban la diócesis de Tarazona, por Aragón, de las de Osma y Sigüenza, por Castilla, ya que los reyes solían tener como asesores a los Obispos y gente de iglesia, que eran más letrados que la mayoría del pueblo, por aquel entonces, casi analfabetos.

Hasta que vinieron los moros. Año 711.

Estupendo¡¡
Eres el mejor contador de cuentos que he conocido.
En el foro de los Mostilleros alguien recomendó que visitáramos el de Terrer y te aseguro que me ha encantado.

Tal y como dices mucho de lo que paso en tu pueblo paso en el mio pero nadie me lo había explicado de una forma tan sencilla y amena.

Continua con tu labor, es tan interesante como las novelas de la saga delos hijos de la tierra, el hombre de las cavernas etc.....

!!Uff que tiempos aquellos en los que hacia casi a diario el recorrido La vilueña, Valtorres, Ateca, Terrer, para llegar a la academia de Izquierdo...esperando con su bara gracias a la cual se convirtió Cataluña en la receptora de la mano de obra mejor preparada en aquella epoca para su banca.

Saludos de una mostillera

Correspondo a tu saludo y te lo agradezco. Muchos de nosotros fuimos a Cataluña. Y todos éramos muy buenos: los mejores o los que más lo necesitábamos. Yo estuve allí un tiempo; pero luego, la vida me fue llevando por otros derroteros hasta acabar contando cuentos y transmitir cosas, que es lo que me gusta. Quién me lo iba a decir cuando, de niño, corría por Terrer. Por cierto, creo recordar que había una familia a la que llamaban "los mostilleros". No sé si serás de esa familia. En todo caso, siempre es bueno recordar. Es señal de que hemos vivido.

Un saludo

Vaya culebra, veo que cuando hay algo bueno en el Foro, tambien sabes reconocerlo y felicitar.

El que se podria dedicar a escribir, si no lo hace ya, es el cuentacuentos.
Yo me uno a ti, en el grupo de los que no saben escribir, y ademas yo no tengo la ironia que tienes tu.

Contador, lo de mostillera viene de que a los de La vilueña nos llaman así, al igual que a los de Munebrega se les dice Zarandilleros, a los de Calatayud Cazuelos etc.. a los de Terrer no se como se les llama.

Yo no fui de los que aterrizo en Cataluña, paso allí los veranos desde hace muchos años y los mismos Catalanes me contaban las anécdotas de los Bilbilitanos, que solo un poco mas que niños llegaban con sus maletas y un montón de ganas de trabajar, ¡y que buen resultado daban!, me comentaba a menudo un director de banca.

Yo en Terrer solo he estado una vez en fiestas, creo que el año 72-73 para el mes de Mayo, unos familiares me invitaron, tenia unos 18 años y disfrute mucho, jugue un partido de fútbol femenino por primera vez en mi vida contra las de Calatayud, corrí delante de las bacas y baile mucho.
Lo pase "bien". Las comillas te puedes imaginar porque las pongo, en aquellos años se vivía con tantos y tantas restricciones que era difícil disfrutar desde dentro haciendo lo que en realidad se deseaba en vez de lo que se esperaba que hicieras.

Saludos y si averiguas algo sobre la historia de La vilueña y Munebrega te agradeceria lo compartieras.
Desde Zaragoza una mostillera

Como siempre, agradezco a los participantes sus comentarios. A Malvino lo recordaré cocinando el "babo": una receta extraordinaria y escrita con una gracia que "no se pué aguantá". Lo leo muy a menudo. Con Culebra es la primera vez que tengo el placer de comunicarme; pero le reconozco como un experto en esgrima, que usa la "pluma" como florete. Por lo que se deduce de tus escritos, pienso que posees una cultura muy amplia y diversa.Y me alegro de que así sea. Y a mi amiga de La Vilueña, decirle que alguna cosa, pocas, podré contarle de su pueblo cuando llegue el momento de contar la época en que compartimos algo ambos pueblos. Munébrega es algo aparte. Tiene una gran historia por sí misma. Y más antigua que la nuestra.