Bardallur - Zaragoza

XI
Frikistone reunió a sus comandantes. Todos sus soldados se encontraban ya formados y equipados para la batalla. El grueso de las tropas entraría por la puerta de Mayor St., mientras que otros dos grupos atacarían por los dos extremos del pueblo. En todos los casos, el ataque lo iniciaría un grupo de jinetes que abriría el paso a los hombres de a pie. El duque de Frikistone encabezaría el ataque. Podría ser muchas cosas, pero desde luego no era un cobarde.
Todos los habitantes de Bardayork llevaban lienzos húmedos cubriendo su boca y nariz; todos se hallaban ya en sus posiciones. En las dos calles principales aparecían varios carros cargados con rastrojos y hierbas secas. En cuanto se produjo el ataque los carros fueron incendiados.
Por Major st. entraron al galope los primeros enemigos. Los habitantes del pueblo dejaron pasar de largo la primera envestida. Las calles se encontraban desiertas. Los vecinos se habían escondido de la vista del invasor, en su mayoría tumbados sobre los tejados. Pese a las advertencias del duque de que no se confiaran, sus soldados estaban convencidos de que sería un paseo triunfal. Apenas quedaban habitantes en el pueblo que pudieran mostrar alguna oposición al ataque.
Tras pasar los primeros soldados, desde casa de Johnny Ternasc, su hermano Joseph junto al suegro de lady Spar y un numeroso grupo de vecinos, empujaron un carro en llamas, quedando cruzado a lo ancho de la calle. Al mismo tiempo, Pul Garet y Zack Wenn dirigían la operación para cruzar otro carro desde el pequeño callejón que daba a la calle principal. En poco tiempo el humo lo invadió todo. Los soldados del duque se hallaban cercados y en ese momento empezaron a recibir los impactos de flechas y piedras que eran lanzadas desde los tejados. Intentaron huir del humo que les asfixiaba y no les dejaba ver nada. Trataron de abrir algunas de las puertas y portones de las casas, pero todas habían sido previamente tapiadas y reforzadas por su interior.
Algunos soldados enemigos que ya habían llegado a la curva de la cuesta del cementerio se habían dado cuenta de la trampa de los lugareños y retrocedieron para ayudar a su infantería. Con sumo esfuerzo, lograron mover el pesado carro, pero muchos iban cayendo víctimas de las flechas y piedras enemigas.
El ejército enemigo siguió su marcha para salir de la densa humareda, cuando de repente un tercer carro se cruzó en su camino. En este caso iba cargado de piedras. Al toque de cuerno de Emanuel Poch, los vecinos se retiraron de los tejados. Los soldados del duque intentaron darse más prisa en despejar la calle. Al oír el cuerno temieron un nuevo ataque. Al mismo tiempo, Einyel, Alex y Karma se aproximaron al carro para rápidamente salir corriendo en dirección opuesta. Tan sólo un pequeño hilo de humo se levantaba desde la carga. Los soldados enemigos se aproximaron con presteza hacia el nuevo obstáculo para retirarlo de su camino y de repente…. éste saltó en mil pedazos produciendo una explosión que se escuchó en varias millas a la redonda. Decenas de cadáveres quedaron esparcidos por la calle. La pólvora de Einyel de Spar había funcionado.
En ese momento los habitantes del pueblo descendieron de los tejados y redujeron a los supervivientes, aún conmocionados por la explosión.
Por el momento, los habitantes de Bardayork habían conseguido fraccionar el ejército enemigo. El castillo estaba cerrado a cal y canto, los vecinos que había dentro se refugiaron n los pasadizos.
Los enemigos estaban mermados, casi ciegos por el humo. Como se decidió, en esta fase de combate a pie de calle, serían los habitantes del pueblo que ya tenían experiencia en combate los que encabezaran la lucha. Joquim Sundayz y su hermano J. Michael, luchaban espalda con espalda, protegiéndose mientras soltaban mandobles con sus espadas a diestra y siniestra. En la zona del molino ocurría lo mismo, salvo que allí la lucha estaba más igualada. Los soldados enemigos habían conseguido incendiar varias casas haciendo así descender de los tejados a sus oponentes. Sir Landrover, sir Uxon, y los Tappies, padre e hijo, encabezaban la lucha, pero pronto todo el mundo se vio obligado a luchar. Pul Garet se defendía con su espada y atacaba a los soldados con rabia y coraje, en esos momentos no pensaba en el riesgo, sólo en vencer. Su pelo estaba enmarañado por el sudor y el humo, dejaría allí su último aliento si fuese necesario. Cuando todo parecía perdido, advirtieron que un numeroso grupo de personas, encabezado por Johnny Ternasc se acercaban corriendo hacia ellos blandiendo sus armas. Eran los hombres que el vivo pastor había conseguido reclutar en Pleitax y Barbowls y que habían logrado romper el cerco enemigo. Los soldados de Frikistone bajaron sus armas y se rindieron.
Frente al castillo el resto del ejército enemigo trataba de tirar el portón o hacer salir a sus habitantes, cuando escucharon la tremenda explosión. Para ello lanzaban flechas con fuego a su interior. Pronto la parte central del castillo se encontró en llamas. Entonces consiguieron derribar la pesada puerta de entrada. Entraron decididos a masacrar a todo aquel que encontraran. Ni un alma
Todos quedaron muy sorprendidos, para cuando empezaron a caer en la cuenta de que alguien había tenido que cerrar el portón por su interior, escucharon una muchedumbre que se les venía encima desde el exterior. Al frente se encontraba el valeroso Bakein. Los habían sorprendido desorganizados; intentaron maniobrar y refugiarse en el interior del castillo. En ese momento, desde los pasadizos apareció otro numeroso grupo de vecinos armados con arcos y lanzas. Frikistone, mientras, lanzaba espadazos en todas direcciones y gritaba a sus soldados: ¡luchad, nenazas, cobardes!, pero la gran mayoría de ellos, al verse en el punto de mira de las flechas enemigas soltaron sus armas y se rindieron. Frikistone no se rendía, vendería muy cara su alma. De repente, entre la muchedumbre vio a Capapew y se fue hacia él levantando su pesada espada con las dos manos. En ese momento, una flecha surcó el aire e impactó al duque en una pierna. Frikistone se sobrepuso a duras penas e intentó continuar su carrera, pero en ese momento otra flecha le alcanzó el pecho y le hizo caer. Todo el mundo se giró buscando la procedencia de las flechas. Einyel y Alex sostenían temblorosos sus arcos, habían sido los primeros en reaccionar. Frikistone fue hecho prisionero.
El duque se encontraba tumbado sobre una mesa a la que había sido atado. Hubiese preferido morir en la batalla antes que caer prisionero. Rose y Ampeir de Ruralhome lo estaban atendiendo. Las divertidas hermanas le aplicaron uno de sus famosos emplastos sobre las heridas y afirmaron que sobreviviría. “Quitarme estas marranadas de encima y defenderos como un hombre”, dijo retando a Capapew. “No quiero que estas malditas brujas me pongan la mano encima”. Bakein se acercó al duque y mostrándole su enorme puñal le dijo: “Ojito a quien llamáis brujas, estas encantadoras señoras son auténticas sanadoras, os lo aseguro”.
Aprovechando que Frikistone estaba inmovilizado, lady Birchin se le aproximó portando una banqueta en una mano y un grueso rollo de pergaminos en la otra. “Ya que no tenéis entretenimiento ni ocupación para esta noche, -dijo la joven dama al duque – me quedaré en vela leyéndoos unos cuantos tratados que he escrito”. En ese momento entró en la estancia lady Ventolera, con otra banqueta y más pergaminos. El alarido de Frikistone se pudo escuchar en todo Bardayork.
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* Me gustaría dedicar especialmente este capítulo a las dos personas que han inspirado los personajes de Frikistone y Catty, su encantadora esposa. En absoluto se parecen a los personajes del cuento y si los he elegido a ellos ha sido simplemente por la amistad y la confianza que nos une.

Zagueño:! Que esta herido en una pierna y en el pecho! y auque inmovilizado si es capaz de pegar semejante grito, no te arriendo la ganancia de lo que va a echar por su boca ¿ de verdad crees que eso es una tortura para el? ¿no sera nuestra tortura? ja, ja, ja, GRACIAS OTRA VEZ Y BESICOS.

Gracias por tu dedicatoria,es una delicadeza por tu parte que valoramos en toda su amplitud,solo te pido para Frikistone una muerte rapida,bebere el caliz de retama con gusto,pero no me sometas al suplicio de oir los setenta y cuatro tratados sobre la epoca oscura,todo menos eso,ademas lady Ventolera parece que porta los episodios nacionales escritos en letra cuniforme y en papel Biblia,aggg,todo menos eso,no sea cruel.

Frikistone y lady Catty

Soy Carmencita
gracias y hasta el proximo domingo
Un besico

Muy bueno zagüeño, en fin que alguien le quite los tratados que esta lady birchin puede llegar a ser el personaje más cruento y sanguinario del cuento... que tampoco es plan de atormentar de ese modo a un herido
gracias por el cuentecito bss

para no variar mi costumbre... la de ntes era yo ^^

Nuevamente estoy muy agradecido a todos. Es todo un detalle que cada semana os molesteis en hacer un pequeño comentario sobre el último capítulo. Como podréis adivinar, el cuento está llegando a su fin, al menos en este episodio. En cuanto a Friki, te diré que, tal y como sugieres, desearía complacerte y dar muerte al personaje de forma rápida. Es uno de mis personajes favoritos y no me gusta ver su sufrimiento, pero no puedo. No lo podría asumir. Es un personaje que puede dar mucho juego, es cruel y malvado, pero es listo y valiente. No renuncio a la posibilidad de que en un futuro pueda protagonizar otro episodio. Lo veo perfectamente capaz de salir airoso de este capítulo de la historia de Bardayork y protagonizar otro. Eso si, con su consentimiento.

Lo breve si es bueno dos veces bueno. Lo poco gusta lo mucho cansa.
BREVISIMO

Esperamos el desenlace con impaciencia. Besos
CLARION