Castroverde de Campos - Zamora

BEATRIZ TALEGON ES SECRETARIA GENERAL DE LA UNIÓN INTERNACIONAL DE JÓVENES SOCIALISTAS

12 /08 /2013

España es un país con una riqueza cultural incuestionable. A lo largo de la historia civilizaciones, religiones, razas han convivido dejando huella en el código genético de nuestra tradición. La mezcla de lo mejor genera como resultado algo mucho más interesante, en todos los ámbitos, en todos los lugares y momentos.

Un país que invierte en cultura garantiza una ciudadanía sensible, abierta y tolerante. Pieza clave para garantizar la paz, la supervivencia y el desarrollo a largo plazo.

Geográficamente España ha sido un lugar de paso y conexión de realidades tangencialmente distintas que no han tenido más remedio que enfrentarse, entenderse y en muchos casos dando ejemplo de convivencia. Desde nuestra propia biología a nuestros usos y costumbres. Somos de lo más mestizo y eso precisamente hace de nosotros un pueblo con riqueza longeva y prácticamente inmortal. Europeos, latinos, ibéricos, árabes, judíos, cristianos, inquisidores, colonizadores, conquistados, emigrantes y receptores de inmigración. Luces y sombras y brutalidades de las que aprender. Lo tenemos todo para ser un ejemplo de convivencia, como fuera Toledo, la capital de las tres culturas, referente mundial en superación de prejuicios y potenciación de la interculturalidad.

La cultura se filtra por cada poro de la piel, desde la gastronomía al arte, la ciencia, la tradición y el cuidado de la naturaleza. Descuidarla es tan grave como dejarse morir por inanición. Desarrollar un sistema que garantice el fomento y acceso a la cultura ha de ser una de las tareas fundamentales de los gobiernos: no se trata de un lujo ni un capricho, sino del alimento del alma, de la dimensión humana fundamental para la creación de un proyecto social.

El poder de las cosas pequeñas viaja en las ondas de radio en el Valle de Valdivielso. Un proyecto comprometido con la tradición, con la participación intergeneracional: cada día los que habitan y habitaron lanzan su voz y rebota en las montañas para que no se pierda lo aprendido. Todos escuchan con atención al aedo radiofónico que narra historias vetustas y que hace entender mejor el valor que tienen las cosas que nos pasan desapercibidas, sin las que nada tendría sentido. Un proyecto que da vida a través de las voces de los que acumulan recuerdos que deben ser contados; una iniciativa valiente de los que descubrieron el sentido de recuperar de lo bueno, lo mejor y compartirlo para que se multiplique.

En Castroverde de Campos su alcalde, Cecilio, lleva décadas luchando por hacer las cosas a fuego lento. Por cuidar de cada uno de los rincones, de los visibles e invisibles. Sin cobrar ni una peseta y poniendo por adelantado el amor y la autenticidad de cada batalla que da. Y en sus calles juegan estos días a la rana, a los bolos, y recuperan los juegos tradicionales porque saben del valor que tienen. Los pequeños miran y descubren que pintar con tiza en el suelo tiene un sabor distinto a la pantalla de la videoconsola. Y serán esas cicatrices en las rodillas las que les acompañen siempre y les devuelvan los mejores recuerdos. Un pueblo con un nivel de desempleo irrisorio y con rincones llenos de vida, de la que dan las cosas que quedan cuando ha pasado de todo y se queda lo mejor.
Qué difícil es entender lo que nos rodea cuando el ruido no deja escuchar las voces de quienes han pasado mil veces por el mismo camino.

Cuando desde las instituciones no se fomentan los espacios abiertos y el conocimiento de nuestra riqueza, la que a penas cuesta dinero, se está destruyendo el espacio fundamental para generar un crecimiento conjunto de la ciudadanía. Proyectos como el de Rústica (www.rusticaweb.com) tratan de superar el ruido para llenarlo de compromiso, conocimiento y concienciación. Jóvenes emprendedores que aman su tierra (la nuestra), la tradición y el medio ambiente y se forman para que descubramos lo que nos rodea. Porque conocer es la única manera de valorar, respetar y mantener vivo lo que es de todos.

La cultura ha de estar al alcance de nuestra mano, debe ser como el aire que respiramos y que a veces alimenta más que cualquier otra cosa. Estamos sedientos y hambrientos sobre todo de aprender. Un sistema que no promociona la calidad sino la rentabilidad destruye su capacidad evolutiva, su potencialidad se reduce a balances de ingresos y beneficios (económicos). Generar consumidores en lugar de ciudadanos ha sido el principal problema que nos ha llevado al punto en el que nos encontramos.

Es imprescindible democratizar lo que nos hace grandes, lo que fomenta y alimenta la sensibilidad, la empatía y consigue abstraernos para disfrutar de la belleza. No solamente para algunos pocos debe estar el conocimiento y precisamente para lograrlo se ponen en marcha iniciativas como la de Ópera sostenible, donde el espectador paga un precio justo por su entrada y se apoya así al desarrollo cultural basado en el talento y la entrega de los artistas, no en criterios de mercado.

Es momento de entender que el sector público ha de promover la democratización del arte y la cultura fomentando la apertura de espacios, los acuerdos de mecenazgo y patrocinio de proyectos que busquen un acercamiento de lo que, hasta ahora, para la gran mayoría es algo prácticamente inaccesible: la ópera, zarzuela, ballet, teatro han de estar al alcance de la mano de cualquiera. Porque es un vector fundamental para la democracia, porque en nuestro país es un ámbito con un gran potencial. Y nuestro actual gobierno, lejos de promover las industrias culturales y el desarrollo de proyectos de jóvenes artistas, establece tributos (21% de IVA) que alejan más todavía a la ciudadanía de los teatros, salas de conciertos y exposiciones.

Un país que no cuida a sus artistas pierde la fuente de inspiración que, en definitiva es lo que tanto necesitamos. Descuidar lo que fundamentalmente nos caracteriza como humanos fomenta un retroceso que no podemos permitirnos el lujo de promover.

Beatriz Talegón es secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas
@BeatrizTalegon


https://ww.elplural.com/2013/08/12/mas-cultura/

Todo muy bien en el articulo, pero decir que no hay desempleo, cuando lo que no hay, son puestos de trabajo, me parece un poco atrevido. No hay desempleo porque todo el mundo en edad de trabajar se va fuera a buscarlo, porque en el pueblo no hay trabajo. Y en cuanto a los rincones llenos de vida. ¿Quien le habrá contado semejante tontería?. Si quitanto el mes de Agosto, vas por las calles y no encuentras a nadie.

Tienes algo de razón, pero creo que ella pasó por el pueblo precisamente en agosto. De todas las maneras, para los que hemos pasado la niñez y adolescencia en el pueblo, todos los rincones tienen vida y recuerdos. Y lo del trabajo, lo puedes extrapolar a España, de la que se tienen que ir los jóvenes preparados porque aquí se comen los mocos. Saludos cordiales.

Creo que lo del "desempleo irrisorio" se refiere al pueblo, ese es el contesto, no a Valladolid por ejemplo, no al resto de España, que da una tasa de desempleo del 27%. Simplemente digo que no hay desempleo, porque no hay casi personas en edad de trabajar.La gente se va, y transfieren el desempleo a otros lugares. La población que queda es muy mayor.Luego, no vale presentar la tasa de desempleo del pueblo como un valor absoluto. En cuanto a lo que dices de los rincones, llevas razón, en cierto modo, pero yo, por cada rincon que paso, siento a las personas que se fueron y no han sido sustituidas por otras y me da mucha tristeza. Sí,la tristeza también forma parte de la vida.
Igual de cordiales los saludos. Eco.