20 N.- EXMINEROS, J.J. HA MUERTO Estos días la frase que más se repite entre los poquitos que seguimos a J.J. es el manido: “¿Se sabe algo?”. No hace falta que el interlocutor añada un sujeto, todos sabemos que ese algo es en verdad un alguien: J.J.. Los rumores y las leyendas urbanas van de boca en boca, y han aparecido versiones para todos los gustos. Hay quien piensa que quizá su hierática pose pudiera haber sido confundida por algún empresario de la costa del sol y que J.J. nunca regresó de su viaje a la costa del sol. Reconozco que es una versión poco racional, pero es divertido contarla en voz alta cuando cae el crepúsculo, y observar la cara de miedo del buenazo de Ángel. Hay algunos de nosotros que dicen que lo han oído con su voz terciopelada hablando por su móvil. No falta quien añade un poco de literatura a la historia y te cuenta, como si acabara de ocurrir, que ha pasado un segundo antes por esa mismo calle en la que te encuentras, que han escuchado como se cerraba la puerta del vehiculo que el sindicato puso a su disposición.. Pero la verdad es que nada de eso es real, porque J.J. ya no es el portavoz de los exmineros, si no su fantasma. El portavoz J.J. murió sindicalmente hablando, el pasado verano, cuando la mayoría de los exmineros nos abandonaron. Paco, fue el encargado de leer el triste comunicado, que si no tan directo como el histórico: “Españoles, franco ha muerto” de Arias Navarro, dejaba tan poco resquicio a la esperanza como éste. El problema es que, como corresponde a la naturaleza de un fantasma, J.J. es tan escurridizo que nadie aún le ha podido dar noticia de su fallecimiento. Es probable que después de una vida sindical con tantísimos errores, el cadáver de J.J. se deje llevar por la inercia y vague sin destino durante unos meses. Conmovidos por esta lenta agonía, Paco y el Chilloni cada mañana lo empujan cariñosamente a la tumba que ha de poner fin a su padecimiento. Pero los fantasmas viven en el pasado y donde Paco, con la caridad de un buen cristiano, pide a J.J. que se vaya a hacer puñetas. Y nosotros seguimos esperando la llegada de un nuevo portavoz, pero ¿quién se atreve a venir a un lugar donde habitan fantasmas? Megafonoman
|