Foro- Ciudad.com

Laguna de Negrillos - Leon

Poblacion:
España > Leon > Laguna de Negrillos
01-07-14 06:45 #12121611
Por:j vicente futuro fut

El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 67ª Sección
Jesús en la Cruz antes de morir como hombre terrenal y como Hijo de Dios, hace testamento a su Padre, en lo más íntimo de su corazón.-

Enarbolada ya la Cruz en el monte Calvario con el Verbo humanizado que estaba crucificado ya en ella, antes de hablar ninguna de las siete palabras, Jesús habló con su Eterno Padre interiormente y le dijo: Padre mío y Dios eterno, yo te confieso y te engrandezco desde este árbol de mi cruz y te alabo con el sacrificio de mis dolores, pasión y muerte, porque con la unión hipostática de la naturaleza Divina levantaste mi humanidad a la Suprema Dignidad de ser Cristo, Dios-hombre, ungido con tu misma Divinidad. Yo te confieso por la plenitud de los dones posibles de la gracia y la gloria que desde el instante de mi Encarnación comunicaste a mi humanidad, y porque para la eternidad desde aquel punto me diste el pleno dominio Universal de todas las criaturas en el orden de la gracia y de su naturaleza.-

Me hiciste Señor de los Cielos y de los elementos, del sol, la luna y las estrellas, del fuego, del aire, de la tierra y de los mares y de todas las criaturas sensibles e insensibles que en ellos viven, de la disposición de los tiempos, de los días y las noches, dándome Señorío y potestad sobre todo, a mi voluntad y a mi disposición; y porque me hiciste Cabeza y Rey, y Señor de todos los Ángeles y de los hombres, para que los gobierne y mande, para que premie a los buenos y castigue a los malos; y para todo me diste la potestad y llaves del abismo, desde el Supremo Cielo hasta lo más profundo de las Cavernas Infernales; y porque pusiste en mis manos la justificación eterna de los hombres, sus imperios, reinos y principados, a los grandes y pequeños, a los pobres y a los ricos; y de todos los que son capaces de tu gracia y gloria me hiciste Justificador, Redentor y Glorificador Universal de todo el linaje humano.-

Señor de la muerte y de la vida, de todos los nacidos, de la nueva Iglesia Evangélica y de sus tesoros, de las Escrituras, Misterios y Sacramentos, auxilios, leyes y dones de la gracia; todo lo pusiste, Padre mío, en mis manos y lo subordinaste a mi voluntad y a mi disposición, y por esto te alabo y engrandezco, te confieso y magnifico.-

Ahora, Señor y Padre Eterno, cuando vuelvo de este mundo a tu diestra por medio de mi muerte en esta cruz, y con ella y mi pasión dejo cumplida la Redención de los hombres que me encomendaste, quiero, Dios mío, que la misma cruz sea el Tribunal de Nuestra Justicia y Misericordia; y estando clavado mi cuerpo natural y terrenal ya en ella, quiero juzgar a los mismos por quien doy la vida terrenal, y justificando mi causa quiero dispensar y disponer de los tesoros de mi venida al mundo, de mi pasión y muerte, para que desde ahora quede establecido el galardón que a cada uno de los justos o réprobos que le pertenece, conforme a sus obras con las que me hubiesen amado o aborrecido. A todos los mortales he buscado y llamado a mi amistad y gracia, desde el mismo instante que tomé carne humana. Sin cesar he trabajado por todos ellos: He padecido molestias, fatigas, afrentas, ignominias, oprobios, azotes, corona de espinas, y padezco muerte en esta cruz. He rogado por todos a tu inmensa piedad, he orado con vigilias, ayunado y peregrinado, enseñándoles el camino de la eterna vida; y cuanto es de mi parte y de mi voluntad, para toda la humanidad que yo la quiero, como para todos la he padecido y merecido, sin exceptuar ni excluir a ninguno, y para todos he puesto y fabricado la Ley de la gracia, y siempre en la Nueva Iglesia Evangélica y Cristiana, donde serán salvos, y la cual será estable y permanente.-
331

Eterno Padre y Señor Dios mío, a tu Majestad incomprensible de infinita bondad y justicia ofrezco todo el ser humano y obras que en él y por tu voluntad santísima he bajando de tu seno en esta carne pasible y mortal, para redimir en ella a mis hermanos que son toda la humanidad. Te ofrezco, Señor, conmigo a mi Madre, su amor, sus obras perfectísimas, sus dolores, sus penas, sus cuidados y prudentísima solicitud en servirme, imitarme y acompañarme hasta la muerte. Te ofrezco Padre: La pequeña grey de mis Apóstoles, la nueva Iglesia Evangélica Cristiana y congregación de los fieles, que ahora es y será hasta el fin del mundo, y con ella a todos los mortales hijos de Adán. Todo lo pongo en tus manos, como de su verdadero Dios y Señor Omnipotente que eres de todos ellos mediante padre y míos hermanos son todos ellos; y cuanto es de mi parte por todos padezco y muero de voluntad, y con ella quiero que todos sean salvos, si todos me quisieren seguir y aprovecharse de mi Redención, para que de esclavos del demonio pasen a ser hijos tuyos y poder estar a tu lado y míos porque los tengo por mis hermanos y coherederos por la gracia que les dejo merecida. Especialmente, Señor mío, te ofrezco a los pobres, despreciados y afligidos, que son mis amigos y me siguieron por el camino de la cruz. Y quiero que los justos y predestinados estén escritos en tu memoria eterna.-

Te suplico, Padre mío, que detengas el castigo y levantes el azote de tu justicia para con los humanidad, y no sean castigados como lo merecen por sus culpas, y desde esta hora seas su Padre como lo eres mío. Te suplico asimismo por los que con pío afecto asisten a mi muerte, para que sean ilustrados con tu Divina luz, y por todos los que me persiguen, para que se conviertan a la verdad, y sobre todo te pido por la exaltación de tu inefable y santo nombre. Pero con nuestra ciencia y previsión conocemos, Dios y Padre mío, que por la malicia y rebeldía de los hombres no todos quieren nuestra salvación eterna, ni valerse de nuestra misericordia y del camino que yo les he abierto con mi vida terrenal, obras y muerte en la cruz, sino que quieren seguir en sus pecados hasta la perdición. Justo eres, Señor y Padre mío, y rectísimos son tus juicios, y justo es que, pues me hiciste juez de los vivos y muertos, entre los buenos y los malos, dá a los justos el premio de haberme servido y seguido y a los pecadores el castigo de su perversa obstinación, y aquéllos tengan parte conmigo de mis bienes y estos otros sean privados de mi herencia, pues ellos no la quisieron admitir.-

Jesús, pide que su Madre, sea Heredera del Cielo y de la Tierra.-
Ahora, pues, Eterno Padre mío, en tu nombre y mío, engrandeciéndote, dispongo por mi última voluntad humana, que es conforme a la tuya eterna y Divina, y quiero que en primer lugar sea nombrada mi Madre, que me dio el ser humanizado, porque la constituyo por mi Heredera única y Universal de todos los bienes de la naturaleza, de la gracia y de la gloria, que son míos, para que ella sea Señora con dominio pleno de todos; y los que ella en sí puede recibir de la gracia, siendo pura criatura, todos se los concedo con efecto, y los de gloria se los prometo para su tiempo; y quiero que los Ángeles y los hombres sean suyos, y que en ellos tenga entero dominio y señorío, que todos la obedezcan y sirvan; y los demonios la teman y le estén sujetos, y lo mismo hagan todas las criaturas irracionales, los cielos, los astros y los planetas, los elementos, y todos los vivientes de la Tierra, como son las aves, peces y animales que en ellos se contienen; de todo la hago a mi Madre terrenal María, Señora de todo mi Reino, para que todos la glorifiquen conmigo; y quiero asimismo que ella sea depositaría y dispensadora de todos los bienes que se encierran en los Cielos y en la tierra; lo que ella ordenare y dispusiere en la Nueva Iglesia Evangélica y Cristiana, con mis hijos los hombres, será confirmado en el Cielo por las Tres Divinas Personas, y todo lo que mi Madre terrenal María, pidiere para los mortales ahora, después y siempre, lo concederemos a su voluntad y a su disposición. Esto es lo que te pido Padre Mío, para la que fue mi hermana como terrenal que es, pero también ella misma fue Trinidad, porque María es al mismo tiempo Hija, Esposa y Madre, hechura de tu propia voluntad. Por esta razón Padre mío la hago heredera de todo mi Reino, tanto del Cielo como de la Tierra. Ella es mi Reina, y tu Padre mi Rey.-
332

Jesús hace herederos del Supremo Cielo a los Ángeles.-
A los Ángeles que obedecieron tu voluntad santa y justa, declaro que les pertenece el Supremo Cielo por habitación propia y eterna, y en ella el gozo de la visión clara y fruición de nuestra Divinidad; y quiero que la gocen en posesión interminable y en nuestra amistad y compañía; y les mando que reconozcan por su legítima Reina y Señora a mi Madre y la sirvan, acompañen y asistan, la lleven en sus manos a todos los lugares y tiempo, obedeciendo a su imperio y a todo lo que les quisiera mandar y ordenar.-

Jesús hace herederos a la Humanidad.-
De toda la humana naturaleza con la plenitud de toda mi voluntad llamo y elijo y entresaco de la humanidad, a todos los justos y predestinados que por mi gracia e imitación han de ser salvos, cumpliendo mi voluntad y obedeciendo mi santa Ley. A éstos en primer lugar, después de mi Madre, los nombro por herederos de todas mis promesas y misterios, bendiciones y tesoros de mis sacramentos y secretos de mis Escrituras, como en ellas están encerrados; de mi humildad y mansedumbre de corazón; de las virtudes, como la FE, la Esperanza y la Caridad; de la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y Templanza; de mis Divinos dones y favores; de mi cruz, trabajos, oprobios y desprecios, pobreza y desnudez. Esta sea su parte y su herencia en la vida presente y mortal, y porque ellos con el bien obrar y mediante el Libre Albedrío, la han de elegir, para que lo hagan y con alegría, se la señalo por prenda de mi amistad, porque yo la elegí para mí mismo. Y les ofrezco mi protección y defensa, mis inspiraciones santas, mis favores y auxilios poderosos, mis dones y justificación, según su disposición y amor; que para la humanidad, yo seré para todos ellos, su padre, hermano y amigo, y ellos serán aparte de mis hermanos como humanos, y reconocidos como mis hijos en el Cielo e hijos de mi Madre, serán mis electos y carísimos, y como a tales hijos los nombro por herederos de todos mis merecimientos y tesoros, sin limitación alguna de mi parte. Y quiero que de mi nueva Iglesia Evangélica Cristiana, y Sacramentos participen y reciban cuanto de ellos se dispongan a recibir, y que puedan recuperar la gracia y bienes, si la perdieren, y volver a mi amistad, renovados y lavados ampliamente con mi sangre que voluntariamente derramo por todos ellos; y que para todo les valga la intercesión de mi Madre y de mis Santos, y que mi Madre los reconozca a todos ellos por hijos y los ampare y tenga por suyos. Que mis Ángeles los defiendan, los guíen, patrocinen y los traigan en las palmas para que no tropiecen, y si cayeren les den favor para levantarse. Y quiero asimismo que estos mis justos y escogidos sean superiores en excelencia a los réprobos y a los demonios, y que los teman y se les sujeten mis enemigos, y que todas las criaturas racionales e irracionales los
sirvan. Que los Cielos y planetas, los astros y sus influencias los conserven y den vida con sus influjos. La tierra y elementos y todos sus animales los sustenten. Todas las criaturas que son
mías y me sirven, sean suyas y les sirvan como a mis hijos, como a hermanos y como amigos; y sea su bendición en el rocío del Cielo y grosura de la tierra. Quiero también tener con ellos mis delicias, comunicarles mis secretos, conversar íntimamente y vivir con ellos en la Nueva Iglesia militante, que a partir de hoy, nacerá, bajo las especies del Pan y del Vino. El Pan como símbolo de mi cuerpo, y el Vino como símbolo de mi sangre, en arras y prendas infalibles de la eterna felicidad y gloria que hoy les prometo, y de ella les hago participantes y herederos, para que conmigo la gocen en el Cielo en posesión perpetua y gozo inamisible.-
333

Jesús pronuncia Testamento a los Proscritos.-
A los prescritos y reprobados, por su propia culpa, de nuestra voluntad, Dios mi Padre, quiere sinceramente que todos se salven y a todos da gracia suficiente, aunque fueron criados para otro más alto fin, les permito que su parte y herencia en esta vida mortal sea la concupiscencia de la carne y de los ojos y la soberbia con todos sus efectos, y que coman y sean saciados de la arena de la tierra, que son sus riquezas, y del humo y corrupción de la carne y sus deleites, de la vanidad y presunción mundana. Por adquirir esta posesión han trabajado y en esta diligencia emplearon su voluntad y sus sentidos, a ella convirtieron sus potencias y los dones y beneficios que les dimos, y ellos mismos han hecho voluntaria elección del engaño, aborreciendo la verdad que yo les enseñé en mi ley santa. Renunciaron la que yo escribí en sus mismos corazones y la que les inspiró mi gracia, despreciaron mi doctrina y beneficios, oyeron a mis enemigos y suyos propios, admitieron sus engaños, amaron la vanidad, obraron las injusticias, siguieron la ambición, deleitándose en la venganza, persiguieron a los pobres, humillaron a los justos, abusaron en sus mandatos de los sencillos e inocentes, apetecieron su propia exaltación y desearon levantarse sobre los cedros del Líbano en la ley de la injusticia que guardaron. Y porque todo esto lo hicieron contra la bondad de nuestra Divinidad y permanecieron obstinados en su malicia, renunciando el derecho de hijos que yo les he adquirido, los desheredo de mi amistad y gloria; y como Abrahán apartó de sí a los hijos de las esclavas con algunos dones y reservó su principal hacienda para Isaac, el hijo de la libre Sara, así yo desvío a los prescritos de mi herencia con los bienes transitorios y terrenos que ellos mismos escogieron y, apartándolos de nuestra compañía y de mi Madre y la compañía de los Ángeles y Santos, la quien de voluntad sirvieron, y los privo por nuestra eternidad de la esperanza del remedio. Esta es, Padre mío, la sentencia que pronuncio como Juez y cabeza de los hombres y los Ángeles y el testamento que dispongo para mi muerte y efecto de la Redención humana, remunerando a cada uno lo que de justicia le pertenece, conforme a sus obras y al decreto de tu incomprensible sabiduría, con la equidad de tu rectísima Justicia.-

Declaración de Jesús a los Demonios.-
A los demonios, como rebeldes de nuestra voluntad perfecta y santa, los arrojo y aparto de nuestra vista y compañía, y de nuevo los condeno a nuestro aborrecimiento y privación eterna de nuestra amistad y gloria y los aparto de la vista de mi Madre, de los santos, de los justos y de mis amigos; y les determino y señalo por habitación sempiterna el lugar más distante de nuestro Real Trono, que serán para ellos las Cavernas Infernales, que se encuentran el centro de la tierra, con privación de luz y horror de sensibles tinieblas; y declaro que ésta es su parte y herencia elegida por su soberbia y obstinación, con que se levantaron contra el Ser Divino y sus órdenes; y en aquellos Calabozos de Oscuridad sean atormentados con eterno fuego inextinguible, por toda la eternidad.-
334

Hasta aquí habló y Testamentó Jesús clavado en la Cruz con su Eterno Padre, y quedó este misterio y Sacramento Sellado y guardado en el corazón de María su Madre, como testamento oculto y cerrado, para que por medio de su intercesión y disposición a su tiempo, se ejecutase en la Nueva Iglesia Evangélica y Cristiana, como hasta entonces se había comenzado a ejecutar por la ciencia y previsión Divina, donde todo lo pasado y lo futuro estará junto y presente. Viendo a Jesús Crucificado, los pontífices y fariseos, convirtieron todo su furor contra el crucificado Jesús y moviendo las cabezas con escarnio y mofa, le arrojaron piedras y polvo contra la cruz de Jesús y su persona, y decían: Ah, tú que destruyes el templo de Dios y en tres días lo reedificas, sálvate ahora a ti mismo; a otros hizo salvos y a sí mismo no se puede salvar. Otros decían: Si éste es el Hijo de Dios, descienda ahora de la cruz y le creeremos. Los dos ladrones al principio también se burlaban de Jesús y le decían: Si eres Hijo de Dios, sálvate a ti mismo y a nosotros. Y Jesús desde la cruz pronuncia sus PRIMERAS PALABRAS y en voz alta dice: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Estas blasfemias de los que presentaban su martirio y el de los ladrones fueron para el Señor de tanto mayor sentimiento, y con amor pidió al Padre perdón para todos cuanto para ellos estaba más próxima la muerte y perdían aquellos dolores con que morían y podían satisfacer en parte por sus delitos castigados por la justicia; como luego lo hizo uno de ellos, que aprovechando la ocasión más oportuna que tuvo este pecador, y que ningún hombre del mundo la volvió a tener. Uno de los ladrones llamado Dimas, obrando al mismo tiempo la intercesión y la oración de María, fue ilustrado interiormente para conocer a su Reparador y Maestro en esta primera palabra que habló en la cruz. Y movido con verdadero dolor y contrición de sus culpas, se volvió hacia su compañero y le dijo: ¿Ni tú tampoco temes a Dios, que con estos blasfemos perseveras en la misma condición? Nosotros pagamos nuestro merecido castigo, pero éste hombre, que padece junto con nosotros, no ha cometido culpa alguna.- Y hablando luego a Jesús, le dijo: Señor, acuérdate de mí cuando llegares a tu reino. En este ladrón y en el centurión, y en los demás que confesaron a Jesús en la cruz, se comenzaron a conocer los efectos de la Redención. Y el mejor afortunado fue Dimas, que mereció oír la SEGUNDA PALABRA que dijo el Señor: De verdad te digo, que hoy serás conmigo en el paraíso.-

Bienaventurado ladrón, que tú solo alcanzaste para ti tal palabra deseada de todos los justos y santos de la tierra! No la pudieron oír los antiguos Patriarcas y Profetas, juzgándose por muy dichosos en bajar al LIMBO y esperar largos siglos el paraíso, que tú ganaste en un tiempo récord, en que mudaste felizmente el oficio. Acabas ahora de robar la hacienda ajena y terrena, y luego arrebatas el Cielo de las manos de su dueño. Pero tú Dimas le robas a Dios por la justicia, y él te le da de Gracia, porque fuiste el último discípulo de su doctrina en su vida terrenal y tu Dimas, el primero en practicarla después de haberla oído. Amaste y corregiste a tu hermano, confesaste a tu Creador, reprendiste a los que le blasfemaban, imitándole en padecer con paciencia, le rogaste con humildad como a Redentor, para que en lo futuro no se acordase de tus miserias, y Él como Glorificador premió de contado tus deseos, sin dilatar el galardón que te mereció a ti y a todos los mortales. Justificado el buen ladrón volvió Jesús la vista hacia su afligida Madre, que con Juan Evangelista estaba al pie de la cruz, y hablando Jesús, sus TERCERAS PALABRAS, dijo primero a su Madre: Mujer, ves ahí a tu hijo; y al Apóstol Juan, le dijo también: Hijo, veis ahí a tu madre. Yo me voy a mi Padre y no puedo desde hoy acompañarte; mi discípulo amado te asistirá y servirá como a madre y será tu hijo. Todo esto entendió la Divina Reina y Señora del Cielo y de la Tierra. Y el Apóstol Juan en aquella hora la recibió por Madre suya, siendo de nuevo ilustrado su entendimiento para conocer y apreciar la prenda mayor que la Divinidad había creado después de la humanidad de Jesús. Y con esta luz la veneró Juan Evangelista, y la sirvió en lo restante que duró toda su vida terrenal.-
335
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 80ª Sección Por: j vicente futuro fut 08-07-14 06:43
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 73ª Sección Por: j vicente futuro fut 04-07-14 06:26
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 70ª Sección Por: j vicente futuro fut 02-07-14 06:37
j vicente futuro fut
0
El velo que cubre los Misterios de la Biblia se ha retirado. 69ª Sección Por: j vicente futuro fut 02-07-14 06:32
j vicente futuro fut
0
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com