Anciles - Leon

Dios bajó de su asiento poltrona hasta donde estaba Nacido y estiró los brazos sin disimulo acompañando el ejercicio con un gesto de disculpa y complicidad.
Perversa, Cibeles y Cajigo se levantaron y se juntaron a Nacido que un poco más adelantado los esperaba sonriente.

El orujo era la debilidad de Dios desde hacía tiempo y no ocultaba su satisfacción cuando se le presentaba la ocasión de degustarlo junto a compañía con la se encontraba a gusto. Tanto era así que no se le ocurrió ni por un instante dudar que para alguno de los presentes esta bebida pudiera no ser de su devoción y sin encomendarse a nadie, mandó al arcángel que sirviese orujo para todos. Para algo era Dios y hacía lo que le daba la gana.
Cajigo, curtido en estas húmedas batallas, bebía satisfecho, pero Perversa y Cibeles menos hechos a estos devastadores ardores, entre toses y carraspeos dejaban caer esófago abajo esa bebida dinamitera que a modo de taladradora iba perforando espacios y cavidades hasta la punta de los pies. Dios y Nacido bebían pausadamente como viejos conocidos aquel orujo de Liébana que alguien hacía llegar a la taberna del cielo con servil puntualidad. En la botella podía leerse “el mejor orujo del mundo” y nadie lo ponía en duda.

Poco a poco, entre el calor de la proximidad y el efecto de la bebida que mucho mejor hubiera sido tomarla acompañada con unos buenos sequillos, se relajaron los gestos y se abrieron las sinceridades.
En un momento indeterminado, Nacido, que iba ganando confianza y aplomo se dirigió a Dios y le dijo:

-Siempre he tenido algunas dudas respecto a ti que me gustaría plantearte, pero sólo puedo hacerlo si tengo la seguridad de que no te vas a ofender y que no van a ser tenidas en cuenta contra mi en este momento tan inoportuno.

-No te quedes con las ganas –respondió Dios- pregunta cuanto quieras. Ya voy descubriendo que es más grande tu corazón que tu cabeza y esto para un dios es suficiente.

Nacido se puso serio. Sus ojos se humedecieron como consecuencia de la bebida y los recuerdos y mirando fijamente a Dios comenzó a hablar:

-¿Por qué lo permitiste? ¿Por qué dejaste que el agua sepultase los sueños de tanta gente condenando al destierro a quienes durante generaciones construyeron allí sus vidas hasta formar parte del paisaje?
¿Donde estabas cuándo tantos corazones latiendo juntos y mirando hacia ti te pidieron que pararas aquel desatino sin límites?
¿Por qué no hiciste nada cuando viste tirar hasta los esquinales de las casas de Anciles como consecuencia de aquella locura exterminadora que destruía brutalmente lo que padres y abuelos habían levantado? ¿No tuviste en cuenta que todavía vivían en algunas de ellas quienes habían uncido sus yuntas, cargado en sus carros piedra a piedra desde el valle hasta levantar lo que después iba a ser su refugio y su hogar?, ¿te molestaba el ganado retozando en los montes, saltando las portilleras?
¿Por qué permitiste que el cementerio cambiase por la frialdad del agua aquel manto de tierra cálida que abrigaba el descanso de los muertos que allí reposaban desde siglos? ¿Te parecieron pocas las galirandas con las que adornaron tu casa?
¿Por qué no moviste nada para impedir que la desesperanza de tantos se confundiera con aquellas aguas devastadoras que nadie quería? ¿Qué hiciste con el peso de tanta lágrima, de tanto dolor, de tanta ruina, de aquella despedida absurda?
¿De qué desidia enfermaste para que todo, absolutamente todo se pusiera en contra de aquel pueblo elegido hasta borrar las chapinadas de los huertos?
¿Por qué consentiste que el viento humedecido en el lodo borrase la huella que había dejado la mirada resplandeciente de aquella mujer morena con ojos de azabache que sintió amor junto a mi aquella tarde cuando le dije que quería coger su mano para llevarla conmigo a toda la eternidad?

Todos quedaron en silencio aunque sin duda un rumor de dolor se apoderó del aire. Dios, fijó su mirada en los ojos de Nacido mientras los demás comprobaron como, aunque trató de evitarlo, dos gruesos lagrimones rodaron por sus mejillas...


(Continuará…)

Así me gusta una de cal y otra de arena, que bonito nacido se me a encogido el corazón, en pensar en todas esas familias, cuanto dolor y según me cuentan que poca solidaridad hubo. Pienso en niños y mujeres mayores, y sobre todo en abuelos o tíos como lo llamáis hay, que rabia contenida, que impotencia, pero sin duda como e comprobado que unión entre vecinos aunque el tiempo pase y estéis desperdigados por media España.
Me a gustado mucho este capitulo.

Gracias Cibeles por tu reconocimiento. Naturalmente que hay que dar una de cal y otra de arena.
He tratado de dar una pincelada de rebeldía ante lo que fue uno de los mayores desatinos que puede sufrir un pueblo. El dolor nunca es obsceno, pero sí puede serlo quien lo impone sin justificación. En este caso, el dolor marcó a varias generaciones que irremediablemente se vieron condenadas sin contemplaciones a reconducir sus vidas aunque sin perder ni la dignidad ni sus señas de identidad. Creo que quien lo sufre tiene sobradamente derecho a quejarse en todos los ámbitos del cielo y de la tierra, aunque su queja sólo sirva de desahogo.
Hablando de otras cosas más festivas: supongo que estarás metido de lleno en el ambiente del carnaval. O en Cádiz o en Madrid. Ten en cuenta que no te vamos a perdonar que dejes de contarnos cómo has conseguido no romperte en la locura de estas fiestas.
Venga, disfruta y cuenta. Que gracia te sobra y locura no te falta.
Un fuerte abrazo

Muy buenas a todos y todas , en especial a nacido, cibeles , cajigo y dario... qué tal van esas vidas ? esas historias ? todo bien?
yo muy bien he estado de vacaciones por las islas Canarias , muy bien todo muy relajada y deseando leeros , está todo mu parao, no? que la crisis no nos venza , joerrr , uy que pena que me ha dao que crei que ibais a preguntar por mi, a decirme que me echabais de menos , pos valla ¡¡ con to lo que me he acordado yo de vosotros en la playa , yo decia ya nacido irá por la historia divina nº 15 lo menos nastic de plastic....
bueno lo importante es que sigamos escribiendo y viviendo con salud e ilusiones .
Muchos besos , nos leemos , hasta pronto.