Santiago del Campo - Cáceres

LA VIDA SIGUE...
' Desde el pequeño patio de la escuela de párvulos, solo oíamos el canto de los pájaros en los olivos cercanos o el errático cencerro de las vacas paciendo en el cercado de enfrente. En ese impas
a nosotros los críos, la guerra no nos importaba un comino. Esta que al fin daba sus últimos estertores esa primavera del 39. Yo con mis recién cumplidos cuatro años, solo pensaba en los juego con mis compañeras. A dos de ellas aun las recuerdo y creo que viven, y un colega varón .
La cuidadora 'la señora' Eufemía; ya mayor, con hijas casaderas. No se parecía a la mayoría de mujeres de su tiempo, que solían firmar con el dedo indice (mi madre) por no ir más lejos. Nos enseñaba los números romanos cantando. Los cinco sentidos corporales, rezar el bendito a la salida y, tantas cosas que luego don Emiliano ya en el colegio no daba. Con leer el Hoy le bastaba.
Hoy vemos con cierto desdén que las 'cultas' feministas que nos gobiernan. Las de “todos todas todes”con su 'desbordante' cultura, hayan obviado las asignaturas de los números romanos o los 'cinco sentidos corporales' de párvulos. Vamos a tomarlo con cierta ironía, son salidas de 'bombero torero'estas feministas. Que nos traen a la memoria la malsana envidia hacía el varón, por el hecho de que este no necesita agacharse para hacer pis. Les traigo a colación el recurso de mi mentada señora de párvulos. Eufemia; que con unas faldas amplias hasta los tobillos salia a la callejuela y hacia un pis sin perder la verticalidad o sea de pie, sin prejuicio que alguien la observara. Un modelo a seguir, y hagamos las paces. En el fondo nos necesitamos....
He sentido siempre curiosidad por la historia de mi pueblo: pasado y presente, Santiago de Campo. La que se puede contar y la que no. Son los chismes de una aldea de un millar y medio de habitantes. Que hasta pasados el primer tercio del siglo XX no tuvo absceso ningún carruaje para salvar el rio Almonte. Y creo esto vale para los 4 lugares. Así que los matrimonios parentales eran demasiado frecuentes.
La sra de mi parvulario era esposa de Emilio Cerro Velez. Y aquí empieza una historia de un desencuentro mafioso por motivos de dinero. Y sucedía allá por los años 20 del pasado siglo. La casa que renovó el arriba mentado. Frente mismo de la de mis abuelos (aun en la familia). En la chimenea que hizo mi padre -albañil-constaba el nombre del dueño, la fecha; 1925 hasta que vino la moda del derribo de estas chimeneas. Julio Vegas, alias el 'Gordo', como patrón. Emilio el que a partir de ese suceso seria el de “Los Palos”acompañado de otro joven¿Floringue? Que tenia pendiente hacer la mili. Quedaron con unos tratantes de ganado la venta de uno becerros del Julio. En un cortijo pasado el rio Almonte. Por lo que fuera, el trato no llegaría a ser efectivo. Y para más inri los susodichos compradores perdieron la cartera entre el follaje. Estos tardaron en darse cuenta del hecho. Una de estas tres personas la encontró con el dinero integro de la compra que no se llevo a cabo. La tentación sería eso, una tentación, y para vencerla según el vulgo, mejor caer en ella.
Acuerdan de repartir el botín “Esto tuyo esto para mi” y ¡nadie ha visto nada eh!. Eso parece fácil, la realidad a veces es terca. Visto que el trió no soltaba prenda al reclamarla los dueños. Siguieron al patrón cuando acudía a la capital. Me cuentan que lo introdujeron en un tugurio y le hicieron pupa. Al señor Cerro Velez, el joven le entregó su parte alícuota que se la guardara porque era llamado a filas. Y su dinero tenía un color pardo tirando a negro. No se atrevía a llevarlo al banco. Cuando el joven volvió de la mili. Le reclamó a Emilio el dinero. “-Mira amigo- le dijo- hice obra en casa y registrame no me sobró ni un solo maravedí.”_Un día lo siguió hasta el campo y le dio caña, tanta que allí quedó semi inconsciente. El pueblo entero salió en su busca. Dicen que no le hubiesen encontrado de no llevarlo hasta él el mismo autor. Si, le encontraron tirado en el campo mal herido, sin poder articular palabra. Ya como prefacio, decir que Emilio que hizo la obra con el dinero hallado. Se trajo de el Casar un equipo de albañiles. Y en ese equipo vino el que con el tiempo se enamoro y se casó con mi madre. Que debía tener 16 años en esas fechas. Mi padre acababa de hacer la mili. La obra fue tirar la casa hacerla nueva.
De hecho es la primera vez que vi bigas de hierro para doblar una casa. La de mi abuelo eran hasta no hace mucho de troncos de encina a lo bestia, y jara encima. Este es el motivo que este aquí yo. Con un apellido de nula implantación en el pueblo. Ah, y sin la perdida de esa cartera. No podría contarlo ahora no existiría. ¡Cuantas vueltas da la vida !
31 agosto 2021 Emilio Rey.