Villafeliche - Zaragoza

Por si hay alguien que lo lee:
Hoy voy a publicar la segunda parte de los hechos ocurridos en Villafeliche durante los sitios de Zaragoza.

Continuacio....

..."guarda y custodia de los mismos, previendo su inminente ataque después de la derrota de Épila. Este mismo día 25 de junio, el general francés Verdier llega con refuerzos (con las divisiones Gazan y Lefèbvre-Desnouettes) y se hace cargo del asedio a Zaragoza. En los días 26, 27 y 28, los bombardeos se hacen especialmente intensos como precedente a un asalto masivo. Tras una dura lucha, los defensores logran resistir en la ciudad, aunque los franceses ocupan con éxito el cercano Monte Torrero, desde donde amenazarán las posiciones españolas en la Alfajería durante los días siguientes, aunque sin lograr avances.

El 27 de junio se produce la voladura del depósito de pólvora de la ciudad de Zaragoza situado en las Escuelas Reales. A las tres de la tarde mientras se efectuaban las maniobras de carga de un convoy de carros para abastecer a los distintos puntos donde se precisaba la pólvora, se produjo la explosión de los aproximadamente 200 quintales almacenados. El edificio del Seminario que alojaba la escuela de matemáticas y hasta catorce casas contiguas volaron por los aires, esparciendo cascotes y restos humanos por todo el entorno. Inmediatamente el gobierno de la ciudad ofició un despacho a don Alejandro Campillo, director de las fábricas de Villafeliche, participándole la desgracia ocurrida, y ordenándole que sin falta hiciese conducir debidamente escoltada, la máxima cantidad posible de pólvora hacia la sitiada plaza. Consta que en aquellos momentos las Reales Fábricas de Pólvora de Villafeliche almacenaban la cantidad de 88 arrobas y 15 libras de la real, o de sello azul; 230 arrobas y 15 libras de la fina en grano; y 301 arrobas y 20 libras de la de munición.

No se hizo esperar la respuesta de los de la Villa, el día 3 de julio llegó con la mayor oportunidad una remesa de pólvora que ascendió a trescientas diez y ocho arrobas del primer género de cañón y fusil, y ciento cincuenta de plomo, custodiada por un oficial, un sargento, cuatro cabos y cincuenta soldados; siendo los conductores los vecinos de Villafeliche, don José Moneba, don Francisco Bases y don Vicente Langa. Esta misma madrugada entraron también, procedentes de Teruel 320 voluntarios y 100 soldados bajo las órdenes del coronel don Antonio Cuadros. No estaba exento de riesgo el acceso a la ciudad, puesto que los gabachos la tenían prácticamente circunvalada, sin embargo el celo y los conocimientos que del terreno tenían los hombres de la compañía del presbítero don Santiago Sas hicieron posible en varias ocasiones la entrada de tropas, pólvora y comida, guiando a los recién llegados en plena noche desde la Puebla de Alfindén a través de los vados para cruzar el Ebro por su orilla izquierda, causando su llegada en la capital una alegría general.

Mientras tanto en la vecina Calatayud los franceses, que habían permanecido acampados en las inmediaciones, entran en finalmente en la misma sin que se produzcan incidentes notables. La mayor parte de la población, incluidas las comunidades religiosas habían abandonado en los días precedentes la ciudad. No tuvo la misma suerte la cercana población de Torres, a orillas del río Perejiles, cuyos habitantes recibieron a fusilazos una partida de franceses que fue al lugar, y habiéndoles muerto uno, entraron y pasaron por las armas a trece paisanos que hallaron, saqueando e incendiando posteriormente el pueblo. El día 7 de julio a las dos de la tarde los franceses abandonaron su posición en Calatayud para dirigirse de nuevo a Zaragoza, llevándose consigo 200 arrobas de pólvora que ocuparon en la ciudad.

Las pocas tropas que custodiaban las fábricas de Villafeliche a las ordenes del comandante teniente coronel don Ángel Bayon, suponiendo trataria el enemigo de" ....(2-4)