Bardallur - Zaragoza

LOS 25 MOTIVOS

Las mujeres tós los días
pa que el marido se enfade
dan veinticino motivos
como voy á demostráles.
1
Si hay poco quihacer, madrugan
pa no dejar que descansesM;
pero si hay mucha faena
y necesitas marcháte
trempano y has dejao dicho
que á eso de las seis te llamen,
hasta las ocho ú las nueve
no asperes que se devanten.
2
Una vez que se despiertan,
prencipian á esperezáse
ça erutar y á tomáse otras
higienícas libertades
que le ponen á uno en ganas
de emigrar á Güenos-Aires.
3
Como el cutís de las manos
lo tién tan fino y tan suave
usan, en ivierno, el agua
templadica pa laváse,
y á tu te la ponen fria
del tó, pa que te acatarres
y te salgan sabañones
en toás las extremidades.
4
Se marchan á la dispensa
ú á la cocina á peináse
y en la jicára te salen
crepé, horquillas, cosmetico
y microbios de cien clases.
5
Al tiempo de íte de casa,
en vez de salir á date
un par de oscúlos y abrazos
(como los que meses antes
de contraer matrimoño
te daban pa engatusáte)
se asoman á la ventana
furiosas como caimanes
y á grito pelo te dicen:
"¡Mucho ojo con lo que se hace!
¡Que no bebas! .. ¡Que no juegues!
¡Que no fumes! ¡Que no gastes!
6
Tiés que subir al tenvia
porque ya te se ha hecho tarde,
y al ir á pagar te encuentras
conque ellas, sin avisáte,
te han sacao de los bolsillos
los dineroes y las llaves.
¡Ni la cedúla siguiera
acostumbran á dejáte,
pa exponéte a que te cojan
y te metan en la cárcel.
7
Así que güelves la espalda
ellas, sin encomendáse
al Dios ni al diablo se ponen
la mantilla y al istante
se van á la iglesia un rato
á alparcear plaza de güenas,
de humildes y de formales.
8
Cuando confiesan se tragan
los pecaos más importantes,
asñi es que no hallando el cura
motivo pa incomodáse
les manda de penitencia
un pollico con tomate,
que te ha de costar muy pco
pa que te cueste seis riales.
9
Dimpués de estar un para de horas
cotorriando por las calles,
si pasan frenta á un comercio
se meten en él á escape
á comprase un par de medias,
aunque en el armario guarden
sin estrenar ú en güen uso
cuarenta ó cincuenta pares.
10
Si á tú las medias te gustan
blancas ú color de carne
se las compran amarillas
ú moradas, pa que rabies.
11
Los garbanzos no los ponen
hasta que vás á sentáte
á la mesa, y como no hirven
ná mas que un menuto, salen
más duros que la cabeza
de algunos monecepales.
12
Si les dices que están duros
se gëlven como arraclanes
contra tú, y con mucha guasa
te osequian con estas frases:
"¡Qué delicao es el niño!
¡Cualquiera que te ascuchase
creería que de soltero
comias como un mainate,
cuando pué que no comieras
ná más que salvao ú alfalce!"
13
Si callas, por no armar cisco,
dicen que eres un cobarde,
que tiés la sangre de horchata
y que debían quitáte
los calzones y ponéte
habítos, como á los frailes.
14
Con el bocu en la boca
se echan, largas, en el catre
diciendo que tién jaqueca,
y á tú te mandan que cargues
con los crios y les mudes
las bragas y los pañales
ú que les metras el dedo
en la boca, pa que callen.
15
De dormir la siesta, suelen
devantáse con un hambre
tan impropia de personas
humanas, que son capaces
de engullíse en un menuto
un pozal de chocolate,
tres palmos de longaniza
y dos ochos de los grandes.
16
Si has quedao en ir á casa
de añgún amigo á enseñále
a tocar en la mandurria
alguna tanda de valses,
pa que se enfade tu amigo
se empeñan en que las saques
á dar una güeltecica
por el Coso, y no te cale
más que abajar la cabeza
y obedecer y aguantáte.
17
Si las llevas al tetro
por mor de que no se enfaden
en lugar de agradecéte
el osequio que les haces,
están tó el rato diciendo:
"¡Qué calor!.. ¡Esto es asáse!
¡Malimpleaos cuatro riales!...
¡No hi visto junción más sosa!
¡Ya tengo ganas que acabe!".
18
Si las llevas de paseo
ná más ¡ya pués prepaáte!
Estarán como carcomas
dos horas dale que dale,
dándote la primer murga
y pudriéndote la sangre
con lo de: "¡Vaya un marido!
¡Qué manera de portáse!
¡Pasamos frente al teatro
y no le ocurre llevate!."
19
Si güelves andando á casa
no hacen más que lamentáse
de que les duelen los callos
20
Y si pa que no se cansen
las llevas en el tranvia,
se les fegura que lo haces
porque te aburres y quieres
golver á casa cuanto antes.
21
Si al rigresar del paseo
te decides á enfadate
con los chicos, porque quieren
subíse por los vasares,
te llaman bestia, barbáro,
degenerao y mal padre.
22
Si dejas que se estozuelen
y que griten y que salten,
risponden: "¡Con esa calma
que tiés, ya pués engordáte!
¡Vaya un modo de educálos!
¡Lo que es así, no te extrañe
cuando lleguen á mayores
quie no respeten á nadie!".
23
La cena la tomas fría,
pues no quien incomodáse
en dar güelta por el fuego
y lo dejan que se apague.
24
Dimpués de cenr, te ajustan
la cuenta de los jornales,
y aunquye les lleves mi duros
en lugar de conformáse
saltan con que haces el primo,
con que eres un inorante
y con que otros sinvergüenzas
han llegao á concejales
y tú llegarás á viejo
sin habete puesto un fraque.
25
Finalmente, por no oilas
te acuestas. Y al acostáte,
como has de aguardar á que ellas
concluyan de acomodase,
y se quedan muy tranquilas
con las diez otavas partes
de la cama, pues risulta
que tú tíes que conformáte
con dormir en la orillica,
materialmente en el aire
¡asperando que te arrimen
alguna coz y te balden!

Si dimpués de esto hay alguno
que se decide á casáse,
que sufra las consecuencias.
Yo cumplo con avisále.

Güenismo, tié más razón que un santo !

Mi mujer y yo, llevamos una vida de primera, ella hace lo quiere y yo lo quiere élla.

(El pastor de Andorra)