Muelas de los Caballeros - Zamora

Mari Trini o la lucha contra los elementos.

Decir que Mari Trini ha sido una mujer luchadora es decir más bien poco. Venía de París con un vestido negro, una guitarra, un aire entre dulce y misterioso y, como todo romántico que se precie, un corazón desbocado. Pero no sólo quería cantar, sino también componer ¡Qué osadía! De hecho, ella ha dicho que tenía compuestas muchas canciones, pero tuvo que cantar las de otros para poder sacar un disco a la luz: Luís Eduardo Aute, Patxi Andión, Juan Carlos Calderón... Un bruto innombrable, de los que había para dar y tomar, le dijo a la cara que una mujer era incapaz de hacer canciones. Vamos, de escribirlas, de componerlas, por más que estudiara composición en la capital del glamour ¿Glamour? “Oui, c`est moi”: algo que en España no existía. Y, claro, eso no se lo pueden decir a una murciana, porque se cabrea todo el Segura. Pero ella supo esperar. El disco tuvo éxito y algunos cambiaron de opinión, aunque no todos...

Como consecuencia, y también como pudo, empezó a sacar la patita por las ranuras musicales y a meter en el mercado sus argumentos. Entonces dijo aquello de que “El amor es una barca / con dos remos en el mar”, y a partir de ahí se abrieron muchas olas que se le resistían. Hay que decir que Mari Trini, a pesar de los éxitos, nunca lo ha tenido muy fácil. Y cuando el éxito ya era imparable, algunos empezaron a decir que si aquel vestido negro escondía una pata de palo, que si esto, que si lo otro… Pero ella siguió cantando, que es una forma de luchar, y, de pronto, en las radios de todos los hogares y en la mismísima Televisión Española empezó a oírse una voz que decía “Yo no soy esa que tú te imaginas / una señorita tranquila y sencilla”, canción que le costó muchos sudores sacar al mercado porque la España de los 70, aún zaragatera y aún triste –y me refiero a la España oficial-, decía que en aquella canción había gato encerrado. Vamos, que pecaba de ambigüedad, que no era clara. Y eso, por aquel entonces, era algo que iba contra natura.

Después lo tuvo más fácil, llegando a ser declarada incluso la mejor cantante de España y obteniendo un disco de Oro, pero estoy por apostar que ni siquiera en sus mejores tiempos, entre el 70 y el 80, anduvo por un camino de rosas. Y si fueron rosas, seguro que tuvieron demasiadas espinas. Y ya en los años noventa, apagada su estrella del jardín, intentó sobreponerse con un par de discos que no contaron con el favor de los dioses. Ni del público, que si no es el que otorga las licencias, sí es el que distribuye los manjares de la suculenta comida de la música. A pesar de ello, en el 2001 obtuvo otro disco de Oro por una grabación que hizo con Los Panchos, y en el 2005 obtuvo otro premio, otorgado por la S.G.A.E., por su último recopilatorio. No obstante, esto no la devolvió a los altares en los que estuvo algunos años con todo merecimiento.

Y aunque algo parecido ha pasado también con otros cantantes y con otros grupos, en su caso es más doliente, porque su voz era buena, sus melodías también, y ella ha sido siempre una trabajadora infatigable que, acaso por ser mujer y tal vez por no ser, en lo físico, excesivamente agraciada, tuvo que luchar no sólo contra la competencia, sino también contra los elementos. Y menudos elementos, madre. Menudos elementos.

Pues bien, yo, Mariano, que fui joven con ella y que tengo recuerdos y besos inolvidables asociados a sus canciones: “Ayer”, “Amores”, “Palabras”, “Cuando me acaricias”, “Mañana”, “Ne me quitte pas”, “Me marcharé”… le deseo toda la suerte del mundo en esta nueva etapa de su vida, de la que ha dicho que la quiere tranquila. Lo que, en mi opinión, es un sabio deseo.
Mariano Estrada

Hola "Milord", perdón, Mariano.

"Yo confieso" que "Un hombre marchó", pero "Una estrella en tu jardín" te debe iluminar y dar "Palabras", todas las del mundo, para crear estos artículos tan sencillos como imaginativos, que nos traen a nuestra mente a esos artistas nuestros, los genuinos, los de siempre.

"Yo confieso" que "Soy un caso perdido", pero "Escúchame": "Yo no soy esa" ni tampoco "Yo soy aquel , - como diría otro de nuestros grandes -, pero "Mañana", vuelve y "Ayudala", que yo despues de bailar un "Vals de otoño" también "La querré".

Si te fijas bien, o sin bien, como en mis sonetos meto algún gazapo, pero es que si no, no me cuadra. Pero eso sí, estoy contigo que Mari Trini ha sido una gran cantante que se lo ha currado bien, y tal vez, con no demasiada suerte.

Y eso sí "Ne me quitte pas" en el olvido a nadie de nuestros cantantes que lo merezca, y ya que hemos mencionado esta hermosa canción, que tú igual que yo sabemos de quién es, y , como la música no tiene fronteras y solo conoce un idioma, démosle un homenaje a: Jacques Brel.

Un abrazo

Enhorabuena a Mariano y José Miguel -ahora poeta- por los escritos dedicados a Mari Trini. Solo añadiré, Mariano, que conozco de primera mano el caso de Mari Trini, y el disco que sacó con Los Panchos fue su ruina. Una casa de discos, con un señor que vive en Miami, le metió una puñalada trapera. Y ese disco fue su ruina: a pesar de que ha ganado el juicio, no hace mucho, lo único que ha conseguido es que el juez le conceda la base del CD, es decir, el molde es suyo. Pero todo el dinero ganado, que fue mucho, ha desaparecido. Desde entonces, tuvo una enfermedad, y Mari Trini tiene sus altibajos. Te diré que antes del verano, un nutrido grupo de admiradores de Murcia le rindieron un modesto pero emotivo homenaje.

Abrazos,

Agustín

En julio del 2005 le dediqué un artículo a Mari Trini. Espero que sea de vuestro agrado. Y, además, anticipo a los amigos que en octubre me embarco en un nuevo proyecto periodístico-musical... (Siempre que haya acuerdo entre mi diario y yo, que espero que así sea). Abrazos,

AQUELLOS VERANOS (II)

Mari Trini podría volver, tras el vencimiento de un aciago contrato

Agustín Zaragozá Granell

18 de julio. El pasado lunes 12 de julio celebró su aniversario mi admiradísima amiga María Trinidad Pérez Miravete (Murcia, 1947). Posiblemente no sepan a quién me estoy refiriendo. Pero si les recuerdo su gentil remoquete seguro que suspirarán, levitarán y la nostalgia invadirá sus corazones: Mari Trini. Así, sin rimbombantes apelativos ni rebuscadas presentaciones, con el sobrenombre más llano que podamos encontrar en el panorama artístico, rememoramos la luz que emana del alma más bella del mundo de la canción española.

Ella nunca triunfó con una canción del verano porque nos ofrece siempre diamantes en bruto, independientemente de la estación del año. Durante varias décadas arrasó en verano, primavera, otoño e invierno, no sólo interpretando con el corazón sino recurriendo a él para componer sus propios temas. Hasta hoy, trescientas nueve composiciones avalan su trayectoria artística. También otros muchos méritos atestiguan su carrera artística: dieciocho discos de platino, apoteósicas giras mundiales, éxitos legendarios e imperecederos, etc. Pero, ¿dónde está ahora Mari Trini?

Una biografía labrada por el dolor

En primer lugar, cabe recordar los avatares que nuestra artista padeció a lo largo de su niñez y parte de su adolescencia: una grave enfermedad renal la postró en la cama durante varios años. No fue poca cosa, se lo aseguro: a lo largo de su padecimiento, y en numerosas ocasiones, se le practicó la extremaunción porque su vida pendía de un hilo. Pero ella, aun siendo niña, luchó estoicamente por vivir su vida y, tras varias operaciones, las ilusiones fueron acrecentándose, eso sí, al compás de las notas musicales que, en definitiva, son las notas de la vida: se dedicó a aprender a tocar la guitarra, componiendo sus primeros temas acompañada de la completa soledad con la que se encuentra cualquier enfermo.

Mari Trini, la mujer autodidacta, no recibió a destiempo los apoyos ni las palmaditas de los empresarios mercenarios y desalmados: surgió de la nada, desde la omnitud que abre la angustia. A los quince años, y con una ardua lucha tras sus espaldas, conoció en Madrid al director de películas Nicholas Ray, el cual se convirtió en su fiel representante. Él la convenció para viajar a Inglaterra y París. Allí, en la ciudad del amor, firma su primer contrato discográfico y, como no podía ser de otra manera, se abrió un espacio en el mundo de la canción francesa. Posteriormente decide regresar a España, su matria y graba su primer trabajo discográfico con RCA cantando, ahora sí, en español. El fruto e inicio de su carrera musical en nuestro país arranca, por tanto, en 1969 con el LP Mari Trini. Pero hasta un año después no le llegará el auténtico éxito, con su segundo trabajo discográfico en castellano Amores (Hispavox, 1970).

Víctima del "darwinismo musical"

Desde entonces la trayectoria artística de Mari Trini ha sufrido algunos altibajos, la mayoría de ellos fruto de los cambios sociales, ya que nuestra murciana más preciada se mantuvo y mantiene eternamente con el corazón desnudo. Y los que viven, desviven y conviven de todo corazón permanecen impertérritos al paso del tiempo, a pesar de las canalladas y puñaladas traperas que los dueños del espectáculo puedan acarrearles. Porque, digámoslo de una vez, Mari Trini ha sido víctima de las modas pasajeras, los inventos de bazofia de las discográficas, las estafas de los dueños del espectáculo, de las gentes cuyo mundo es un chiringuito, de los que no cuidan a su corazón, de quienes olvidaron su alma en el fondo del armario.

Sí, así de cruda es la realidad: apenas quedan artistas que, al lindarse las entrañas con la linterna, ofrezcan corazón, sensibilidad, sentimiento, emociones y pasiones a la vida. Las multinacionales discográficas marcan las modas a las gentes ingenuas y, definitivamente, se im-ponen aplastantemente los tirabuzones de oro artificial, las caritas de bombón con muecas de espejo, los danzarines de circo refinados, los melosos previo contrato y los que, además, confunden el espectáculo musical con el espectáculo circense de su vida. Y eso, señores, tiene un feísimo calificativo: darwinismo musical. No, definitivamente, se esfumaron los artistas decentes, y yo evoco a Mari Trini cual cabal gentilhombre renacentista. Pero, ¿dónde anda hoy Mari Trini?

La primera cantautora

Sus compañeros de comparsa y farsa tampoco supieron apreciarla y, por consiguiente, respetarla. En demasiadas ocasiones, más de las que uno debería tolerar, Juan Manuel Serrat y Víctor Manuel han presumido en público de ser los primeros cantautores de pataleta y pata de jamón en España. Y un jamón (nunca mejor dicho). Una vez más, el sectarismo y la intransigencia de los poseedores de la "Verdad", los intérpretes del mundo (que de la canción parece poquita cosa) y, en definitiva, los echaos p´alante de la cultura española, aplican la dictadura del silencio para contribuir al machacamiento de una compañera. Mari Trini, muy a su pesar, estuvo en el candelero de la canción protesta y, sin que sea contradictorio, de la canción romántica. Ella fue la primera cantautora (así, en femenino).

Sus letras quedan impregnadas de bocanadas de aire fresco, de libertad, de reproches a las injusticias sociales. ¿Quién lo duda? Pero en la canción protesta también cabe –con permiso de don Censurone Serrat y don Censurone Víctor Manuel– la melancolía, la nostalgia y la fragilidad de la existencia. Tres no son multitud, siempre que los otros dos no sean ni Serrat ni Víctor Manuel. Si les pica compartir protagonismo, que ajos coman. Que Mari Trini, y sirva una nimia anécdota, fue la primera mujer que apareció en Televisión Española con pantalones vaqueros. Sin duda, una pionera en el panorama artístico y un referente a seguir por las mujeres que forman parte (o parcelita) del mundo del espectáculo.

Un público que continúa aguardando

Los veranos de Mari Trini se calmaron hace años. Sus composiciones son sencillas, pero no simples: sólo narran las inquietudes de una mujer con alas de cristal. Pero, ¿qué más se puede pedir? ¿Acaso no es suficiente mérito mostrar las preocupaciones más íntimas? Se le cayó una estrella del jardín… ¿Por qué a ella? ¿Por qué a ti, Mari Trini? Has sido una mujer honrada, luchadora, generosa, cordial, afable, respetuosa, atenta, laboriosa, humilde y sacrificada. El público te quiere y te estima. No me cabe la menor duda. Necesitamos tu tono sedoso y tus cálidas composiciones. Urge recuperar los sentimientos que expresas y que, en definitiva, son los que guardamos en un rincón del alma. Aplaca la sed de tus admiradores y amigos, querida Mari Trini. ¿Por qué una cancioncilla del verano se vende mejor que un desgarrado canto a la esperanza? ¿Por qué no vuelves ya con nosotros, Mari Trini?

Tal vez ya no tenga en la actualidad el público masificado y borreguil que tienen, previa publicidad descomunal, algunos mozuelos que pasaron por una u otra academia. Pero tiene un público fiel, intimo, amigo, compañero, que la respeta y espera desesperadamente. A diferencia de los artistas de bote y de pego, Mari Trini nunca vendió su intimidad, pues supo demarcar como nadie la línea artística de la de su vida privada. A lo peor, eso no les interesa a las multinacionales: ahora las estrellas ya no brillan por su arte sino por sus crónicas marcianas. Mari Trini es murciana, pero no marciana. La dignidad tiene un precio, y el suyo es muy elevado. Lo pagó caro. Demasiado caro. Sus admiradores y amigos también, porque nos seguimos preguntando: ¿en qué jardín encontraremos a Mari Trini?

¡Malditos noventa y maldito contrato!

En realidad, la época de los noventa no fue gloriosa para Mari Trini: sólo sacó al mercado tres trabajos discográficos (dejando de lado varios recopilatorios). Pero en septiembre del año 2001, con el nuevo milenio, aparece una joya discográfica: Mari Trini y Los Panchos (Roadrunner Arcade Music España, 2001), en cuyo cederrón encontramos a precio de amigo veintitrés éxitos eternos de la murciana y, a su vez, del legendario trío musical. Una gozada.

Apareció después del verano, lo cual es lógico. En la época estival las gentes prefieren composiciones con pocos sentimientos, a ser posible, con poco más de una o dos onomatopeyas y, si no es mucho pedir, estribillos monosílabos (en verano renace el simio que algunos llevan dentro). Pero, sin explicación alguna, el último trabajo de Mari Trini desapareció seis meses después de su salida al mercado. Además, el maldito contrato la obligó a permanecer retirada tres años del mundo del espectáculo. Su salud se esfumó y, por desgracia, la economía también se tambaleó. ¿Pero a quién no le hubiese ocurrido lo mismo? Malditos contratos todopoderosos que arruinan a la gente de buena fe. Malditas las palmaditas traperas que desprecian y hieren al prójimo. El mundo del espectáculo ya no tiene nada que ver con los inicios de nuestra cantautora por antonomasia. Y esos golpes son tan duros que cuestan superar. ¿Dónde está Mari Trini, tras semejante hiriente despropósito?

En que vuelve la ilusión de oírla de nuevo

Ahora, en 2004, Mari Trini promete renacer como el Ave Fénix, porque el contrato quedará roto en mil pedazos, una vez vencido. Si don Miguel de Cervantes viviese no hubiera permitido semejante atropello y, seguramente, también podría haberse quedado tres años sin escribir por cuestión del contrato. ¿Se imaginan si a don Miguel le hubieran impedido escribir por un mero papelito firmado? ¡El mismísimo don Quijote habría retorcido el pescuezo al inventor de la burrocracia! Esperamos que alguna casa discográfica la trate con amor, porque ella lo entrega a raudales.

Su público la esperamos con los nervios de un león enjaulado. Necesitamos de Mari Trini. Aunque no la conozcamos, porque nadie sabe dónde está hoy, la consideramos una amiga y compañera del gran viaje de la vida. Pero yo, con el alma rota en mil pedazos, sigo animándola a seguir adelante. Arañando las horas se fue, sin un porqué… ¿Qué barreras te impiden regresar? ¿Por qué gentecillas de poca fe complican en abundancia la vida de los humildes? ¿Por qué no tocas el cielo, si tú te lo mereces entero? Mari Trini, querida Mari Trini, dímelo ya, por favor, ¿dónde estás, amiga mía?

DISCOGRAFÍA DE MARI TRINI

No será fácil encontrar la gran mayoría de los discos de Mari Trini, amigo lector. Pero yo te pido, por favor, que lo intentes pacientemente porque nunca hay camino, sino caminar. Con empeño y tesón podrás conseguirlos. Ánimo, porque merece la pena. Ella no vive del cuento como los cuentistas del presente musical. Y estoy convencido de que si no tienes sus discos es porque tú, hombre moderno, nunca detuviste el tiempo para soñar y levitar. Ahora, ipso facto, es el momento de recuperar el tiempo perdido.

Mari Trini (RCA, 1969)
Amores (Hispavox, 1970)
Escúchame (Hispavox, 1971)
Ventanas (Hispavox, 1973)
L´automne (Hispavox, 1973)
¿Quién? (Hispavox, 1974)
Transparencias (Hispavox, 1975)
Como el rocío (Hispavox, 1976)
El tiempo y yo (Hispavox, 1977)
Sólo para ti (Hispavox, 197
A mi aire (Hispavox, 1979)
Oraciones de amor (Hispavox, 1981)
Una estrella en mi jardín (Hispavox, 1982)
Mari Trini (Hispavox, 1984)
Diario de una mujer (Hispavox, 1984)
En vivo (EMI, 1985)
Quién me venderá (Hispavox, 1986)
En tu piel (Hispavox, 1987)
Espejismos (T. H. Rodven, 1990)
Grandes éxitos (EMI, 1993)
Sin barreras (Divucsa, 1995)
Alas de cristal (Divucsa, 1996)
Mari Trini y Los Panchos (Roadrunner Arcade Music España, 2001)

MARI TRINI EN LA RED

De momento, no podemos consultar una página web oficial de Mari Trini, pero mi buen amigo Antonio Olmos le ha rendido en el siguiente enlace un precioso homenaje: ¡Pincha para entrar!

Si poetas es Mariano y Mari Trini, en el foro tenemos otro a la fuerza: José Miguel. De verdad que la poesía que le dedica a Mari Trini es bella, bonita y creativa. En otras ocasiones sus poesías invitaban a salir corriendo. Pero, dicho sin rintintin, por una vez, José Miguel es un poeta sin fronteras. Estoy pensando en ficharlo para mi nueva sección: Un artista, un poeta. Y José Miguel me escribía una poesía... pero como la de Mari Trini, ya que no interesa que el lector huya corriendo.

Abrazos, poetas míos

Querido Agustín:

Debo decirte que, más o menos, tenía noticias de la "ruina" económica de Mari Trini. De lo que no tenía ni idea era de la causa que la había provocado. Me he quedado de piedra. O sea que lo que fue un éxito musical y comercial extraordinarios fue para ella la ruina económica? ¿Quién se llevo los dineros, Los Panchos, la discográfica? ¿Y no tenía Mari Trini un abogado que velara por sus intereses? ¿Cómo es posible que firmara un contrato que la dejara en la calle? Si es que no se puede ser buena persona y andar por ahí fiándote del todo mundo. Seguramente, a mí me hubiera pasado lo mismo. Tal vez por eso me duele más, porque algunos pecamos de inocencia hasta el extremo de ser tontos.

Gracias por la abundante información que nos has dado de la artista. Y enhorabuena por el artículo, que me parece muy bueno, muy incisivo y muy completo.

Un abrazo

Hola, José Miguel:

No es la primera vez que veo tu capacidad de adaptación, en este caso a los juegos más o menos imaginativos con las palabras. También es verdad que tienes una notable capacidad autocrítica, ya que confiesas que los sonetos no acaban de dársete bien, aunque suelen tener la virtud de hacer reír, que no es poco, dados los tiempos que corren.

No sé, tus sonetos son de un surrealismo extraño, tal vez de una descarada contracultura. Lástima que la poesía no haga famosos, porque, de lo contrario, un día te iban a levantar en Valencia una falla monumental.

Estamos con Mari Trini, aunque se le haya caído las estrella.

Un abrazo

Hola Mariano, hola Agustín, no, no quiero conseguir aquello de: "hola D. Pepito, hola D. José y, con el nuevo título de una canción, seguir aumentando el artículo principal, que no es poco.

Veo que estamos preocupados o interesados por la vida de nuestra querida Mari Trini, y desde luego, Agustín, estás bien informado de su vida, desconocía el caso que nos describes. Pero como dice Mariano, se le nota cara de buena persona, y así, de "pardillo", no se puede ir por la vida, y sin embargo somos muchos los que vamos. Tal vez por eso tenga nuestro aprecio y todo nuestro apoyo.

Gracias Agustín, me alegro de saber que ya me vas considerando, desde luego si fueses mi maestro y yo tu alumno, lo tenía claro, no aprobaba ni a la de tres, pero bien, bueno es que aunque sea tarde, te hayas dado cuenta de que algo sí que valgo: ¿o me vas a pedir alguna cosa, que últimamente te veo muy calladito?

Y bien Mariano, lo único que he hecho esta mañana al levantarme ha sido ejercitar un poco mi memoria, - con un CD delante, claro -, he intentado ampliar algo lo tuyo y decirte: que con unas pocas palabras de títulos de canciones , te sale un artículo de....., muy bueno, ¡ché!

Y gracias por esa capacidad de adaptación y autocrítica que dices demuestro tener, pero aún estando de acuerdo contigo, que mis sonetos son de un surrealismo extraño, yo voy más allá, pienso que no son ni sonetos, ni na. Ahora, lo de descarada contracultura ¿no queda un poco fuerte? Da la sensación de que no sé nada, y posiblemente sea así,pero por lo menos: "sé que no sé nada", que ya es saber.

Y efectivamente, estaremos con Mari Trini cuando nos necesite, pero mañana, Rosa y tú queréis estar conmigo, ya sabes, venid a Elda, que os queda más cerca que a mí, que la invitación sigue en pie.

Un abrazo.

Querido José Miguel:

Los que iniciaron el movimiento social llamado "Contracultura", allá por los años 60, en los EE.UU (en el que, por cierto, estuvieron incluidos los hippies, aunque el movimiento lo iniciaron los "beatnicks"), no pensaban que no sabían nada, sino que no querían saberlo. El movimiento nació para romper con lo establecido y proponer cosas nuevas: ya sabes, pacifismo, amor libre, experimentación con drogas psicodélicas, retorno a la Naturaleza, vida en comunas...)

O sea que, tus sonetos, a lo mejor son el inicio de un movimiento social de aquí te espero / comiendo un huevo.

Un abrazo

Mariano,la verdad es que creo que en estos momentos no pertenezco a ese movimiento, me coje un poco mayor, y cuando se inicio, -que sí que era joven -, te aseguro que no pertenecí, porque era más serio y responsable que el alcalde de Bélmez. No creas que no me hace gracia eso del amor libre, y sobre todo lo del pacifismo, ahora, lo de las drogas ya no, y la naturaleza me gusta, pero sin embargo soy de asfalto. Y lo de aprender, bueno...., eso, desde que empecé a los 19 años no paro, yo creo que no sé mucho de nada, por la cantidad de palos que toco.

Pero, que más da, lo importante es la que hemos montado con Mari Trini, al respetable le hemos dado a conocer todas sus buenas canciones, y de una forma poética, para que no se quejen.

Y ya veo que prefieres comerte un huevo, que una buena mariscada en Elda, pues nada, MAriano, hasta la póxima, que a mi me están llamando ya para ponerme guapo, cosa que lo voy a intentar,por si acaso. ¡Que no decaiga el buen humor, porque problemas ya tenemos bastantes!

Un abrazo, y a ti también, Agustín, que te vaya bien este fin de semana por Hospitalet, y ya nos contarás.

Hola, chicos. Como comenta con discreción José Miguel, me marcho varios días a Hospitalet para arropar a Carmen Flores. Como bien comenta Mariano, el caso de Mari Trini fue por exceso de confianza, por ingenuidad, o sea, por ser buena persona y firmar sin saber lo que uno firma. Los Panchos tampoco vieron un duro. La traición corrió a cargo de alguien de la casa de discos que, para mayor desgracia, era hasta entonces un amigo y persona de confianza de Mari Trini (de ahí que depositara toda la confianza en él). Juicio hubo, y lo ganó Mari Trini. Pero dinero ni un céntimo. Sólo consiguió el molde del disco, que ahora es propiedad de la artistas. Me consta que el disco se retiró también del mercado (aunque yo lo tengo, claro).

Entre los próximo proyectos de Mari Trini, el más avanzada es un libro de poesías, compitiendo con nuestro amigo Mariano. En Murcia van a dedicarle a un teatro el nombre de Mari Trini. Y, ya sin discos, la murciana piensa retirarse el próximo año, o el siguiente: prepara un macroconcierto de despedida. Entonces ya será su retirada definitiva.

Una pena, la verdad. Abrazos,

Agustín