Muelas de los Caballeros - Zamora

En la sección opinión del diario El País apareció hace unos días un interesante artículo de Don Santiago Carrillo, no para opinar sobre el tabaco, aunque sus dedos estén manchados de nicotina, sino sobre la campaña contra el presidente del gobierno, el señor Zapatero. Escribe: “una brutal campaña personal contra el presidente Rodríguez Zapatero, que a los viejos nos recuerda las campañas que en otra época hizo la derecha nacionalista contra Manuel Azaña en el momento en que este personalizó el sueño de una España más moderna……. Porque ellos (la oposición) hablan de patria cuando están pensando en finca, en un país que consideran su patrimonio desde tiempos inmemorables ……. Se utiliza un lenguaje propio de señoritos de casino de pueblo para minar su autoridad y su prestigio”

“Los señoritos de casino de pueblo” me recuerdan mis visitas a Castellar de Santisteban (Jaen), donde conocí hace 30 años al andaluz más puro, al huertano más apuesto, el que veía a distancia la mata tocada por el gusano. Cosechaba su huerta entre olivos a la vera del Guadalimar y, al alba, cruzaba el río en su mula para vender los tomates en el mercado. En ese mismo pueblo, en la plaza, junto a la iglesia, en un edificio de piedra noble se halla el casino. Me sorprendió que tuviese dos entradas y que el gran salón estuviese dividido por un tabique hasta la barra del bar. La división tenía por objeto separar a los ricos de los pobres, impedir que se rozasen aunque no impidiese que tomasen en la misma barra, los mismos productos servidos por el mismo camarero, con el mismo ruido de fichas de dominó y de envites. En un lado del tabique se fumaba rubio, los señoritos exhibían botas de zapatero, se limpiaban los dientes de oro con palillos de madera blanca, se miraba de reojo levantando el bigote del régimen y se forzaba un ambiente artificial y aburrido. Se hablaba de tierras y, por la ventana, se lanzaban miradas a la mujer del prójimo. Del otro lado, los aceituneros gallardos bebían cerveza en largos tragos, voceaban y reían por cualquier pequeñez; se secaban la frente del sudor y bebían vino blanco con estilo y maestría. Se fumaba negro y se recordaba el amor en los olivares.

Estoy muy de acuerdo con el artículo del señor Carrillo , es correcto, sencillo, claro, lleno de buena memoria, y visión de futuro en el campo socialista. También estoy de acuerdo con el señor Zapatero y su forma de gobernar hasta ahora. Nuestro presidente era casi un desconocido en su partido, demostró ser hábil y tener encanto, por lo que consiguió ser candidato. Probablemente las circunstancias de Atocha le fueron favorables, lo cierto es que empezó su mandato tratando a la prensa y a la oposición con una exquisitez desconocida en el ruedo ibérico hasta entonces. Las descalificaciones y los insultos hacia su persona por los cuatro jinetes del Apocalipsis no se hicieron esperar, fueron increscendo hasta el punto de no importarles hundir el barco para deshacerse del capitán. A pesar de ello, no han conseguido que el presidente renuncie a su buen talante. Menos mal, que los niños visitan las Cortes cuando no hay sesión y no pueden ver lo groseros que son algunas señorías. No hay que olvidar que en nuestro país, es un hábito mofarse, desprestigiar y tildar de bobo e inútil a las personas cultas y educadas (Tierno Galván y sus bandos; los chistes del ministro Morán, etc.). No es una casualidad que estos señores no fuesen señoritos. Incluso la prensa proclive al señor Zapatero señala que no se aclara bien la gestión del gobierno, es decir, que no se contesta con la misma contundencia y agresividad. El señor Zapatero debe conocer que muchas de las zonas arrasadas, o en vías de ello, del litoral de Levante están regidas por gente de su partido, que a buen seguro surgirá algún Roldán para perjudicarle, pero también conoce que los artífices de las "parcelas" y los P.A.I. es asunto de los ricos. Los proyectos de ley aprobados o en trámite, son interesantes para la población con menos recursos: vivienda reducida, tabaco, ayuda a los mayores, fraude en la construcción y paraísos fiscales, etc.

Así pues, como admiro los hombres cultos y educados, me gustaría tener presidentes y ministros de la calidad y talante Azaña y Galván. Para el bien de este país, le deseo al Sr, Zapatero, muchos años de gobierno, éxito en las leyes y buen cumplimiento de las mismas. Que los alcaldes se dediquen a copiar los bandos de don Tierno y se olviden de tabicar casinos y de especular.

Desearía terminar diciendo que, si tuviese el don de escribir como los poetas, tomaría estos poemas de referencia (antes y después) para alertar al presidente de los peligros que le acechan.

“Antonio Torres Heredia,
hijo y nieto de Camborios,
con una vara de mimbre
va a Sevilla a ver los toros.
Moreno de verde luna
anda despacio y garboso.
Sus empavonados bucles
le brillan entre los ojos”


Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Heredias
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
¡Ay Antoñito el Camborio,
digno de una Emperatriz!
Acuérate de la Virgen
porque te vas a morir.

Ya que no puedo pasar la noche vieja en una jaima en medio del desierto, bajo un cielo estrellado al que recurrir en mis deseos del Año Nuevo, beberé valdepeñas y cantaré Anda jaleo, jaleo.

¡¡¡Buena noche a todos!!!

Como siempre, me gustan tus argumentos. Muchos los comparto.
Un abrazo
Joan