Muelas de los Caballeros - Zamora

La siguiente reflexión viene a cuento de una charla con José Miguel, muy amena, como siempre, en la que me agradecía que le regalara una tarta de manzana (que como es muy sibarita, se zampó con champán).

No entiendo cómo Eva quiso comer de la manzana del árbol prohibido. Y, es que, si lo miras bien, no tiene sentido: entendería que hubiera pecado por comer tarta de manzana o licor de manzana... Pero, ¿por una vil y ramplona manzana?

Sospecho que Eva nunca comió de la manzana. Debió ser un manjar más exquisito, digo yo: tarta de manzana, por ejemplo, con una copa de champán del caro, el que suele embucharse José Miguel).

Sólo quería deciros esta insignificante reflexión a propósito de la tarta de manzana.

Saludos.

Pues...sospecho que Eva sí comió la manzana!!!, pero era muy lista y debió pensar:"Si ofrezco esta ramplona manzana a Adán, seguro que me dice un NO rotundo".
Entonces, la cocinó y lo que hizo fue una suculenta tarta, luego maceró otras y sacor el licor, y se los ofreció a Adán, que el pobre no pudo negarse ante estas exquisiteces!!!!
¡¡¡Seguro que así nació el arte de la cocina y de los licores!!!!
jaja, es una broma!!!!
Un abrazo
Natalia

Yo tampoco entiendo por qué la manzana fue elegida entre otras frutas como símbolo de la tentación. Las hay mucho mejores. Entiendo mejor el papel que le tocó desempeñar a la serpiente.
Mucho se ha escrito sobre el tema. De todo lo que yo conozco, destaco hoy estos versos lapidarios de Miguel Hernández:

"Dame, aunque se horroricen los gitanos,
veneno activo el más de los manzanos".

Del poema "Serpiente"

Un abrazo