Muelas de los Caballeros - Zamora

Queridos amigos: hoy se rinde un homenaje a don Jesús Gil. Os adjunto una biografía cómica redactada en el foro del Atlético. De fútbol no entiendo, pero siempre ha habido personajes curiosos, guiñoles de España, que me han parecido divertidos y cómicos hasta el límite. Es el caso de Gil, una caricatura de sí mismo, que a pesar de sus muchas atrocidades, siempre supo salirse con la suya.

Aquí una biografía desenfadada. Os reiréis mucho. Saludos.

Agustín



Damos inicio a un nuevo espacio de reflexión y diálogo que espero sea sumamente entretenido para todos y muy participativo. Me gustaría empezar con una de las figuras más importantes de la centenaria historia del Aleti aprovechando el inminente homenaje (tan merecido) que le será dispensado en las obsoletas instalaciones deportivas del Manzanares el día 30, y que contará con la inestimable participación de nuestro equipo hermano de la capital. " Era nuestro azote, pero le echaremos de menos", dijo Valdano en sus exequias, subestimando sin duda el talento de sus sucesores. Estamos hablando de Jesús Gil 2, el hombre que hablaba con su montura, el hombre que susurraba a su caballo, el horse whisperer más interesante desde Nerón.



Prototipo del self made man, se inició en el muy honesto negocio de la compra-venta de coches (nunca se ha sabido de nadie que protestara por ningún coche vendido por Gil 2 , NUNCA). Este honesto hombre del renacimiento removió los cimientos de la arquitectura moderna –y nunca mejor dicho–, cuando sin ninguna preparación técnica diseñó la estructura de un local que se alzaría en una coqueta parcela segoviana, todo ello sin contar con ningún arquitecto y/o aparejador, él mismo con su mecanismo, tal cual, como un furioso bricómano autodidacto. Ni los más aventurados urbanistas utópicos llegaron tan lejos. Aunque el cemento no ha fraguado el día de la inauguración, los operarios cubren las paredes con lonas para que los comensales no se aperciban del hecho, anticipándose a las fascinantes envolturas de Christo, que cubrió de polietileno la Kunsthalle. Gil 2 era ya supurante vanguardia, mucho antes que los discípulos del land art. Y como la comida (ternera serrana y trucha a la segoviana) no llegó a servirse se guardó oportunamente en cámaras frigoríficas ¡para ser revendida a los restaurantes de la zona! No hay que tirar la comida, que hay mucho hambre en el mundo. A las cámaras frigoríficas fueron a parar no sólo la ternera serrana, sino 58 comensales (en este caso a las cámaras de la morgue). Quizá se trate de la performance artística más acabada de la historia, con el concurso sincrético de las artes (arquitectura, escultura, pintura -¡aunque de brocha gorda!-… el arte total, vamos). Un resentido juez llegó a decir que "Gil (…) creyendo simplemente, que, por lo que él había visto en su profesión y actividad de constructor, al frente de la Inmobiliaria, era por sí solo capaz de idear, construir y dirigir nada menos que una nave de ampliación de un restaurante". Fíjate. Ni te cuento qué sería capaz de hacer al frente de un club de fútbol. Yo no he matado a nadie, dijo el muy pillín, mientras era conducido a prisión.



La cárcel de Segovia parece ser un resort plácido y comodísimo donde uno puede agacharse a recoger tranquilamente la pastilla de jabón en las duchas. Esta paz conventual le permite abrir allí mismo su despacho en plan Lex Luthor pero con pelo soriano de la Dehesa. Gil 2 se convierte en el "encargado del economato" (sic) para trapichear con las judías y el café. Una eficiente red de sobornos incluye a los funcionarios y a los de la benemérita. Incluso se hace con los servicios de una secretaria llamada Pepita (un nombre que ahora nos sonrojará por su candidez, pero que en su momento debía de sacudir las feromonas como el supercontemporáneo Svetlana, por hacernos una idea). Un encomiable bon vivant, no hay duda. Cuesta no imaginar a Gil 2 dando unas sencillas instrucciones a "Piepita" en su "diespacho".



Este buen hacer hace que se suavicen las condiciones de su reclusión y que incluso le sea permitido asistir a misa los domingos (!) Gil 2 intenta evitar por todos los medios pagar las indemnizaciones, a ver qué coño se creen, y su última oferta es 500.000 pesetas por muerto. Pero las cosas se complican y es trasladado a Carabanchel, con sus incómodas celdas de 2x3 (que prefiguran las minicasas de la ministra Trujillo). El generalísimo Franco le concede por fin el indulto. Cómo añoramos hoy esa España de bien donde estaba erradicada la corrupción ¿eh! Ambos consiguieron dotar a España de grandes embalses: Franco hizo el pantano de burgomillodo y Gil el del Club Náyade.



Para entonces Gil2 se ha convertido en un macarra que se pasea en un Dodge Valiant negro con sus matones de carabanchel, fostiando a los que se interponen en su camino. Hay un hermoso gesto de Gil2 dedicado a sus acreedores en su despacho de Goya invitándoles a tirarse desde un sexto piso. La defenestración siempre fue la master piece de Gregorio Jesús, y si no que se lo digan a aquel pelagatos que iba robando sumarios en Marbiella. Nadie había utilizado las ventanas con tanta eficacia desde los Médicis. Asomándose a ellas con guayabera y abanico de tonadillera o lanzando facinerosos al vacío.



Pero lo mejor y lo que más nos importa llega en los 80. Aquel jovencito hincha del Atlético… de Bilbao, que practicó el balompié como "defensa estorbo", se arrima al Alieti. "Esto de la bolita ni me importa ni lo entiendo. Sólo lo quiero para mi proyecto personal", es su declaración de intenciones. Su primera intención es rodear el estadio de viviendas (jajaja… hoy la idea es que las viviendas se levanten en lugar del estadio). Calderón, el muy facineroso, lo larga del club diciendo aquello de que mientras él viviera, jamás estaría en la presidencia el King Kong ése (sic). Pero Calderón muere. Gil2 se hace con la presidencia, ¡prometiendo incluso el patrocinio de una escudería de Fórmula 1! Quién no imagina a Gil2 convertido en un rutilante Flavio Briatore ¿eh! Qué gozada. El único bólido con el escudo del Alieti que hemos visto luego ha sido el de Torrente, pero nos vale igual, presi. ¡A LA PUTA CALLE!, es el sencillo programa que empieza a escucharse a diestro y siniestro en el Manzanares. A partir de ahí el Alieti recuperó su esplendor, evitó su desaparición (¡y sin poner un duro!) y alcanzó cotas de grandeza insólitas, como la consecución del campeonato de liga de segunda división, que no es por nada, pero el Madrid no lo tiene en sus vitrinas.



El resto ya lo conocen ustedes. El audaz wrestling y la agresión sufrida a manos del gerente del Compostela, quien tuvo la desfachatez facinerosa de golpearle el puño con la sien a las puertas de la Liga; su criatura política, el poujadista G.I.L., que abrió su sede madrileña en la calle de la Montera, en medio de putas y yonkis (blanco ideal de su progromo marbellí) y al lado de la sede de la Cienciología, pues Gil2 no era sino nuestro gran Hubbard, qué coño; su faceta medática en Las noches de tal y tal, precursor de los late shows que hoy tanto éxito cosechan en nuestras parrillas televisivas; o su devoción por el Elvis terminal, sus visitas a los casinos de Las Vegas con camisas doradas y gran provisión de cadenas de oro. Gil2 ha sido el gran impersonator de Elvis, sin duda, y Valdeolivas ha sido su Graceland. Y no es el menor de sus méritos la tarea colosal de haber trepado a los fornidos lomos de su señora (esa atractiva hembra) para fecundarla en varias ocasiones. Sólo por eso debería de merecer nuestro respeto.



Así que, amiguitos, ninguno de nosotros puede faltar esta noche para rendir un último homenaje al presi. Gil 2 empuja desde arriba, ya lo saben, no sabemos en qué dirección, pero empuja, vaya que sí. Me gustaría recordar aquí las palabras de otra persona intachable como Doña Esperanza Aguirre, y que sin duda todos nosotros compartiremos: "De Jesús Gil se podrán decir muchas cosas, pero creo que nadie duda que ha sentido los colores del Atlético. Y escuchar en la radio como él decía que tenía una bandera del Aleti pensada para cuando muriera, sinceramente era emocionante".

Se comenta que Jesús Gil decía grandes verdades... Claro, las que le convenía. Pero ¡a que no decía nada de sus latrocinios! De todos modos, lo que sí es cierto es que en esto del fútbol nos enteramos de primera mano de muchas obscenidades y sirvengonzonerías.

Por lo demás, era un personaje gracioso, histriónico, cómico, desvergonzado, vocinglero, prevaricador, corrupto, corruptor, especulador, ladrón a manos llenas... Vamos, un gran animador del cotarro. Claro que Al Capone también lo fue en su día. A Gil sólo le faltaban los tiros. Sólo le dio tiempo a llegar a las hostias.

En definitiva, un personaje nefasto. Un mafioso puro y duro a quien Dios tenga en su gloria. Pero que no lo instale en un ático porque especula con él y terminará convirtiendo el Paraíso terrenal en una nueva Marbella.

Un abrazo