05-12-05 23:05 | #145863 -> 145712 |
Por:Natalie ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento Me ha gustado mucho, Mariano!!!!!, porque me parece como un RENACER, a un hombre mejor!!!! Dejar lo viejo, y reencontrarse consigo mismo, con uno mismo!!!, y dejar atrás lo que nos envilece!!!!! Tal vez así, podamos volver a la cordura!!!!! Me ha encantado porque es un texto fuera de lo común!!!! Un abrazo Natalia | |
Puntos: |
06-12-05 00:17 | #145901 -> 145863 |
Por:Mariano Estrada ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento Querida Natalia: Puesto que dices que te ha gustado ese texto dedicado a Borges, te regalo otro del mismo libro y estilo. Se titula “Lo que somos”. Años después volvería a tocar este tema desde otro punto de vista, pero entonces lo hice así: Lo que somos Somos sucesión de los que fueron, pero nada somos, sino savia de los que ya son sucesores. El tiempo nos arrastra hacia un final que es siempre un principio. Pero no somos ríos que desembocan en ríos y al final son mares y ríos. No somos norias, porque nunca cargaremos dos veces con el agua de la vida. No somos ruedas, ni relojes, ni días que suceden a los días. ¿Qué somos, entonces? Somos esa lente que pretende ver lo que fuimos. Somos ese anhelo que quisiera saber lo que seremos. Acaso somos también la ilusión de ser otros y los mismos. Mariano Estrada Del libro “Vindicación de JL Borges” | |
Puntos: |
06-12-05 15:10 | #146060 -> 145901 |
Por:Natalie ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento Querido Mariano: Hoy, pero hoy, este texto, ha llegado a mi alma!!!!, porque expresa lo que siento!!!! ¿Qué somos, entonces? Somos esa lente que pretende ver lo que fuimos. Somos ese anhelo que quisiera saber lo que seremos. Acaso somos también la ilusión de ser otros y los mismos. Me ha encantado!!!!! Un abrazo Natalia | |
Puntos: |
14-12-05 17:52 | #150325 -> 146060 |
Por:Mariano Estrada ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento Hola, Natalia: Prefiero seguir con este hilo antes que iniciar uno nuevo, ya que el tema de Borges no suscita mucho interés. Lo que me parece normal, especialmente si, como en este caso, traemos a colación historias que tienen veinte años. La historia que dejo aquí, creo que encaja bien dentro de la temática borgeana. Un abrazo La imagen No es raro el hecho de que uno, un buen día, no pueda recordar una cara por más que lo intente. Ya lo es más si el hecho en cuestión se refiere a una cara que vemos todos los días. Sin embargo, eso es justamente lo que a mí me ocurrió, como voy a tratar de exponer. La cara pertenecía a una mujer con la que yo salí un cierto tiempo. Al principio no le di importancia ninguna, creyendo, precisamente, que el tiempo acabaría por llevar las aguas a su curso. Pero no fue así, lo cual empezó a preocuparme. De modo que una noche, tras haberla mirado con embeleso, se lo dije, pero ella no se extrañó en absoluto. Con toda naturalidad, y también de una forma muy breve, dijo que su cara era de aprehensión bastante difícil no sólo para mí, sino para todo aquel que la conocía. Esta explicación, al mismo tiempo sencilla y enigmática, casi me llegó a molestar, porque destruía todos mis cálculos. Yo presuponía en mis vanidosos adentros que la negación obstinada de su imagen era de mi única incumbencia, y no de la incumbencia común, a cuyo ámbito me relegaba. Es decir, de alguna forma, y no sé por qué enrevesados artilugios, yo vinculaba el “misterio” con la inmensidad del amor, nuestro amor. Porque, eso sí, yo amaba a aquella mujer hasta más allá del delirio. Cegado, pues, por el amor, la cosa quedó en ese extremo, de momento. Y ahí hubiera quedado definitivamente de no haber existido en el mundo la fotografía. - ¿Una fotografía? ¿Para qué quieres una fotografía? - ¿Para qué va a ser, mujer, sino para recordarte cuando no estamos juntos? Se mostró renuente a mi petición, por otra parte lógica, y, ante mi inquebrantable insistencia, fue demudando la cara hasta ponerla tan grave como yo nunca había visto. - ¿Qué te pasa? –dije - ¿Qué me pasa? ¡Vamos! ¿No tenías bastante con el original que has querido hacer una copia? Pues bien, acabas de destruir el amor ¿Cómo puedo darte una foto, si no soy más que la proyección de tus anhelos y fantasías? ¿Qué cámara ha captado jamás el rostro de los sueños? Dicho lo cual, desapareció de mi vista como por arte de magia. No he vuelto a verla jamás y, si no he enloquecido de dolor, ha sido porque el alma no tiene vergüenza. Aún la lloro, no obstante, y, a pesar de los años transcurridos, mis ojos aún escrutan la multitud con ansiedad, casi con vértigo. El que ha existido realmente lo demuestran los datos que, sobre su persona, figuran en una ficha de la oficina en la que prestó sus servicios: Mª Ángeles Alpuente y Onaer, 24 años, licenciada en Biología por la Universidad de Valencia. Evidentemente su domicilio era apócrifo, como pudo comprobar mi corazón más de cien veces. Éste es un hecho que sin duda se puede calificar de increíble. Yo mismo lo tendría por un sueño de no ser por este leve detalle: ahora recuerdo perfectamente su cara. Mariano Estrada Del libro “Vindicación de JL Borges” | |
Puntos: |
14-12-05 22:19 | #150614 -> 150325 |
Por:Natalie ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:RE:RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento ¡¡¡¡¡Me ha encantado, Mariano!!!!!!, un texto ciertamente extraño, pero que yo lo interpreto a mi manera, porque es verdad, uno ve bellas a las personas que ama, porque en esa belleza está nuestro propio deseo, es nuestra proyección del amor, lo que hace que sea bello un rostro!!!!! Y el leve detalle!!!! cuando se ha dejado de amar, nuestros deseos, fantasías desaparecen, llegando a percibir el verdadero rostro!!! Así lo interpreto yo, me ha encantado!!!! Un abrazo Natalia | |
Puntos: |
20-12-05 20:06 | #153869 -> 150614 |
Por:Mariano Estrada ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:RE:RE:RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento Querida Natalia: En este pequeño y particularísimo homenaje que le tributamos a Borges, voy a poner otro texto, tal vez el último (pero nop lo sé), de los rescatados del libro que no llegó a publicarse. Y lo hago aquí porque no tiene sentido abrir otro hilo. Tal vez lo hagamos el día del aniversario de su muerte, que tal vez es el día en que empieza también la eternidad... Un abrazo La eternidad Me doy perfecta cuenta de que, a estas alturas del tiempo (expresión que no implica al espacio aunque lo pudiera parecer), exhibir una aventura con extraterrestres no puede considerarse anormal, sino todo lo contrario: se exhiben a menudo, con gran despliegue de medios y con gran prolijidad de detalles. Ésta es la causa por la que mi caso no ha de llamar la atención, por mucho que se adorne de flores ¿A quién puede importarle una historia, supuestamente alienígena, sin la parafernalia de un platillo volante? ¿Serviría de algo que yo, rudimentario mortal, dijera a mis congéneres que los OVNIS son trasuntos de una civilización sin respuesta? Pues eso y más diré, aun a riesgo de que caiga en el vacío, porque yo no me resigno al silencio. El mundo de los OVNIS, cuya definición incluye un pantagruélico esoterismo, requiere una noticia sensacionalista, más o menos así: “Un objeto brillante se detuvo ante mis ojos; después de unos segundos, descendió con lentitud hasta posarse en el suelo; se abrió una puerta, una luz cegadora bajó de su interior, bajaron unos seres gigantes que, dirigiéndose a mí, me hicieron indicaciones de que les siguiera; yo les obedecí ciegamente pues, ante tanta maravilla, había perdido el dominio de la voluntad. Me subieron a la nave, me llevaron a una estancia cuyo techo reproducía el firmamento, me mandaron acostar sobre una mesa de vidrio, me aplicaron unos bornes a la cabeza: aquí y aquí, mire, aún están las señales. Después se me cerraron los ojos y, ya ve, al despertar me encontraba muy lejos del lugar de los hechos. No había nadie, me dolía la cabeza, tenía seca la boca, estaba cansado...” Frente a esto, ¿cómo voy a oponer yo mi desadornada experiencia? El ente que me vino a visitar (digo ente por llamarle de algún modo, pero su aspecto era de hombre), hablaba el mismo idioma que yo. Quizás hablara otros, pero ése fue el usado para comunicarse conmigo ¿Qué me dijo? Muchas cosas. Procedía de un lugar cuya existencia, por no estar limitada por el espacio, ni siquiera sospechamos los hombres. Nuestras máquinas, supuse que aludía a los cohetes espaciales, eran pasatiempos ciertamente curiosos, y el misterio de los OVNIS, cuyas brumas nos maravillan, quedaba diluido a muy escasas alturas: eran puros intentos de trasponer los umbrales de la razón, buscando en el espacio la comprensión de las cosas. La carne de los llamados extraterrestres era igual que la mía y las leyes a que estaban sometidos no eran otras que las que me afectaban a mí. En cambio, él había cruzado el espacio sin servirse de ninguna montura y, por supuesto, a más velocidad que la luz. Tenía muchos años o ninguno, porque los años son cuentas que en ese mundo no existen. Hablaba con la naturalidad del que tiene estas cosas por costumbre. Se mostraba cortés y parecía interesado en lo que yo le decía; y yo, que de las ciencias del cosmos entiendo muy poco, ¿qué iba a hacer?, le hablé de los incomprensibles misterios del espíritu. No es que yo sea un experto pero, justo en ese tema, me dio la sensación de que él era un cándido ¿Cómo es posible, pensé, que un ser trans-espacial, extemporal, superlumínico, no tenga conocimiento del alma? - ¿Qué es el alma? –preguntó con curiosidad - ¿El alma? –repliqué- En esa exploración, llamada teológico-filosófica, han gastado los hombres muchos siglos de su tiempo. Si ello no ha sido suficiente para esclarecer nuestras dudas, ¿cómo puede explicarla un ignorante en unos pocos segundos? - Ya lo has hecho –repuso- El alma es la justificación de vuestra vida. Cuando los filósofos os la puedan explicar abiertamente, la vida habrá perdido el significado. Pero no lo harán jamás, porque ese Dios que dices ha soplado muy fuerte. Nosotros no tenemos doblez, somos pura materia; pero no es menos verdad que multiplicamos infinitamente la forma y que no tenemos sangre ni dolor. Estamos más allá de la muerte porque estamos más allá del nacimiento, inmensamente alejados de vuestra comprensión, que se limita a rudimentarios diagramas sobre la relatividad del espacio y del tiempo. Estamos desafectados de la llamada gravitación universal y disponemos a voluntad de la velocidad y el reposo. - Si estás desafectado de la gravedad, ¿cómo es que no flotas o levitas? - Justamente por lo que acabo de decir ¿comprendes? Yo puedo andar de arriba hacia abajo, o viceversa, lo mismo que tú andas de un lado hacia el otro, con la diferencia de que tú estás sometido al cansancio y yo no tengo trabas con el rozamiento. Mi movimiento es como tu respiración o como tu vista, pero sin otras limitaciones que mi voluntad. Después de considerarlo unos instantes, le dije que en la tierra (sé perfectamente que debí decir en el cielo), había un santo que tenía por costumbre no creer en resurrecciones hasta no meter el dedo en la llaga. Que a mí me picaba una sarna parecida y, sinceramente, que creía tener el derecho a un razonable escepticismo, a una módica duda. En vista de lo cuál, poniéndose a mi entera disposición, comenzó sus increíbles demostraciones: que si sube, que si baja, de cabeza, de costado, al tresbolillo... Todo ello en el aire, naturalmente. Por último, cuando juzgó que mi asombro ratificaba mi creencia, se sentó de nuevo a mi lado. - ¿Qué opinas ahora –preguntó con naturalidad - Que como mago no tienes precio. En otras civilizaciones podías pasar por un díos, pero ahora son frecuentes los prestidigitaroes y los ilusionistas. No vi de dónde extrajo el cuchillo; sólo pude ver que era grande y filoso. Con él, y ante mi inútil perplejidad, se atravesó varias veces el cuerpo. Cual no sería mi asombro al comprobar que no manaba la sangre y que, al retirar el acero, no quedaba ni rastro de la herida. - Entre mis semejantes –dijo- soy un elemento corriente. Aquí parezco un dios, pero no soy un dios. Soy una parte infinitesimal de la materia de la que estamos constituidos, que tiene a su disposición una cierta energía. Con ella me transformo a voluntad y puedo ser también como tu gato o tu perro. Mi forma más frecuente es la potencialidad, siempre que se despoje de su condición de futuro, ya que soy siempre en presente ¿Quieres que me transforme en ventana? ¿Qué les puedo decir, señores, sino que mis ojos presenciaron atónitos tan magnífica transmutación? ¿Se imaginan una mano convertida en cremona, una pierna en falleba y el costillar en cristal? Pues eso hubo, mi visitante se había convertido en ventana. En cierto modo resultaba gracioso. La seriedad vino luego, cuando yo miré a su través... ¿Qué que vi? Inútil intentar describirlo, porque es sencillamente imposible ¿Cómo describir una visión que abarca de una vez el universo, el antes y el después en un pasmoso presente, los habitantes planetarios (los que nos conocen y los que nos ignoran), las galaxias infinitas que se escapan a los ojos del hombre, el hombre mismo y su minúscula significancia en la maraña celeste? ¿Cómo explicar la sensación de contemplar a mis hijos al tiempo que a mis padres y a mis tataranietos? ¿Y la de verme a mí mismo, simultáneamente, en los diversos estados de la vida? Frente a esto, ¿qué significan las luces cegadoras de los OVNIS, su no identificada procedencia, sus personajes de circo con dos metros y medio de estatura? Cuando volvió a su anterior apariencia, la de hombre, pudo ver cómo a mí se me había transformado la cara. - Ya sé, ya sé –me apaciguó- Tus ojos han visto maravillas. En realidad no las han visto tus ojos: las ha sentido tu ser porque, aunque a ti te resulte incomprensible, durante unos instantes has estado en el cuerpo de la eternidad. Por ello no eres más sabio, sin embargo. Se han de apagar las estrellas de innumerables galaxias antes de que sepas quién eres. Pero no te desanimes, la eternidad es tan larga que incluso los mortales la alcanzaréis algún día. Tan sólo habéis de aprender a desligaros de la carga del tiempo. Mariano Estrada Del libro "Vindicación de JL Borges" | |
Puntos: |
22-12-05 19:37 | #155002 -> 153869 |
Por:Natalie ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE:RE:RE:RE:RE:RE:RE:Pequeño homenaje a Borges, venga o no a cuento ¡¡¡¡¡¡Qué preciosooo Mariano!!!!Me ha encantado este texto, extraño, pero mágico!!!, qué bueno sería poder llegar a dominar el TIEMPO!!!, qué podríamos sentir al contemplar a nuestros padres, abuelos, nietos, hijos...todos juntos!!!, entonces creo que sí, que llegaríamos a conquistar la eternidad!!! Me encanta las ilusiones, los enigmas, y este texto está repleto!!!! Me ha encantado!!!! Un abrazo Natalia | |
Puntos: |
Tema (Autor) | Ultimo Mensaje | Resp | |
Paco Llorca y el Homenaje a Toledo Por: mariano estrada | 04-04-08 20:48 mariano estrada | 0 | |
Un cuento leonés Por: A.Escalada | 12-05-06 08:03 A.Escalada | 0 | |
homenaje a Gil Por: No Registrado | 30-12-05 19:24 Mariano Estrada | 1 | |
homenaje a Mari Trini Por: No Registrado | 25-09-05 22:04 Natalie | 5 |
![]() | ![]() | ![]() |