Muelas de los Caballeros - Zamora

No hubo clemencia para Stanley Williams, ex líder de una banda que fue condenado a muerte en 1981 por un total de 4 asesinatos cometidos durante dos robos en 1979.

Esta es la historia:

“Stanley Williams fue uno de los fundadores de la tristemente famosa banda callejera de los "Crips", en Los Ángeles, California, a principios de la década de 1970. Según él mismo ha admitido, siguió manteniendo un comportamiento violento durante sus primeros siete años en el "corredor de la muerte". Luego, durante los seis años que pasó en régimen de aislamiento, sufrió lo que describe como una "transición redentora", renunciando a la vida de bandas y dedicándose a educar a los jóvenes sobre sus peligros. Desde entonces se había convertido en un símbolo de esperanza y determinación para la juventud desfavorecida, especialmente mediante la publicación de una serie de libros para niños en los que habla de los peligros de la vida en las bandas. Desde que abandonó el régimen de aislamiento, su historial penitenciario ha sido ejemplar. Ha sido candidato al Premio Nobel de la Paz por su trabajo todos los años desde 2001, y en 2005 recibió un galardón presidencial estadounidense del Consejo de la Presidencia sobre Servicio y Participación Cívica”.

Ésta es mi creencia:

“La pena de muerte se escapa a la autoridad de los hombres”.

Pena de muerte:

Poco tiempo después de la reelección de George Bush como Presidente de los EEUU, apareció una noticia en la prensa que a mí me conmovió. Y yo escribí este texto que se publicó en más de un periódico:

Contra la silla eléctrica:

“Sr. Director: ante la noticia aparecida en varios medios de información medioambiental de que los EE.UU. iban a proteger 400.000 has. de tierra, pertenecientes a los Estados de Arizona, Colorado, Utah y Nuevo Méjico, con la exclusiva finalidad de proteger el búho manchado de Méjico, yo quiero decir que los Estados Unidos son un pueblo esperpénticamente contradictorio, pudiendo pasar alegremente de la tala de bosques ingentes de secoyas para hacer urbanizaciones de millonarios -lo que puede constituir una agresión grave contra la naturaleza-, a la protección de 400.000 hectáreas para asegurar la supervivencia de un búho, lo que es un gesto realmente hermoso.

Sería bueno también que, en un arrebato de hermosura, desmontaran todas sus macabras sillas eléctricas, las que tanto le gustan a George Bush .-ganador no muy flamante de las últimas elecciones de los Estados miembros-, para proteger a los condenados a muerte, aunque sean simplemente personas”.

Mariano Estrada

No sé si al búho lo han protegido, seguramente sí. Pero las sillas eléctricas las siguen manteniendo de pie por encima de las numerosas manifestaciones que han tenido lugar y por encima también del ejemplar comportamiento de Stanley Williams en los últimos años de su vida. Finalmente, fue ejecutado el 13 de diciembre del presente año y Arnold Schwarzenegger fue el que mandó apretar el botón, para desgracia de la humanidad y para su propia deshonra.

Descanse en paz, el ejecutado. Schwarzenegger no sé si podrá.

Estimado Mariano:

Lo cierto es, que el 60% +- de los estadounidenses aprueban la pena capital, más de este porcentaje guardan rifles y pistolas en sus casas y en sus coches, Hollywood es una escenificación loca de matar y el ejército de EEUU tiene arsenales de destrucción masiva en todos los continentes y no para de matar. ¿Qué se puede esperar de Schwarzeneger? De haber indultado al reo, tal vez se lo hubiesen comido a él frito con toda su monumental musculatura. Solamente lo han destituido de su ciudad natal, borrándole el nombre al estadio.
Ya se ha comentado en el Foro qué debe ser la cárcel y para qué debe servir. Una persona de veinte años, que debe cumplir una condena de otros 20, sabe que cuando tenga cuarenta saldrá. Esto supone que puede mantener la esperanza de disfrutar de la libertad, rehacer su vida e intentar olvidar su pasado. Por el contrario, ¿qué esperanza ha de tener un condenado a muerte? Y, si a lo largo del largo y negro túnel no espera ver la luz, lo normal es que no desee vivir. En mi opinión, se comete un doble crimen: sentenciar una persona a morir y esperar vente años a matarla.

Por si faltasen algunos actores en el escenario del crimen, se asoman los familiares para ser partícipes en tamaña crueldad. ¿Cómo se puede mirar una escena así? ¡¡Sencillamente es morboso!! ¡¡Son hombres y mujeres malvados!!

Yo me hago esta pregunta ¿Por qué tenemos tanto empeño en imitarles?

Saludos cordiales.

Otro tema crucial, muy discutido en mi vida con otras gentes, y que al final llega incluso a cansar. Comparto todo lo dicho en los mensajes de Mariano y Medrano: destaco las contradicciones que abrigan en Estados Unidos. Si bien es cierto que de éstos podemos aprender cosas muy positivas, no es menos cierto que en otras no son muy dignos de imitar. De Arnold Schwarzeneger nunca me gustaron sus películas ni su cara ni su rostro feo y chulesco. Prefiero no soltar todas las perrerías que de él pienso, mucho antes de que fuera gobernador.

La pena de muerte: es peor el remedio que la enfermedad. Ésa es la clave. Siempre desconfié de la especie humana, nunca me sentí optimista por pertenecer a ésta, pero, desde luego, los que apoyan la pena de muerte me producen escalofríos. Si bien es cierto que creo en el castigo severo, considero que no hay que sacralizar ni la pena de muerte ni tampoco nuestro sistema judicial, malísimo, pésimo y vergonozoso. Hablo de "nuestro" cuando me refiero a España: aclaro.

Aquí hay que limar muchísimas impurezas. Pero, desde luego, el que a hierro mata...

Agustín

Me imagino que alguno habréis visto el telediario de las tres de hace un par de días. Un grupo de al menos 30 policías estadounidenses apuntaba, rifle en hombro, a un individuo de raza negra a pocos metros de distancia en una zona despejada que parecía un jardín. El individuo parecía algo confuso, como si hubiese estado drogado, caminaba lentamente haciendo zigzag y no se vio que intentase agredir a alguien. Lo cierto fue, que desde alguno, o algunos de los más de treinta cañones que le apuntaban, salió una bala y terminó con la vida del hombre negro.

Es probable que fuese un delincuente, un prófugo de la justicia, lo que es seguro es que era un hombre negro.

Ante mi sorpresa, me hice las siguientes preguntas: ¿Por qué no le dispararon un fuerte tranquilizante, como a los osos en el zoológico? ¿Por qué no le quebraron las piernas a balazos para que no escapase antes de matarle? ¿Por qué le ejecutaron? ¿Por qué?

Esto que se ve, da mucho miedo.

Saludos.