Muelas de los Caballeros - Zamora

Queridos amigos:

El texto que os dejo a continuación fue escrito en la época en que un tal Mario Conde era el modelo a seguir, con brillantina y todo, y a mí me daba una rabia muy grande que el modelo no fuera un hombre como Ernesto Sabato, por ejemplo. Pero me da más rabia aún la situación en la que estamos ahora, ya que el modelo se ha extendido y el Mario Conde de hoy no es ni más ni menos que la Sociedad en la que vivimos. O así lo veo yo ¿Qué os parece?

Ídolos

Ya era mala noticia saber que nuestras mentes se proyectaban en ídolos, pero saber que esos ídolos fluctúan mansamente con el valor de la bolsa, que son meros fantoches encumbrados por el capital, que hacen aguas a la más tierna palabra, aunque sea en mingitorios de lujo; que no resisten la prueba del olvido o del silencio... Tener esa constancia, digo, ¿no es quizás una noticia desgarradora? ¿Por qué forjamos sueños de grandezas inconsistentes, glorias fáciles, héroes imposibles, superhombres u otros estados alotrópicos; ilusiones que son apostasías, negaciones palmarias de la autenticidad?¿Acaso no es posible ser humildes mortales, vivir humanamente y no pasar por alto las verdades más hondas de la vida: las que miran a rostro descubierto, las tangibles, las que abarcan el gozo y el dolor, el amor y el desengaño, los calores y fríos de la inteligencia?

Mariano Estrada
Del libro “Canción atribulada”

Amigo Mariano, el ídolo Mario Conde, es el ídolo de pies de barro que nos hablaba la Biblia, por eso acabó en la cárcel. Muchos que quisieron seguir su ejemplo cuando estaba en su máximo esplendor, acabaron totalmente desilusionados. Eso le pasó a la hija de uno que conozco yo, que quiso seguir sus pasos estudiando donde él estudió y hacer la carrera que él hizo, cuando se enteró que iba a ir a la carcel por ladrón, pues te puedes imaginar, desilusión total, se pondría de psiquiatra.

Un saludo

Bueno, Mariano, si “la sociedad” es sinónimo de persona o cosa a la que podemos admirar con exaltación, entonces sí, podemos hablar de ídolo, pero yo no la entiendo así.

Una sociedad nos puede gustar más o menos, estar en mayor o en menor desacuerdo con ella, pero admirarla, no, porque nosotros pertenecemos a ella y no debemos admirarnos a nosotros mismos. La sociedad se consigue con el comportamiento de todos, demostrando día a día los valores, el respeto y las ilusiones.

La sociedad que nos tocó vivir a ti y a mi en nuestra juventud, - ya que se trata de la misma -, me gustó mucho más que la que tenemos hoy, no sé si porque era mejor o porque yo era más joven, sin embargo, ni la admiré ni la admiro, simplemente me gustó, sin tener en cuenta el sistema político que la amparaba . Los valores, el respeto y las ilusiones, de los que tanto hemos hablado, entonces, creo yo que eran mayores.

Y no todos se fijaban o tenían como ídolo a Mario Conde, en la época que surgió este hombre. Yo tampoco lo tuve como modelo, porque lo veía prepotente, engreído y con ansias de estar en lo más alto, sin importarle demasiado pasar por encima de quién se le pusiera por delante, hasta tal punto, que dada la sensación de que lo único que le importaba era su ego.

Y sobre que nuestras mentes se han proyectado en ídolos, creo que es algo humano, no tenemos el por qué forjarnos sueños de grandeza ni pensar en glorias fáciles por ello, siempre nuestra meta ha estado puesta en algo o en alguno, - y sin cuestionar si es bueno o malo -, como todo en la vida, hay que saber elegirlo.

Para algunos, su ídolo ha sido un deportista, un cantante o un actor de cine, e inclusive un político o un poeta, y para otros un coche, una moto o un buen equipo de música, es cuestión de gustos.

Pienso que se puede ser humilde, vivir humanamente y sin pasar por alto las verdades más hondas de la vida teniendo un ídolo, o no, porque muchos de ellos, no dejan de ser humanos y humildes como nosotros, son y se sienten como cualquiera y tienen las mismas inquietudes, y ahí está la grandeza de cada uno, sentirse así,y en dejarnos cada cual su legado.

Mariano, como has pedido opinión, podía haberme ahorrado todo lo escrito, y haberlo resumido en dos palabras, seamos responsables y no hagamos, tengamos ídolo o no: “castillos en el aire”.

Un abrazo

¡Hola, Mariano!
Si bien es verdad, que la sociedad actual, tiene muchos ídolos, sobre todo referente al dinero, también creo que es posible, vivir como simples mortales, sin quitar los pies de la tierra que pisamos, sin pasar por alto los valores y verdades de la vida!!!!
Hay muchos Marios Conde, y los habrá siempre!!!, pero también, hay del otro tipo!!!! así lo veo yo!!!!
Un abrazo
Natalia