Muelas de los Caballeros - Zamora

Tal vez a alguien se le rompan los esquemas al ver, en medio de esta bronca nacional que es el Estatuto de Cataluña y de este fuego violento que son las afueras de París, un estrambótico poema sobre el alma...

¿El alma? ¿Y a quién le importa el alma tal como se ha puesto el precio de la vivienda? ¿Hemos perdido el alma siguiendo los señuelos del mercado? ¿Hemos perdido del todo la inocencia? ¿Hemos abandonado al niño que todo hombre debiera llevar dentro? ¿No somos ya barro elemental, sino polvo que recubre nuestro vacío?

Un abrazo


¿CÓMO ES EL ALMA?

Le dije un día a un muchacho:
muchacho, ¿cómo es el alma?
No sé, me dijo, con ojos
del alma misma que hablaba.

Seguí con risa de niño
diciendo, ¿cómo es el alma?
Y dijo un hombre: no existe,
no tiene forma, no es nada.

Y preguntando a otros hombres
perdí la forma del alma
que vi salir de los ojos
de un niño, cuando me hablaba.

Mariano Estrada
(De libro Vientos de soledad)

Leer este breve y bello poema “Cómo es el alma” es como beber agua de manantial tras un camino tortuoso, sorteando todo tipo de incendios y viéndoselas con pirómanos de suburbios y de autonomías.
Gracias Mariano por este soplo de brisa fresca.

"Pirómanos de suburbios y de autonomías"

Querido Fernando: has resumido la actualidad en una sola frase. Muy acertada, por cierto.

Sólo te faltó mencionar de pasada los incendios que tenemos cada verano por los que, si nadie lo remedia, nos vamos a convertir pronto en desierto.

Y nombrar a Nerón

Un abrazo

¡Falta alma, Mariano, falta alma! No en tu caso, tampoco creo que en el mío, pero, ¿qué eso eso del alma? Preguntar por el cómo implica que hay alma... Yo sé que la hay, me lo han soplado los excelsos filósofos a los que adoro: y, encima, me lo cuentan con detalle, y no con SMS, futuro lenguaje de la juventud, el gruñido del mono.

Excursus: ¿Qué pretende la RAE: convertirnos en monos? ¿Qué es eso de volver a cambiar la ortografía, el "solo" siempre sin acento, el "este" siempre sin acento? Ya no quedan acentos, Mariano, faltan acentos.

Sí, falta alma, faltan acentos. Y sobran desalmados.

Saludos.

Falta alma, ya lo creo, y aún almas y almarios.

Antes estaba el alma cándida para reflejar la inocencia. El alma de cántaro, para reflejar la simplicidad. El alma en pena, que salía de la tumba para vagar en las sombras. El alma de Dios, que era un estado de la memez. El alma noble, el alma simple, el alma solitaria, el alma del pueblo, el alma aventurera... Estaban las almas de la noche, que era un desfile de radiografías. Había almas de vivos y de muertos, almas inocentes y pecadoras, almas de mujer y de hombre. Estaba el alma mía, que murió mil veces por ti. Y estabas tú, mi alma, que me diste muerte a cuchillo...

¿De veras? ¿Y cómo es que tu alma no se halló donde dices que fue hecha cadáver?

Un abrazo

¡¡¡¡Hermosísimo, Mariano!!!
Este poema, tan hermoso, y además, para mí, muy frofundo, impresionándome muchísimo, la última estrofa!!!

Y preguntando a otros hombres
perdí la forma del alma
que vi salir de los ojos
de un niño, cuando me hablaba.

Ojalá que nunca perdamos la capacidad, de sacar de vez en cuando el niño, que todos llevamos dentro!!!
Un abrazo
Natalia
PD: Qué bonita tu frase, Fernando, "Como un solplo de brisa fresca", y....bastante falta que nos hace!!!