Muelas de los Caballeros - Zamora

Acabo de leer un artículo de Luis Racionero, a quien leo más bien poco, que hablaba sobre ciertos aspectos del Estatuto de Cataluña. El artículo no tiene nada especialmente reseñable, salvo un curioso final, que dice:

*Me encanta recordar que Castelar, al criticar el cantonalismo de 1873, citó la siguiente arenga: “Jumilla desea estar en paz con todas las naciones extranjeras y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana, su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites hasta Murcia y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra”*.

¿Sería muy extraño suponer que, tras el Estatuto de Cataluña, vinieran los del resto de las comunidades autónomas y luego los de las provincias, las comarcas, las ciudades y los pueblos? Sería interesante de ver y quizás no sea imposible. De hecho, Cartagena no ha aparcado nunca su sueño cantonal.

Mi fuerte sentimiento hacia Muelas de los Caballeros hace que este pueblo se convierta en nación. Con estado, claro. Y sin gente. Estoy seguro de que, en los largos meses de invierno, el Alcalde guardaría la autodeterminación en su casa.

Un abrazo

Ayer, cuando leí este comentario pensé que, como mínimo, más de uno daría contestación al mismo, porque no sé como piensa Luis Racionero, y si es bueno o malo con su pluma, lo que sí es cierto que su comentario tiene miga, más o menos creo que da entender lo que puede ocurrir y, que no nos gusta a muchos de los amigos del foro, que poco a poco, todos los pueblos de España quieran ser cantonales o independentistas, con lo cual, habría que formar dos o tres mil parlamentos dentro de la piel de toro, con sus consiguientes diputados y sueldos. ¡Porque Jumilla y Cartagena, querer separarse de Murcia, tiene tela!

Después de la resaca política de ayer, porque aún en la cena que tuve anoche con dos matrimonios amigos míos, siguió el comentario de todo el día, hasta que al final, uno dijo : ¡Pero che, a estas alturas vamos a estar con idealismos, estos son todos iguales y lo único que pretenden es marear la perdiz!. Y dijo más: ¿Qué clase de personas nos representan que se pasan el día insultando y tirándose los trastos a la cabeza y sólo piensan en ellos y en el poder? Pues esa es la pura realidad, lo único que nos queda es esperar que no llegue la sangre al río, porque nosotros, poco podemos hacer. Lo único, cuando lleguen las elecciones, será votar o no hacerlo, que tal vez esto último sería lo mejor, y, durante el tiempo restante, procurar no imitarlos y ser lo más cívico posible, y sobre todo, no hacer el culo gordo al posible político de nuestro pueblo, sea Muelas o Enguera, para que no se le ocurra pedir también un Estatuto y que al final existan los dos o tres mil mencionados.

Y en cuanto a la integración, ya he visto que casi todos opinan que sea por culpa de unos o de otros, resulta bastante difícil, y, que los problemas se debieran resolver allí, en dónde se encuentran, y si uno va o viene el esfuerzo mayor es del que llega. Los españoles no se integraron en Europa en los años 60, los musulmanes no lo hacen en Canarias, por lo tanto ardua tarea. ¡Fijaros! si hasta el sábado que estuve en Villarreal, viendo el partido de fútbol contra el Valencia, y, -aunque de manera simpática-, no os podéis imaginar como me enteré en que lugar de la tabla de segunda división se encuentra el Castellón C.F., y eso que son vecinos de tan sólo 10 Kms unos de otros . Pues veréis, allí , como en otros lugares, cuando alguien entra en una tienda se suele preguntar: ¿Quién es el último, y allí, en Villarreal, la respuesta al unísono suele ser, el Castellón?

Con esto pienso que ha quedado claro que la integración es difícil, que la mayoría no somos ni queremos más Estatutos. Por lo tanto, en cuanto a mi toca, seguiré haciendo política, porque con los comentarios reflejamos como somos y como pensamos, pero de los que hacen el culo gordo a unos señores que van a un Parlamento a discutir, en lugar de dialogar y resolver problemas de los que nos interesan, y como dijo anoche un amigo: ¡Yo no puedo hacer na!. Por lo tanto, mi postura será votar en blanco en las próximas elecciones, a ver si así se enteran de que no me gusta como actúan, y de momento, seguiré hablando pero de otras cosas, pues estas, para mi,creo que las tengo y han quedado claras.

Un abrazo

Amigo José Miguel:

Pocos conocen a Racionero, es cierto. Sirva un poco de información de andar por casa. Luis Racionero fue en los setenta y ochenta un revolucionario, muy de izquierdas, casi republicano (o sin casi). Era miembro de la pandilla de amistades de Sánchez Dragó, Arrabal, etc.. Hoy, con el paso del tiempo, se ha moderado (lo cual ha sido para bien, en mi opinión). Escribe en El Mundo, ya no es republicano, y me parece un pensador lúcido. Por otra parte, es un gran popperiano, y yo, como también lo soy, me siento cercano a sus tesis e ideas. No a las de la época de exaltado, sino a las de la actualidad. Pero, desde luego, leer libros de Racionero quita telarañas de la mente.

Saludos.

Agustín

Gracias por la información, Agustín, lo tendré en cuenta.

Respecto a lo de Jumilla, y sobre todo Cartagena, algo ya sabía,y, aunque parezca una tontería, si esto sigue así, posiblemente cunda el ejemplo, por lo cual ya es hora, como dice Ramón, de descubrir y sobre todo de definir quién es y quién no es nacionalista, aquí, algunos ya hemos dicho claro que ni nos gusta ni lo somos, por lo tanto, los que deben decirlo ahora claramente son los de arriba.

Un abrazo