Castroverde de Campos - Zamora

Arranca 'Soy taurino ¡y a mucha honra!

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Un grupo de aficionados taurinos ha puesto en marcha el movimiento Soy taurino ¡y a mucha honra!, una plataforma que desde su página web www.soytaurino.es y de diferentes redes sociales como twitter y facebook pretenden apoyar la fiesta de los toros.

Según explican sus promotores, Soy taurino ¡y a mucha honra! es un movimiento creado por un grupo de aficionados que "hartos del acoso al que está siendo sometido el mundo del toro, pretenden dar sustento a la Fiesta y lo que ésta representa".

Soy Taurino ¡y a mucha honra!, tal y como lo presentan sus creadores, "no es un movimiento elitista de taurinos entendidos o de gente del mundo de toro, más bien, todo lo contrario. Es un movimiento popular que reclama que no nos quiten lo nuestro." "Nos gustan los toros, nos gusta la fiesta, no sólo en su máxima expresión, sino también en la fiestas populares que todos los años festejan, para mayor diversión de sus habitantes y veraneantes, los pueblos y ciudades de nuestro país", argumentan en su presentación.

Además de la página web y la presencia en redes sociales, el nuevo movimiento taurino ha compuesto un pasodoble y ha diseñado unas pulseras como símbolo para sus simpatizantes.

ANA PEDRERO (BURLADERO.COM) ESCRIBE:

VUELVE JOSÉ TOMÁS

Vuelve. Porque es necesario, como es necesario que la primavera cierre el ciclo del invierno; como es necesaria el agua aliviando el surco en tiempo de sequía; como es necesario el sol después de la oscuridad sin nombre de todas las noches.

Vuelve. Porque es necesario, como el pan entre los hambrientos; como el milagro ante los descreídos; como la estación de las flores cuando el campo se queda yermo.

Vuelve. Porque es necesario como la sábana templada donde reposar la confrontación de cada día; como la sonrisa de un niño entre los escombros de la ciudad derruida.

Vuelve al albero, porque es el templo donde se consagra su misterio, su teorema de la belleza en vertical, el vértigo insondable, la hondura de cada muletazo, la verdad sin tapujos, un paso más allá de donde quedó la huella del último torero, el último prodigio. La vida.

Vuelve, como resucitan los Cristos cada Pascua, como brotan los montes después de los incendios, como cierran las heridas cuando son precipios a la muerte, ya vencida, ocho litros de sangre, el Atlántico de por medio.

Vuelve. Porque es necesario como lo intangible sobre la materia; como el alma que vuela en el entresijo de huesos y carne, como el corazón que late al filo de lo irrepetible.

Vuelve. Porque es necesario como el silencio entre las palabras vanas, como la grandeza que se erige sobre las cosas pequeñas, como la proeza de lo excepcional entre lo cotidiano, lo único.

Gracias, José Tomás, por la primavera, por el pan, por la sábana, el silencio, la hondura, el milagro, la grandeza. Por la vida, que siempre regresa.

BARCELONA TIENE TORERO Y ZAMORA TAMBIÉN

En tiempos de penurias hay jornadas de abundancia, en época de prohibiciones hay momentos de respiro. Jesús Fernández, novillero catalán ligado a la provincia de Zamora desde hace años porque aquí, en Sanzoles, vive Verónica, su novia, es, desde el domingo, la abundancia y el respiro para taurinos catalanes y zamoranos, que los extremos se tocan cuando lo que falta es lo del medio.


Su triunfo en La Monumental el 1 de mayo ha sido un golpe en la mesa, diciendo aquí estoy yo. Dos orejas, que pudieron ser más si el primero de Valdefresno hubiera caído cuando debía. Una salida a hombros que es todo un símbolo. No se puede agostar un sembrado en primavera. No se puede prohibir lo que está brotando. Es negar la naturaleza y el saber de la tierra, el único conocimiento que nunca muere.


Pintado de marfil y oro, triunfante, por la puerta grande, Jesús Fernández, erigió un hito en su plaza, el de la esperanza. Ha nacido un torero, dicen las crónicas. Un matador para poner razón a la sinrazón que usa quien quiere borrar la pintura más nerviosa del arte.


Salió a comerse el mundo, convencido de que la espera nunca resta ánimo, insufla fuerza. Recibió con el alma, con dos largas cambiadas, enseñando el pecho a los novillos, pudiéndolos desde el principio, entrenando su movilidad con verónicas largas y ajustadas, sacadas del libro de la torería más clásica.


Fueron faenas de poder a poder. Toreando a la muleta a las dos manos con temple y hondura, dejándose ver, exponiendo sin recato, llamando al arte con series de manoletinas pizpiretas, volanderas. Exquisito gusto en sus dos faenas, que le valió para conectar de inmediato con el respetable, público variopinto, moteado de aficionados entendidos porque en Cataluña siempre ha gustado el buen toreo, el de siempre.


Su triunfo no ha pasado desapercibido en una Cataluña donde no sobran los festejos taurinos. Su salida a hombros por la puerta grande le han convertido de repente en la esperanza de una Barcelona taurina que se reíste a desaparecer. La prensa de Madrid lo ha ensalzado y lo ha convertido en un símbolo.


Novillero con caballos sin apenas festejos en el horizonte antes del domingo, torero con proyección desde el lunes. Todos quieren ver al nuevo fenómeno. ¿Cómo torea? Como él. Sus modelos: «El Juli», José Tomás y Morante son solo sensibilidades que el ventea a su gusto y eleva al aire. Las granzas es lo que hacen los demás, el trigo lo pone él, moreno, candeal y lustroso, fruto de primavera lluviosa y San Isidro soleado.


Tenía puestas muchas esperanzas en el 1 de mayo. Sabía, porque así nos lo dijo hace una semana, que estrenar mayo con un triunfo en La Monumental sería abrir las ventanas al sol, iluminar un tiempo de sufrimiento, de espera. «He sufrido mucho esperando, preparándome para una profesión difícil, marcada por mil vicisitudes, incluida la suerte...». Todo lo soñado se ha cumplido. Ha ganado terreno. La espera, ahora, es mucho más dulce. Es la satisfacción del deber cumplido.


Jesús Fernández, nacido en Barcelona, tiene un recuerdo muy especial para la afición zamorana. Conoce muy bien esta provincia. Aquí ha toreado varias veces: Fermoselle, Tábara... Y aquí pasa largas temporadas del año en compañía de su querida Vero, en las tierras onduladas de Sanzoles, en plena campiña de Tierra del Vino.


La afición zamorana necesita un torero. Lo está buscando y Jesús Fernández puede ser el hallazgo. Los amores se alimentan con proximidad, con contacto permanente, con la química que desprenden las auras.


El novillero catalán, que acaba de ser catapultado desde la Monumental se define: «No quiero imitar a la figuras actuales, toreo a mi gusto, cuando salgo al ruedo lo doy todo; hay que buscar la originalidad, la singularidad, el arte nunca tuvo sello colectivo».

Dos orejas y puerta grande para Jesús Fernández

1 - 05 - 2011

Lo que estaba resultando una novillada entretenida y que vivía la primera puerta grande del novillero de la casa en su plaza, acabó con un toro al corral. Tres avisos acabó escuchando Rafael Cerro.

El catalán Jesús Fernández aprovechó al mejor novillo de la tarde y formó un lío. Destacó de entrada con el capote. Con la muleta dibujó una faena llena de temple, profundidad y torería. Solo la dificultad en cuadrar al animal y el desacierto del puntillero le privaron de las dos orejas. Pero la que obtuvo, se sumó a la que tenía del primero, lo que le aseguró su primera salida a hombros de La Monumental.

La cruz la vivió Rafael Cerro, que acabó escuchando los tres avisos. Fueron ante un novillo imposible, que con dos estocadas seguía dando vueltas al ruedo. Antes había paseado un trofeo del tercero de la tarde. El extremeño anduvo por encima del complicado animal, mostrando un buen concepto.

David Galván, no tuvo opciones con el primero de su lote. Cortó un apéndice del quinto, tras un buen trasteo templado y lento. Destacaron los largos naturales de su primera tanda con la izquierda. Resultó feamente cogido tras la estocada sufriendo traumatismo craneoencefálico, del que en primer momento se levantó. Después sin embargo tuvo que ser trasladado a la Clínica del Remei. Tendrá que someterse a estudios posteriores, debido a que sufrió perdida de conocimiento y amnesia.

Ficha:
Monumental de Barcelona. Domingo 1 de mayo. Segundo festejo de la temporada. Menos de un cuarto de entrada. Novillos de Valdefresno (el primero marcado con el hierro de Hnos. Fraile, bien presentados y de buen juego en general, destacando el bravo cuarto. El sexto fue devuelto al corral al ser escuchados los tres avisos.

Jesús Fernández, de marfil y oro con remates negros. estocada(Oreja) y en el cuarto, estocada casi entera. (Oreja tras aviso).

David Galván, de blanco y plata. Pinchazo, media estocada (Vuelta al ruedo tras aviso). En el quinto, pinchazo, estocada (Oreja tras aviso).

Rafael Cerro, de purísima y oro. Estocada (Oreja tras aviso). En el sexto, cuatro estocadas y un pinchazo(Silencio tras tres avisos).

Se desmonteró el banderillero Jesús Galván de la cuadrilla de Rafael Cerro, tras escucharse los tres avisos. La novillada comenzó con varios minutos de retraso por problemas técnicos.