Remoloneo en mi cama..... Me gusta sentir las sábanas en mi piel, son una caricia, me envuelven, me relajan. Estoy desnuda. Abro los ojos y veo la luz que comienza a iluminar la habitación. Es verano, y por la ventana entreabierta, se oyen los escandalosos trinos de los pájaros tempraneros apostados en el muro a modo de guardianes del jardín. Me doy media vuelta y te veo a ti, pareces dormir, o quizás lo simulas, me arrimo levemente, quiero sentir el calor que desprendes, oler tu piel, oírte respirar. Me arropo ligeramente y me concentro en tus formas. Querría acariciarte, mas me contengo, no quiero despertarte, querría besarte, pero domino mi pasión, querría abrazarte y me aferro a las sábanas para controlar mis impulsos. Y te acaricio mentalmente, te beso en el aire y me abrazo a mí misma mientras tú sigues a mi lado, dormido. Das media vuelta y tu brazo se deja caer sobre mi cadera, me encanta sentir su peso. Por un instante, tus dedos acarician mi piel y es entonces cuando me acerco más a ti, inevitablemente resbalo mis dedos por tus brazos, acerco mis labios a los tuyos y los beso, apenas un ligero roce, suficiente para percibir una pequeña descarga eléctrica entre ambos. Tus labios aún no responden a mi llamada. Mi mano sigue su parsimonioso recorrido por tu piel, milímetro a milímetro. Me arrimo más hasta pegarme a ti. No tengo prisa, no quiero levantarme, quiero seguir disfrutando a tu lado, sentir que estás cerca, tocarte, relajarme y excitarme al mismo tiempo. Cierro los ojos, doy media vuelta e intento dormir, me es imposible, prefiero degustar la sensación de tenerte tan cerca, mis emociones están despiertas y actúan a modo de estimulante de mi cerebro, que desde hace ya un tiempo imagina lujuriosas escenas con ambos de protagonistas. Tus caricias comienzan de nuevo, esta vez con decisión y un claro objetivo: mis pechos. Has despertado. Ahora eres tú el que te pegas a mí, me abrazas por detrás, mi espalda es sensible a tu contacto y se yergue de inmediato, mis nalgas se estremecen ante el calor de tu miembro, que presiona mi culo con firmeza. Tus labios toman vida, besan mi cuello, erizan mi piel, y de nuevo mi cama, vuelve a ser la indiscreta protagonista de nuestros juegos… Alice carol |