Alcolea del Río - Sevilla

La Huerta, la comunidad que se armó para pelear por su maíz

Daniel Blancas Madrigal en Apatziingán | Fecha: 2014-01-19 | Hora de creación: 00:47:26 | Ultima modificación: 00:47:26

Dos tortillerías habían sido desde hace muchos años sostén de la pequeña comunidad de La Huerta, en la periferia del municipio de Apatzingán… Pero hasta allá llegaron los Caballeros Templarios para establecer cuotas a los campesinos por la siembra y cosecha de maíz, para realizar cobros de piso a los tortilleros e imponer precios por kilo.

“Los malandrines se metieron con las familias más pobres y con sus productos básicos de alimentación”, cuenta a Crónica el Comandante Antonio.

Y ayer fue el primer amanecer de La Huerta con autodefensa constituida, y una singularidad: se formó sin la ayuda de grupos comunitarios de otros municipios, sólo con hombres, mujeres, niños y ancianos de la localidad tortillera.

A su vez se convirtió en el poblado más cercano a Apatzingán —considerado centro operativo de los Templarios— con una base de civiles armados.

Las mujeres alistaron desde muy temprano el café y el aporreadillo —conocido en otras regiones del país como machaca con huevo— y organizaron oraciones conjuntas en la vieja iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, mientras los hombres se preparaban para su primer día completo de autodefensa con las escasas armas disponibles.

“Los templarios tienen pistolas y rifles muy potentes, pero les falta corazón… Ellos van a venir a pelear por el sueldo que les dan sus jefes, pero nosotros vamos a pelear por nuestros hijos, esposas, padres y hermanos, por la vida de todos ellos, por nuestro maíz. No hay arma que se asemeje al amor por la vida”, dice el Comandante Toño, autorizado para dar voz al pueblo.

—¿Qué ocurría con la comercialización de la tortilla? —se le pregunta en la barricada erigida a pie de carretera, entre ramas y costales.

—Los Templarios eran los intermediarios, los que definían todo… Si alguien cosechaba una tonelada de maíz, ya no podía vendérsela al tortillero hasta que ellos lo autorizaran y tampoco se podía ofrecer el producto al consumidor final, a la gente. Los malos se llevaban más del 35 por ciento de la cadena productiva. El kilo de maíz se podía dar a 2 pesos con 80 centavos, o a 3 pesos con 20 centavos, pero ellos te obligaban a darlo y a comprarlo a 4.70, y ese dinero se lo quedaban: unos 2 mil pesos por tonelada. Eramos dominados de manera ambulante, imponían su normatividad y sólo dejaban a uno que otro pistolero para verificar que todos obedeciéramos.

Y el precio por kilo de tortilla en la región sobrepasó los 22 pesos…

Apenas se supo del levantamiento, el Ejército incursionó en la zona. Los comunitarios de La Huerta los vieron aproximarse y ocultaron sus escopetas.

—Queremos echar un vistazo al pueblo —dijo uno de los soldados. Y nadie lo impidió… No hubo desarme, ni roces ni desencuentros.

Los militares volvieron rumbo a Apatzingán y los integrantes de la novel autodefensa tomaron de nuevo sus armas.

—¿Y cuánto tiempo estarán aquí?

—Regresaremos a la normalidad hasta que las cosas cambien, hasta que la autoridad agarre a las cabecillas, no sabemos cuánto, es algo incierto, pero lo que sí sabemos es que en La Huerta no moriremos de hambre, porque aquí producimos maíz y otros productos básicos, apostaremos al autoconsumo.

Aquí despreocupan las estrategias y los avances. El objetivo es arropar sólo a las 250 familias del pueblo.

Aquí no se piensa en la toma de Apatzingán: “Si los habitantes de allá se quieren levantar en armas, adelante; si requieren apoyo, se les brindará como un acto de hermandad, pero la prioridad aquí son nuestras casas, nuestros chamacos y mujeres. Y que nadie más nos venga a quitar la tortilla de la boca”...

Un grupo de neonazis asalta una sede de Izquierda Unida al grito de “Rojos de mierda, os vamos a matar”

La formación presentará su denuncia ante la Fiscalía para que se investigue “este tipo de ataques que se están produciendo cada vez con más frecuencia”
ELPLURAL.COM | 18/01/2014

Un grupo de ideología nazi asaltó la sede de Izquierda Unida en el barrio de Chamberí al grito de “¡Rojos de mierda, os vamos a matar!”. Los asaltantes destrozaron carteles colgados en las paredes, mientras varios militantes del partido que se encontraban en el local contemplaban atónitos la escena, según la denuncia de la formación presentada en comisaría el martes pasado.

Ataques “que se producen cada vez con más frecuencia”
Izquierda Unida ha anunciado que trasladará su denuncia a la Fiscalía Especial para que se investigue a grupos racistas y ultras, “porque no se puede tolerar que los violentos impongan su voluntad, se apropien de los espacios públicos de convivencia, o ataquen a fuerzas democráticas como IU”, según declaraciones de Eddy Sánchez, coordinador general de IUCM, recogidas por ABC.

Sánchez manifestó su preocupación por “este tipo de ataques”, que, según aseguró, “se están produciendo cada vez con más frecuencia”.
“Esperamos que las autoridades pongan todo de su parte para frenar este tipo de agresiones y que no tengamos que lamentar hechos más graves para que se tomen cartas en el asunto”, añadió el dirigente izquierdista

¿Y esos templarios no son herederos de los que andan por la Península manipulado el precio de las cosas?

Creo que se llama exanciones ilegales y aunque es una figura tipificada como delito, en España tiene total impunidad y se aplica metódicamente.

Neonazis asaltan una sede de IU al grito de “Rojos de mierda, os vamos a matar”


Día 18.1.14
La formación presentará su denuncia ante la Fiscalía para que se investigue “este tipo de ataques que se están produciendo cada vez con más frecuencia”

Un grupo de ideología nazi asaltó la sede de Izquierda Unida en el barrio de Chamberí al grito de “¡Rojos de mierda, os vamos a matar!”.