COPLAS DE VILLALBA SIGUIENTE HISTORIA COPLAS DE VILLALBA DE LO QUE ACONTECIO A UNOS MOZOS QUE SE FUERON DE FARRA Los exploradores de San Pedro Cansoles (Fernando “Chacho”, Lucio, Aurelio, José “ Coto” y alguno más) Os presento estas coplas, separando los versos con renglón inclinado porque si lo escribiese versado ocuparía mucho espacio .................................... Sábado por la mañana/ se ha juntado la cuadrilla/ en el corral de Servando /donde tienen la oficina. Emprendieron el camino/ con sucesión a San Pedro /y su primera visita/ fue a casa del estanquero. Salen de casa del estanquero/ y van a casa de Alipio/ y “dijón” a su mujer/ que les sacase un cuartillo. Les ha sacado el cuartillo/ y tranquilos lo bebieron/ y luego fueron a ver/ a las mozas de San Pedro. Dos marcharon calle abajo/ y otros fueron calle arriba/ y volvieron a juntarse/ en la segunda cantina. Se echaron a reír todos/ al volverse allí a encontrar/. Se dicen unos a otros/, que palos nos van a dar. Bebieron otro cuartillo/ sin ninguna pretensión /y fueron a dar un paseo /por la calle del Cantón. Allí encontraron dos mozas/, las buenas tardes les dieron /que eran buenos españoles/ y saludar, lo primero. Pasan un rato tranquilos/ sin acordarse de nada/, ni siquiera pensaron/ que la noche se acercaba. Allí se les pasa el tiempo/ sin volverse a recordar/ y uno de los amigos/ ya se quiere marchar. Se fueron a la posada/ a eso de las ocho y media/ y “dijón“ a la patrona/ si servían de cenar. Se pusieron a cenar/ todos con gran alegría/ pero nadie se acordaba/ en casa que les dirían. Terminaron de cenar/ y opinan de irse “pa” casa/ pero no ha podido ser/ por una persona extraña. Ha sido Mariano Allende/ el que allí se presentó/, Con su amigo Don Oracio/ para empezar la función. ¿De dónde son estos chicos /que tienen tan grande juerga?/ Somos hijos de Villalba/ y estamos cavando cepas. Le dice a su amigo Oracio/ y a uno de los amigos/ vete a casa de la patrona/ para que tranque el postigo. Dile que no nos espere/ que esta noche ya no vamo/ que estoy con unos amigos/ haciendo juego de manos. Siguieron bebiendo vino/ en jarras de litro y medio/ y el pobre Mariano Allende/ se puso como un chiquillo. Al final de nuestra juerga/ salió la conversación/ que de la misa señores/ allí se hallaba un cantor. Al oírlo Don Allende/ que la misa uno cantaba/ dijo a sus hijos: ¿ Queridos/vamos a misa mañana! Yo estuve con Don Ramón/ que es un señor muy prudente/ y a mí me conoce mucho/ sin haber “estao” nunca en Valcuende. Así pasaron la noche/ todos con gran alegría/ y ya se iban durmiendo/ en medio de la cocina. Opinan ir a la cama/ y al no tener donde echarse/ uno de los amigos/ dice que no hay que apurarse. Hay un pajar arrendado/, el de la señora Trencia/. Creemos no dirá nada/ que es persona muy honrada. Cuando fueron a la cama/ eran ya las cuatro y media/ y el fresco de Mariano Allende/ va siguiendo la juerga. Al entrar en el pajar/ todos con grande alegría/ se oye dar un gran suspiro/ y era un pobre que allí había. Se va, preguntado Allende/ que si tenía ganado/. Le contesta sonriente./ Puede estar descuidado. Llamaron al bocarón/ y contestó muy alegre/. Tengo 53 años/ y me llamo Mariano Allende. A las seis de la mañana/ al ver que ya era de día/ ha despertado la cuadrilla/ para ir a cantar la misa. Todos con gran algazara/ pillan camino a Valcuende/ para estar con Don Ramón/ a ver si se lo concede. Preguntan a la sobrin/ si se ha levantado el tío/ y la sobrina les dice/. Está allá arriba dormido. Se levantó Don Ramón/ todo apurado y aprisa/ al oír que unos muchachos/ querían cantar la misa. Se fueron a la parroquia/ y al momento Don Ramón/ nos dijo con gran dulzura/¿qué misa queréis cantar? Al momento le ha mandado/ al sacristán repicar/ y los de la cuadrilla/, subieron a voltear. Decían en aquel pueblo/ los hombres a los paisanos/. Hace ya cincuenta años/no hay volteo de campanas. Había ya dos viejas/ para la misa cantar /y uno de los amigos/ le ha llevado el misal. Antes de empezar la mis/ saldrá el cura Don Ramón/ para oficiaros la Bula/ por ser tiempo de pasión A la salida de misa/ aguarda la vecindad/ para ponerse de acuerdo/ y pedir el mineral. Preguntan a Don Ramón/ que tal ha estado la misa/ y Don Ramón les contesta/. Ha sido una maravilla. Se despiden de Valcuende/ y de todo el personal/ y suben la cuesta arriba/ para en San Pedro almorzar. Llegan al pueblo anunciado/ y no tienen que almorzar/, porque no tienen dinero/ y fiado no lo dan. Eran las seis de la tarde /cuando a Villalba llegaron/ con hambre como ladrones/ y sin dinero en las manos. Ya penetran en el pueblo/, ya se daban en mirar/, se dicen unos a otros/ que palos nos van a dar. Llegaron todos a casa /y dieron la novedad/. Unos palos nos costó/por tardar tanto en llegar. Ya no quiero decir más/ porque nuestra inteligencia/ ya no tiene más paciencia/ para poderse explicar. Y aquí se acaba la historia/ de estos pobres compañeros/ que fueron hasta Valcuende/ haciendo noche en San Pedro. NOTA.- Este hecho, fue real aunque algo idealizado. El corral de Servando (un vecino de Mantinos) es uno del que todavía quedan restos en el monte que delimitan Villalba, Mantinos y San Pedro. La actividad de cavar cepas para hacer carbón de canutillo eran muy común entonces para encender sobre todo la placa de las casas. |