Mollina - Malaga

de Ramon Armando Leon Rodriguez

Los sindicatos están siendo demonizados por políticos y empresarios, culpándolos de la crisis que atraviesa nuestro país, crisis que han creado los llamados mercados o sea, los ricos.


Estos ataques a los sindicatos no tiene otra razón que dividir a la clase trabajadora enfrentándola entre si, creando un estado de opinión entre la ciudadanía contra los empleados públicos que son cuestionados por los trabajadores de las empresas privadas y al mismo tiempo culpando a los trabajadores activos de la situación de los parados y confrontar a los trabajadores contratados con los fijos.

Los trabajadores entran y salen del mercado de trabajo, hoy parados y paradas, mañana eventuales.

Hoy eventuales y mañana parados.

Entre parado, precarios y contratos a tiempo parcial, más de la mitad de la llamada “clase obrera” mantiene una relación salarial inestable.

Esto supone no sólo una gran inseguridad en sus condiciones de vida, sino también un freno al movimiento sindical.

El discurso radical de algunas pequeñas corrientes sindicales, con ser algo positivo, se disuelve en la practica frente al avance de la precariedad y el desamparo de los trabajadores, las practicas ilegales generalizadas de los empresarios y el enfrentamiento creciente entre los distintos grupos de trabajadores hace que nos planteemos un modo distinto de hacer política sindical.

Pregunto:

¿No tienen los empresarios una organización única? (CEOE).

¿No deberían los sindicatos ir hacia una organización única, con una caja única y una única dirección?

¿No deberían los trabajadores en activo afiliarse obligatoriamente a los sindicatos?

¿No estaríamos en mejores condiciones para enfrentarnos a la actual situación?

Suena a utopía, pero sólo con la utopía es posible avanzar.

ya sabemos el color de cada asno.....