esto es ser politico señores-as JULIO ANguita ¿ por qué no todos los políticos son iguales? Cuando José María Aznar y Felipe González nos dictan al común de los ciudadanos una lección de indecoro e insolidaridad al acepatar una silla en el consejo de administración de las grandes empresas, cuando nos enteramos que María Dolores de Cospedal gana al año 241.000 € con el cobro de tres sueldos públicos, cuando sabemos que el presidente de la Diputación de Castellón no tiene mas remedio que declarar un patrimonio de 3,9 millones de euros cuando hace cinco años no declaraba ninguno, nos enteramos que, de manera totalmente accidental, se ha sabido que hace siete años Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia a la que tenía derecho como ex parlamentario, argumentando que “con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante”. Genio y figura. Julio Anguita viene a demostrarnos que el dicho populista de “todos los políticos son iguales” no se verifica, al menos en su totalidad. Que hay distintas formas de ser y estar en la política, de entender los compromisos éticos y ejemplarizantes de un cargo público y que la erosión que afecta a nuestra moral pública tiene un freno. No todo es poder y dinero. Julio juega contracorriente. Y su compromiso consigo mismo y con la sociedad, gana. Julio Anguita hace suyo el lema de Ghandi de “vivir sencillamente, para que los demás puedan, sencillamente, vivir”. Y desde su antisimetría con el político al uso nos aporta soluciones a nuestros graves problemas con la ética y la estética del cargo público. Maestro vocacional, traslada la pedagogía a cualquier escenario, y cuando la acción política diaria, quema y unta, Julio la quiere convertir en lección a pequeña y gran escala. Los ideólogos y profetas de la modernidad, reunidos en torno a un gran medio informativo nacional, pensaron que lo invalidaban para la política cuando acuñaron aquello de “honrado pero desfasado”. ¡Bendito desfasamiento! Es decir, exentos de las jactanciosas modernidades de los políticos pendientes de la dieta, la nómina y el futuro cargo en el Consejo de Administración de cualquier sucursal del Gran Capital, Julio Anguita sin contárselo a nadie, y mucho menos a esos sistemas mediáticos que encubran la vulgaridad y el populismo, le había dado una soberana patada en el culo al sistema. ¡Métanse su degradante paga vitalicia donde les quepa! y para todos nosotros,,solo decir que los españolitos de hoy no hemos convertido en una manada de cagados,,es increible lo que esta pasando y no se ha levantado el pueblo,,señores-as,,si quedaran hombres y mujeres,,a esta clase politica que tenemos ,la quitariamos a la voz de ya,,,ya no nos queda nada de dignidad,,estamos pisoteados y ya saben que somos una manada de borregos. somos eso ,una manada de borregos y gallinas. pueden matarnos y callaremos como cobardes ,,y es que de malos que somos nos hemos convertido en eso en miserables. ya no queda ni dignidad ni futuro para nuestros hijos. todo el mundo con el dico popular,,AL AVIO. lastima. chao.chao. el tate |