Riego de la Vega - Leon

No creo que exista nadie a quien no le haya sorprendido la dimisión de la Sra. Aguirre como presidenta de la Comunidad de Madrid. Las razones, de todo tipo, que se barajan como causa de la sorprendente dimisión ha sido estos días una contante en los medios e incluso hasta entre los amigos y compañeros de trabajo.

Supongo que más tarde o más temprano conseguiremos saber exactamente las razones auténticas y dejaremos de especular sobre las mismas: que si el Tamayazo, la Gürtel, Eurovegas y los problemas con Rajoy, sobre todo una vez descartados los problemas de salud, que hubiera sido la causa que nadie deseaba.
Pero a mí concretamente, además de la enorme sorpresa de su dimisión, como decía, me ha llamado la atención, tanto o más, si cabe, la afirmación de volver a su antiguo puesto en la administración, que comunicó en su despedida, además de tener más horas para dedicar a su familia y sus aficiones.

Esperanza Aguirre es Técnico de Información y Turismo del Estado por oposición, no sé si el título sigue siendo así exactamente, o ha variado, pero sea como sea su actual denominación, ello la permite volver a la administración, de la que salió hace muchos años para dedicarse a la vida política.

Y ahí, justo ahí, está la razón por la que me decidido a escribirla, con el objeto de prevenirla, y que se lo piense dos veces antes de tomar la decisión definitiva.

Probablemente ella tendrá en su memoria los tiempos pasados de técnico del estado, y claro no tendrá duda alguna en decidir su vuelta, pero quiero, e insisto, en que lo piense antes, por lo que se puede encontrar a su regreso.

Y de modo somero quiero pasar a enumerarle las razones por las que debía pensárselo.



-Se encontrará, a su vuelta, formando parte de un colectivo de vagos, a los que nadie respeta, y nadie valora, y a los que todos los ciudadanos tienen derecho a vilipendiar e insultar.

-Con una rebaja en el salario, la tercera, si contamos la subida del IRPF, y sin paga extraordinaria de diciembre.

-Con todos los emolumentos de la nómina congelados, eso que a Vd. le contarán los trienios de su vida pública, tras los treinta años en ella.

-Con los ´moscosos´ suspendidos de tal modo que los asuntos propios deberá realizarlos un sábado, o por teléfono o fax, si se puede.

-Sin abono de trasportes, cheques comida, ayudas para óptica, dentista, guardería...etc

-Con los interinos, que le ayudaban entonces, todos en la calle, y con una carga de trabajo importante, dado que todas las vacantes del servicio están por cubrir y suspendidas sine die.

-Deberá adquirir una tartera o un moderno ´taper´ para llevar a diario su comida.

-Deberá, igualmente cuidar sus bajas por enfermedad, aunque ya sé, usted es funcionaria, pero por si acaso, su puesto corre peligro.

-Mucho cuidado, si finalmente nos recatan, y en Bruselas deciden reducir en un 30% los funcionarios de las Administraciones públicas de nuestro país, y resulta que entra en el lote y se ve en la calle.

No me diga que con este panorama, no es para pensárselo, y como la considero una mujer con ciertos recursos económicos, suficientes para vivir sin trabajar el resto de su vida, piénseselo de verdad, que esto no es lo que era, y que por lo que todos comentan, parece que se va ha poner peor.

https://ww.diarioprogresista.es/pienseselo-bien-sra-aguirre--16852.htm