Barriales de Cea. Topónimo.........XI
Barriales de Cea Como acabamos de decir, Barriales de Cea estuvo recostado en una loma, algo apartado del río, entre dos poblados históricamente famosos como son Sahelices del Río y la villa de Cea. Fue el de más tardía fundación entre los que se hallan a los pies del Otero Morisco. Aparece en el año 1020, unos años después de que Alfonso V hubiera terminado con las terribles razzias de Almanzor, que asolaban periódicamente estas tierras.
Precisamente, la condesa D.ª Sancha, hija del citado rey, y monja en el beaterio de San Juan en Sahagún, es la que dona al Monasterio de San Facundo, en 1026, dos molinos que tiene en el Cea, uno por entero, y otro a la mitad «cum homines de Barriales».
Estos homines de Barriales habitaban un poblado que acababa de fundarse, en el cual se estaba asentando gente nueva; así se deja entender en otro diploma del año 1050, por el que Vita Famitiz y su mujer D.ª Froilo donan al monasterio sahagunense «illa mea populatione, que est iuxta Barriales populata […] et quantum populare potuero, vel potueritis», a la vez que donan además «illas meas casas quem habeo in Bustello».
En 1075 sabemos que allí in Barriales había un Monasterio de San Salvador, San Martín y San Esteban, que D.ª Oria y sus siete hijos entregan al mismo Sahagún34.
Hay, al menos, otra docena más de documentos de Sahagún en los que se mencionan donaciones en Barriales, en los siglos XI-XIII, pero no nos dan datos nuevos, solo en uno del año 1101 le dan el nombre de Villa que vocitant Barriales de Domna Froilo, seguramente como sobrenombre del poblamiento que hemos citado en 1050 por parte de Vita Famitiz y su mujer Domna Froilo.
A más de los nobles que hacían donaciones a Sahagún in Barriales, había otros que se las hacían al Monasterio cisterciense de Gradefes «in Barriales, in territorio Ceya», o «in Barriales et in Villa Amizar»35, sin contar las que hacían en otros pueblos de nuestra comarca, en la que los fundadores de Gradefes, en 1168, D. García Pétriz y su mujer Teresa Pétriz tuvieron muchas posesiones.
Pasando ya a los registros generales de las parroquias y de los pueblos, también en ellos encontramos algunos datos nuevos sobre Barriales.
En el Becerro de Presentaciones (Arcp. de Cea, n.º 20: 493), aunque con el nombre alterado, se dice de él: «En Barriellos (¿?), Sant Steuan. De Sant Fagundo. Da terçia al çellero; e lo al a Sant Fagundo [...]».
Hay un error al llamarlo Barriellos; es seguro que la iglesia tenía por titular a San Esteban, y el abad de Sahagún ejercía el derecho de presentación del cura de ella. Así fue, por lo menos, hasta mediado el siglo XIV, pues en el año 1349 el abad de Sahagún presenta a Juan Sánchez, clérigo de «Graiarejas», «para la iglesia de Sant Esteuan de Barriales»36.
En el Becerro de Behetrías del año 1352 (II, Merindad de Saldaña, n.º 149: 80) se dice: «Barriales es aldea de Çea, e que es del dicho D. Juan Alfonso de Alburquerque». D. Juan cobraba allí los derechos de señorío, como en la mayor parte de estas tierras.
Pero, ¿cuándo dejó de existir Barriales? Nosotros pensamos que ello ocurrió en los últimos años del siglo XIV, o en los primeros del siglo XV, cuando a consecuencia de la peste negra, de las guerras y del hambre desaparecieron otros diez o doce poblados de esta zona.
En la comarca corre la tradición de que fueron las hormigas las que causaron su desaparición y el Diccionario de Madoz también recoge esta tradición popular, aunque no la cree y añade: «¡La torre de su iglesia es lo único que se conserva en buen estado!»37
En cuanto a la etimología, el nombre de Barriales se deriva del antiguo castellano barrial (‘tierra gredosa o arcillosa’), voz que a su vez deriva del prerromano barrum ‘barro’38.
Es acertado tal nombre, pues el suelo de sus campos de labor es propiamente de barrial.
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34. Documentos de Sahagún, II, n.os 407 y 538.- Ibídem., III, n.º 743.
35. Documentos de Gradefes, I, n.os 8, 147 y 170.
36. Vignau, Índice de Sahagún, n.º 2425.
37. Si Madoz hacia el año 1847 vio la torre en buen estado, algo van cambiando las cosas, porque en la actualidad de ella no queda más que el muro oeste con el refuerzo de las dos esquinas; eso sí, el muro sigue manteniendo las medidas que tuvo (unos 15 m de alto por 5,4 m de ancho, en piedra, rematado por unos arcos de ladrillo, visiblemente deteriorados) y desde lejos da la impresión de que la torre está entera en sus tres dimensiones.
38. Corominas, J. y Pascual, J. A., DCECH, vol. I (ed. cit.), s.v. barro.- W. Meyer-Lübke (196

: Romanisches Etymologischen Wörterbuch (REW), Heidelberg, Carl Winter, Universitatsverlag, s.v. Barrum.