EL DIARIO DE LEON- FILANDON -Una novela que rastrea el origen del Camino de Santiago 24/10/2010 JOSÉ OLIVA El alma de las piedras Paloma Sánchez Garnica. Ed. Planeta, Barcelona, 2010. 550 pp. La escritora Paloma Sánchez-Garnica bucea en su última novela, El alma de las piedras , en los orígenes del mito del Camino de Santiago y en cómo, a partir de unos restos encontrados en Santiago de Compostela, se forja en la Edad Media la creencia de que se trata de los del apóstol Santiago. La novela es un viaje por esos orígenes del Camino a través de dos peregrinajes muy distintos, pero a la vez vinculados entre sí por unas enigmáticas marcas lapidarias. La novela profundiza en la construcción de un mito que impulsó el crecimiento de las ciudades y dio lugar a las grandes edificaciones del arte románico en la península ibérica. La propia Sánchez-Garnica, autora también de títulos como El gran arcano y La brisa de Oriente , explicó en una entrevista con Efe que, a través de esas dos historias, trata de «contrastar los inicios de la ruta jacobea, que tienen su origen en una veneración muy local de unas reliquias». Este cambio supuso «un cambio demográfico, social, económico y religioso de tal envergadura, que se podría hablar del primer boom inmobiliario de la historia», señala la escritora, quien recuerda que lo que era «una franja despoblada», a partir del siglo XI se convierte en poco más de siglo y medio en lo que hoy se conoce como Camino Francés. El alma de las piedras se mueve en dos ejes narrativos y cronológicos: por un lado, por medio del monje Martín de Bilibio, amanuense del obispo Teodomiro, se relata el hallazgo de los restos que posteriormente la Iglesia Católica reconoció como los del Apóstol, aunque no fuera hasta el Papado de León XIII cuando este reconocimiento se oficializó (1884). Es de esta parte de la novela de la que Sánchez-Garnica se ha valido para «escenificar el cómo, el cuándo y el porqué del mito jacobeo» a partir de la inventio (hallazgo), denominación religiosa que se le daba en el Medievo a la aparición milagrosa de una reliquia en un lugar donde no se tenía conocimiento de ello. La protagonista de la otra trama es la joven noble Mabilia de Montmerle, que lleva al lector por el Camino Francés en su época de esplendor, entre los siglos XII y XIII. El nexo de las historias de Martín de Bilibio y Mabilia de Montmerle son esas todavía hoy misteriosas marcas lapidarias que aparecen en muchas piedras de los edificios románicos y góticos del recorrido. Sánchez-Garnica se siente halagada cuando su obra es comparada con Los pilares de la tierra , de Ken Follet, o La Catedral del Mar , de Ildefonso Falcones, pues «comparte con éstas ese sentido de construcción ambientado además en la Edad Media». Reconoce que habitualmente la Edad Media ha sido vista como una época oscura, pero «esa ha sido una idea difundida por el Renacimiento, que quiso ocultar los logros del periodo anterior, pero no fueron unos siglos de barbarie ni de oscuridad, sino que son la base de nuestra civilización». La principal dificultad con la que se encontró la autora fue «la ausencia de documentación que tenemos sobre el siglo IX, pues «todo lo que pasó en ese siglo -“dice- nos ha llegado por documentos escritos 200 años después». Después de tres novelas cultivando el género de la novela histórica, Sánchez-Garnica dará un giro en su trayectoria con su próximo libro, del que adelanta «estará ambientado en el siglo XX y será una novela con escritores frustrados y de éxito como protagonistas». |