Valenzuela de Calatrava - Ciudad Real

Enhorabuena, para el autor del extraordinario relato, sobre la recolección y procesado del cereal, es de admirar el realismo que imprime al mismo y la magistral descripción que hace de su secuencia, a la vez que rescata del pasado nombres de utensilios y aparejos, propios de estas tareas y ya olvidados por desuso.
He recordado ,que algunos de ellos eran usados como calificativos, aplicados a personas, asi la acepción " pial" (peal) que efectivamente designaba un remedo de burdo calcetin, con el que el segador liabas sus pies, para protegerlos del roce con el caucho de la abarca, se usaba tambien como insulto. "Anda ya so pial" se decia a alguien en tono de desprecio...
Yo solo quiero añadir al tema, mi modesta aportacion en forma de recuerdos infantiles ,que lo evocan y que comienzan cuando en pleno mes de abril recorriamos los campos de espigas y sus aledaños ,en busca de esparragos y collejas, adentrandonos a veces de forma imprudente a jugar al escondite en ese efimero mar que formaban las siembras.Asimismo como bien indica el anterior autor, la mano de obra sobre todo de la siega era casi toda forastera , formada por pobres jornaleros procedentes en su mayoria de Extremadura y a quienes el acervo popular llamaba "guachos", que sentados en las aceras de la plaza y en la glorieta ,( algunos recordareis cuando la glorieta tenia rejas) ,con la imagen de la derrota dibujada en el rostro, y arrastrando sus hatillos y hoces, esperaban que algun patrón ocasional los ajustase ,para trabajar de sol a sol. Respecto al traslado de los haces de la mies a la era, no puedo olvidar como se cargaban las galeras . La galera era un carruaje de ruedas de madera tirado por caballerias que se uncian a una lanza y que se iba llenando de haces que un peon subido en ella iba colocando en forma de piramide, recibiéndolos desde el suelo ,enviados por otro que los lanzaba por el aire, ayudado por un tridente de madera, creo que esta hacienda se denominaba "saca" y lo que si es seguro es que se realizaba de madrugada, porque mas de una noche yo he contemplado detras de la persiana de mi cuarto, el paso de estas caravanas y el ruido que sobre el empedrado de la calle , bordaban las llantas de las ruedas y los cascos de las bestias azuzadas por el latigo del conductor.
Pero sin duda los recuerdos mas amables que tengo hacen referencia a la trilla, por haber sido muchas veces protagonista de la misma, era apasionante subirse al trillo y dirigir el monótono y circular recorrido de la mula sobre la parva, desafiando al calor y al polvillo ,que adherido al sudor iba picando cada vez mas, segun avanzaba la siesta.
Al principio los trillos eran de madera, y recuerdo muy bien que en su base habia clavadas multiples laminas de afilado pedernal, por una anécdota que os referiré.
Una siesta, en que sin la vigilancia directa de los mayores estabamos trillando como muchas tardes ,alguna maniobra incorrecta al dirigir al animal, hizo que este, se asustase y se desbocara, saliendo de la era con el trillo detras y nosotros montados sobre él ,dando tumbos, sin control. Cuando la bestia se cansó de recorrer las eras vecinas y se detuvo al fin ,comprobamos la magnitud de la catastrofe: el trillo quedo romo en su base de piedras cortantes y hubo que llamar al empedrador de trillos, que provisto de un saquillo repleto de lascas y martillo de madera,reparó el desaguisado con el consiguiente cabreo de mi padre, que nos obsequió con una buena dosis de improperios y algún que otro cachete..
ya mas posteriormente, apareció el trillo de cuchillas, plataforma montada sobre ruedas afiladas que al desplazarse sobre la mies, la trituraba con más rapidez, y del cual he visto dos ejemplares, uno en San Isidro y otro en casa de Pilar, en las eras de la fuente.
Respecto al proceso de aventar, ademas del modelo digamos manual con horca que tan bien describe, búsqueda 1982, destacaré la llegada al pueblo de las primeras aventadoras mecanicas ,no se porqué se me ha quedado grabada la marca "Ajuria" y su procedencia Vitoria, eran autenticos mamotretos que se movian sobre pequeñas ruedas metalicas, se cargaban por una tolva que depositaba la mezcla a separar sobre un sistema de rejillas cuadradas superpuestas que cernian el grano moviendose en el plano horizontal, y haciendo que este cayese y se recogiera en un lateral por una trampilla. La paja que quedaba en las rejillas era aventada hacia adelante por una corriente de aire que generaban unas aspas gigantes colocadas en la parte posterior de la maquina. Todo este movimiento doble era provocado, por una manivela lateral que hacia girar el ventilador y ademas ,mediante un ingenioso sistema de biela ,hacia tambien vibrar las cribas, convirtiendo un movimiento circular en uno horizontal. Este pesado trabajo de giro de la manivela, fue años mas tarde suprimido ,al colocar un motorcillo con una polea en la parte alta de la maquina.
Casualmente hace tres años puede contemplar una, en perfecto estado de conservacion y funcionamientio en casa de unos amigos en un pueblo de Soria.
Para terminar solo evocar el proceso final , que era el encierro de la paja, que tambien se hacia de noche, con los sufridos peones protegiéndose la cabeza del polvo con aquellos pañuelos de cuatro nudos ,estilo bandolero ,tan típicos , en las galeras a las que se habian añadido unas redes para aumentar su capacidad y disminuir en lo posible los viajes al pajar, aquellos entrañables pajares con nombre propio ,testigos mudos de tantas tardes de juegos de escondite o de noches inconfesables......
Solo me resta, animaros para que esta linea de divulgacion sobre costumbres de nuestro pueblo continue en el foro.