Puebla del Príncipe - Ciudad Real

El ayuntamiento era un edificio multifuncionál tenia dos plantas y la torre del reloj. En la planta de abajo estaba el ayuntamiento con su puerta hacia la plaza y dos ventanas enrejadas una a cada lado, al rodear la esquina había otra puerta que daba a una sala estrecha y larga con el suelo de madera, que lo mismo se utilizaba como almacén que como escuela para párvulos. Por la puerta de la torre del reloj que también daba a la plaza, se accedía a través de una escalera muy empinada, a dos salas que durante muchos años fueron escuelas, al frente la escuela de los pequeños y a la derecha la de los mayores, la escuela de los pequeños tenia tres ventanas enrejadas que daban al callejón de “Chirinos” y antes de ser escuela fue la “Camarilla” (especie de cárcel donde encerraban durante unos días a los que no se portaban muy bien del todo Je, je, je,) La escuela de los mayores tenia dos ventanas y un balcón que se asomaba a la plaza y donde los días de fiesta ondeaba la bandera, encima de la puerta de entrada había otra puerta pequeña a la que se accedía a través de una escalera de mano y que llegaba asta la maquinaria del reloj, al cual había que “darle cuerda” para que funcionase.

- Es la hora del recreo nos dijo D. Manuel, (D. Picante pera toda la chiquillería) ya la estábamos esperando pues hacia unos minutos que D. Idelfonso el maestro de los mayores los había mandado al recreo, guarde el cuaderno y la cartilla de lectura, le puse el tapón al tintero, cogí mi jarra de ”hojalata” para la leche en polvo y con mucho alboroto me dispuse a bajar la escalera, pero al intentar salir me encontré con que toda la chiquillería taponaba las escaleras para bajar y no era para menos.
El reloj tenía dos pesas enormes (una mayor para el minutero y otra menos pesada para la campana) que sujetas con un cable de acero estaban suspendidas justo encima de la puerta de entrada, cuando al reloj hacia poco que le habían dado cuerda las pesas estaban muy altas, pero si no le habían dado cuerda las pesas estaban tan bajas que si te subías a un saliente que había encima de la puerta las alcanzabas e incluso te colgabas de elles y te balanceabas.
Las pesas ese día estaban bajas y Nicar (Q.E.D) se había subido y a la pesa mayor le había dado muchísimas vueltas retorciendo mucho el cable de acero después había colocado varias piedras encima y muy rápidamente se bajo y se salio a la plaza, el cable empezó a destorcerse y la pesa empezó a girar en sentido contrario a la torsión cogiendo a cada momento mas velocidad y despidiendo las piedras que tenia encima, después de despedir las piedras y sin heridos pudimos salir ponernos en fila para la leche en polvo nos la bebimos y nos adueñamos de la plaza con nuestro juegos.


JOSA.

Espectacular lo narrado Josa, ¡¡ que bueno !!. Parece como si lo estuvieramos viviendo "in situ".

De tanto en cuanto nos viene a la memoria a Vane y a mí ése "SOLO DE GUITARRA" con el que nos deleitaste ( y a todos los presentes en aquel momento, claro está ) para cuando estuvimos en la Romería. Genial tu interpretación de la canción de Fito.

Un abrazo,


Isidro