Grazalema - Cadiz

....Los últimos dieciséis años no había salido del campo, estuve en la ribera trabajando de pastor con parte del ganado del Señorito, un rebaño de ovejas no muy grande, unas ciento noventa cabezas, algunas cabras, y dos vacas de nuestra propiedad que bien administradas daban suficiente leche para mis dos hermanas mi madre y yo, a parte, detrás de la caseta de guardeses donde vivíamos teníamos un huerto mediano, que bien trabajado nos proporcionaba según la temporada, habas, papas, tomates y toda la verdura fresca de temporada.
Mi padre falleció cuando yo contaba con pocos años, y aunque mi Madre fue la que tuvo que llevar el mayor tirón para poder sacarnos adelante, en el momento que tuvimos uso de razón, tuvimos que doblar el lomo mis hermanas y Yo, para poder cuidar la finca y el ganado del Señorito.

Esos Años, fueron realmente duros, sobre todo en los largos inviernos.
Recuerdo algunas tardes de Diciembre, el agua redoblaba sobre las piedras, el viento helado del Norte luchaba por arrancar los almendros, y los truenos aumentados por el eco de las montañas iluminaban fantasmagóricamente las sombras en relámpagos azules, Yo tiritando, la mayoría de las veces más por miedo, que por frió, me enrollaba en la manta, me calaba la gorra todo lo que podía, y echo un ovillo con las rodillas temblorosas entre mis brazos, me acurrucaba al abrigo de unas grandes lajas, en una covacha donde me disponía a pasar la noche lo buenamente que pudiera.
Muy cerca de mí, bajo los olivos, las ovejas hacían una piña, juntaban sus cabezas y se agitaban nerviosas mientras el agua caía a borbotones sobre sus lanudos lomos que a veces brincaban en unísono, sobresaltadas por un trueno imprevisible
En las noches cerradas de invierno, Mi madre en la cocina, nos contaba junto al fogón donde hervía el caldo (bastante claro, por cierto), que ella de pequeña, ayudaba al abuelo cargando los fardos de lana para llevarlos a la Borreguilla donde había un telar, allí cada vez, y con el paso del tiempo, contaba que cada vez eran menos los trabajadores que seguían en la fabrica, y cada vez menos las perras que pagaban por un quintal de la mejor y mas limpia lana de oveja.

En estos Años en pocas ocasiones había subido al pueblo, únicamente para la procesión de las Fiestas de nuestra Señora del Carmen, y como no, para el toro, ni yo ni nadie nos perdíamos la fiesta más vibrante de Grazalema.
Sin embargo, esta tarde había subido por otra cuestión bastante mas desagradable, tenia que hablar con Emilio el taxista, para quedar esa misma madrugada, me tenia que llevar a la estación de tren de Ronda, debía de realizar el viaje mas largo y mas penoso de mi vida, con el corazón encogido, pensaba que quizás esta fuera la ultima vez que pudiera ver con mis propios ojos mi queridísimo pueblo....

Buenisimo Jopichi.
Las duenias de La Borreguilla creo que le decian Las Lobatas le compraban a mi padre los conejos que cazaba de furtivo en Monte Prieto.
Las campanas de La Borreguilla tocaban los domingos por la manana anunciando la misa donde acudia mucha gente. Seguro que El Senorito del que hablas tambien iba.
Emilio vino despues, al principio los taxistas eran Antonio El Feo Y Juan Jose Salas.
Parece mentira lo poco que subian "al pueblo" la gente que vivia en La Ribera, pero asi era, entonces parecia muy lejos. Los caminos romanos le llamabamos "Las Trochas" y cortabamos por alli. En Puerto Chico al dar vista al pueblo siempre hacia un viento muy frio.
Gracias por los relatos.
Alguien mas se anima?

Sinceramente he de quitarme el sombrero ante usted señor "Jopichi", pues sus relatos son fantásticos.Han echo que me enchufe de nuevo a este foro,por el cual estado ausente de él durante un tiempo, por lo poco que me entusiasmaba sus debates de dimes y diretes.
Con relatos como este son lo que hacen interesante este foro.
Historias en primera,segunda,tercera persona,da igual o simplemente historias,opiniones,reflexiones,......son las que hacen interesante este y foro.Para insultar ya tenemos los programas del corazón.
De nuevo le felicito por sus relatos.Y creame, ya estoy ansioso de saber a que lugar tuvo que partir y dejar su tierra atrás,para así poder ganarse el pan.

Y le parecera un poco absurdo por mi parte,pero en cuanto llego a casa despues de trabajar me conecto al foro para ver si nos a regalado una nueva parte de su relato en primera persona.O lo que es lo mismo,su historia al fin y al cabo.

RANCIO