PRIMAVERA LLUVIOSA Y ABUNDANCIA DE SETAS Cumpliendo nuestra promesa de volver sobre el tema y habida cuenta de las copiosas lluvias del mes de Mayo, se produjo la eclosión de numerosas especies más propias del otoño y, entre ellas, hemos podido recolectar y consumir numerosos boletos, entre ellos: El Edulis y el Impolitus; el Cantharellus Cybarius o (Rebozuelo), Agrocybe aeagerita o (Seta de chopo), algunas rússulas y numerosos Agaricus o (Champiñones). Todas estas especies, son comestibles, algunas excelentes, por lo que podemos afirmar que esta primavera ha sido la mejor para las setas de que tenemos memoria. Ya veremos que sucede en el otoño. También hemos descubierto alguna especie venenosa: Amanita pantherina que, lógicamente, dejamos reposar tranquilamente sobre su emplazamiento. Todas las especies anteriormente referidas adoptan la forma de paraguas o sombrilla y están compuestas por la volva (con o sin), el pie, el anillo (con o sin), y el sombrero que integra la cutícula o piel externa de diversos colores y el himenio que en los boletos tiene poros en forma de esponja y, en casi todas las demás láminas radiales, donde se encuentran las esporas destinadas a su reproducción. En el rebozuelo más que láminas son pliegues decurrentes en forma de embudo del mismo color amarillo (yema de huevo) de toda la seta. Tenemos conocimiento de que, en algún pueblo próximo al nuestro se han obtenido pingües ganancias con la recolección y venta de boletos a precios muy remuneradores. Esperamos se recolecten bien, cortando los pies y no arrancándolos, a fin de no destruir el micelio subterráneo, para que en años futuros sigan fructificando estos carpóforos o setas de gran aceptación entre micólogos y micófagos. Nada más por hoy.
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