Curiosidades zoriteñas Hasta fecha muy reciente existían en el término municipal de Zorita dos pequeños manatiales de aguas minero-medicinales cuya denominación era conocida en la misma y su comarca como "Los Baños de Corral Alto" y "Los Maniantíos", de cuyo saludable influjo existe una curiosa leyenda trasmitida de boca en boca durante siglos. El primero de dichos yacimientos radica en la finca de "Corral Alto" junto al cauce del arroyo de Marivela a unos doscientos metros aguas abajo del sólido embalse conocido como Charca de Corral Alto, cuya presa se nutre del caudal de citado arroyo. Sus aguas sulfurosas proceden de un manantial excavado en la roca en su margen derecha constituyendo un pequeño depósito de caudal casi constante, a pesar de que el referido arroyo queda seco en verano. Hasta las primeras décadas del siglo XX existía una casita de buenos muros de mampostería ordinaria y cubierta de teja cerámica árabe, especie de modesto balneario dotado de sus piletas para baños y otras dependencias.Actualmente se halla casi derruida, subsistiendo parte de los muros perimetrales y alguna tabiquería interior, así como el algibe o depósito ya descrito, casi cubierto por las zarzamoras y otra vegetación arbustiva. De éste, se extraía hasta no hace muchos años el agua que, transportada en cántaros o garrafas por algunos zoriteños y vecinos de otras localiades próximas utilizaban para tomar baños en sus domicilios aliviando sus dolencias de tipo reumático y similares. El otro, denominado "Loa Maniantíos" era de aguas ferruginosas y consistía en un pequeño venero o manatial existente en un regato que discurria antre las fincas "Carrascosa" y "Juan Gómez", muy próximo al arroyo de Pizarroso, en el que desemboca. Consistía únicamente en una pileta natural situada bajo una roca, con aguas muy frías, inclusive en Verano, cubiertas siempre por una lapa rojiza de fuerte sabor a hierro constituída por el óxido de este metal. No existía construcción de ningún tipo, más sus aguas, calentadas el recipientes colocados el fuego en las proximidades del emplazamiento o transportadas a los docmicilios, ejercían sin duda un efecto paliativo y hasta curativo en determinadas enfermedades de la piel einclusivea en dolencias del aprato digestivo, existiendo referencias de curaciones casi milagrosas en múltiples casos. Éste yacimiento ha quedado sumergido bajo las aguas de la presa de "Sierra Brava" construída hace pocos años sobre el arroyo de Pizarroso, que en su largo remanso ha inundado tierras situadas muy por encima de la cota en que se hallaba el manantial. Antiguamente ambos yacimientos eran muy frecuentados por numerosas personas de Zorita y su comarca, estableciendo en sus inmediaciones algunos campamentos formados por los carros agrícolas en que acudían éstas, tanto jóvenes como mayores, que pasaban unos días de acampada en los citados lugares, realizando allí sus comidas y pernoctando al raso o sobre los repetidos carros, mientras duraba el perido de baños, normalmente de nueve días o más. Estas acampàdas resultaban una fiesta para los jóvenes que acudían como acompañantes de sus progenitores afectados por alguna dolencia y para los niños que retozaban bajo las encinas del entorno en eus juegos infantiles. Hace años, facilitamos información sobre estas aguas a determinado Organismo oficial que efectuaba un catálogo de aguas minero-medicinales en la región, desconociendo la finalidad de dicho catálogo que suponíamos seria objeto de análisis científico o de una investigación encaminada a demostrar la calidad salutífera de dichas aguas y su utilización en alguna instalación balnearia futura. Posiblemente, dichos estudios, como otros muchos, habrán pasado a dormir el sueño de los justos como vulgarmente se dice. Estas y otras curiosidades del mismo tenor, las iremos desgranando en este foro sobre toodo para concimiento de aquellos foristas jóvenes que solo tienen vagas referencias de unas y otras.
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