Otros tiempos OTRO TIEMPOS No se si le ocurre a Ud: a mi que he vivido “luengos años”que suelo dividir mis vivencias en épocas, ligadas a diferentes acontecimientos: canciones que triunfaban en ese verano, o un ilusionado amor de verano que no llegaría a buen puerto. Y hasta los olores que ya se fijaron en tu azarosa existencia. Es la manera de percatarse del tiempo fugitivo, de la brevedad de la vida. Y no hablemos de costumbres que suelen mutar. Es lo que más llama la atención. Lo que perdió vigencia y terminó en el baúl de los recuerdos. Si empiezo diciendo que no poseíamos nada -la juventud- y a pesar de esas carencias nos sentíamos felices, en esa etapa adolescente, siempre pensando en un furo desconocido pero ilusionante a la vuelta de la esquina. Los adolescentes nos solíamos reunir -después de un día de siega- en el puente. Centro neurálgico de nuestro pequeño mundo: el pueblo. Nos parecía un milagro oír una radio cercana (estaba donde vive ahora Manuel Sánchez) y arrellanados por el desnivel de esa calle estrecha, en la cálida noche oíamos como un 'martinete', la voz de la locutora, con un tono de terciopelo meloso. “Aquí radio Andorra.” Por cinco pesetas de la época, te felicitaban un cumpleaños una comunión u otro acontecimiento cualquiera. Así que te preparabas a oír “Para fulano para zutano” un rosario de nombres. El premio final era oír “ Mi primera comunión” de Valderrama. En tanto nos distraíamos fastidiando al de más abajo que sin reparos descansaba en el suelo horizontalmente también. Éste ya con un cierto cabreo, te decía “tira con un cuerno” una manera de llamar cornudo al pesado de arriba. Consciente de esa réplica, alguno se había provisto de un cuerno de cabra y hacedía a su petición. Seguíamos los amoríos de lo más mayores, las canciones que algún gracioso les dedicaban “En la calle los pozos hay dos parejas de perdigocha..”.(novios) rimaba con los nombres que no voy a decir. O, la Rosa de tío “Clavin.” “ Tio Clavin le riñe y la Rosa contesta tengo un novio gafas que se va a la sierra”( serrano con gafas) Las chicas se rifaban a los que aparecían por el horizonte, años 40- 50- cualquier mozalbete que de manera temporal recalara por el pueblo era bienvenido y rifado. ¿Quien no guarda un recuerdo fraterno de nuestro querido puente? Paso obligado en invierno entre ambos lados. En el lado sur llegaba a aglomerarse el personal, dificultando el paso a las chicas que ya de noche lo cruzaban. Casi siempre con una lechera de aluminio, iban a por la leche no se sabe donde. Tio Vela era el que tomaba la iniciativa amagando con el vergajo a tanto mozo, inactivo y descansado en el paréntesis invernal. Tío García era más contemplativo en estos casos. Si nos situamos en esos años 40, el pueblo era auto suficiente (autarquía) con una población que aunque empezaba a decrecer no bajaría de los 1500 habitantes. ¿Que consumían? Nada o casi. La represión sexual era de libro en todo el Estado. El “Nacional Catolicismo” imperaba a su aire. ¿ Cómo se minimizaban la pulsiones de la libido entre la juventud con las hormonas desbocadas por el torrente sanguíneo ? Cada época ha buscado la manera de hacerlo según las circunstancias. Si hoy tienen la posibilidad de el coche y un descampado al anochecer, Provisto del correspondiente preservativo si viene al caso. Entonces el paseo dominical en pareja y a la luz del día, transcurría a lo largo de esas callejas radiales que circundan el centro urbano. Largas solitarias, más un domingo. “Nadie por la izquierda, ni por la derecha”. ¡Si las callejas hablaran...! Hay un dicho entre las gente del lugar, de cuando dos mujeres Discuten “ Fue tan fuerte el encono, que llegó a salir hasta lo de la 'callejina.” Algo ayudaba la tenue y errática luz de las calles. Eso si no tenía avería el motor de de la fábrica. Y el deficiente mantenimiento a cargo del 'Guiño'. Ya nuestros antepasados se aprovechaban de estas circunstancias.” No hay mal que por bien no venga.” y la vista, uno de nuestro cinco sentidos corporales no son imprescindibles, según en que casos. emirey |