La Coronada - Badajoz

La 'crisis del pepino' golpea fuerte a Extremadura al llegar justo cuando la región lidera la exportación de fruta.

Capitulo- 1

Los españoles se lanzan al rescate del pepino.

Los agricultores extremeños están más que enfadados.

Ladenominada 'crisis del pepino' ha supuesto pérdidas diarias que han llegado a superar el millón y medio de euros al sector hortofrutícola en la comunidad autónoma, según datos proporcionados a lo largo de esta semana por la organización agraria Apag-Asaja y la asociación de fruticultores Afruex.

El daño ya está hecho, a pesar de que Alemania reconociese el lunes que la culpa de la debacle no era de nuestros pepinos. A pesar, también, de que la Unión Europea levantase el jueves la alerta sanitaria y de que desde Extremadura ni siquiera se exporten pepinos.

Ahora toca recuperar la confianza entre los consumidores y eso costará tiempo, trabajo y dinero.

En la región el cultivo del pepino es prácticamente testimonial, apenas 11 hectáreas que contrastan con las 26.000 dedicadas al tomate, según los datos del últimos anuario agrícola, correspondientes a 2009. Lo poco de pepino que se produce se planta en invernaderos, como complemento a otros cultivos y se destina al consumo interno.

«Es difícil que salga algún kilo al extranjero», apunta Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex.

Sin embargo, el efecto dominó ha llevado a boicotear la importación española en general y ha dejado sin salida toneladas de fruta cultivada en esta región. Fruta de hueso, de la que se exporta entre el 80 y el 85 por ciento de la producción.

Melocotones, nectarinas y albaricoques, en el sur, frambuesas y cerezas en el norte, que tendrían que estar tranquilamente de camino hacia países europeos y que, o bien se han congelado, o bien se han metido en las plantas de transformación, donde su valor se rebaja de manera más que importante.

«Hoy nos van a entrar 250.000 y pico de kilos de fruta, pero al tener que transformarla su precio se rebajará de manera increíble. Se puede pasar de que cueste 60 céntimos a que se quede en 10», contaba a mitad de semana Domingo Fernández, gerente de Acopaex.

«La transformación no es la solución a esta crisis - añadía -; es solamente una reacción de emergencia, un intento por salvar la producción de la manera que sea, antes que tirarla».

Para eso funcionan estas plantas, para aprovechar la fruta de apariencia estropeada que no tiene salida por culpa de tormentas o de una mala cosecha, por ejemplo. No se pensó, sin embargo, que estarían funcionando antes de tiempo y a tope por la crisis del pepino.

Saludos.

Capitulo 2

Cinco millones de jornales
Las asociaciones calculan que son entre 3.000 y 4.000 los productores afectados en Extremadura por esta situación. Hay que sumarles al menos otras 3.000 personas que trabajan en el sector hortofrutícola de manera temporal, braceros para las campañas de recogida, una actividad que genera alrededor de cinco millones de jornales.

Todo les va peor desde el viernes de la semana pasada, el día en el que una dirigente alemana achacó de manera temeraria las primeras muertes entre sus conciudanos por la bacteria E.coli a la ingesta de pepinos importados de España.

La noticia expandió su metralla como una bomba de relojería y sembró un inmediato efecto de duda entre los consumidores europeos, que les ha llevado a no distinguir entre si lo que se llevan a la boca es un pepino, una lechuga, o cualquier otra fruta u hortaliza. Mejor no tomar nada salido de España para curarse así en salud, parece haber decidido la inmensa mayoría.

Una circunstancia apoyada además desde el propio comercio. El germano, por ejemplo, que colgó vistosos carteles en sus escaparates, garantizando seguridad al advertir que en sus estanterías no hay absolutamente nada que llegase desde nuestro país.

Ha habido otros mercados europeos, como el austríaco, francés y ruso, que se han ido sumando a este boicot y decidieron también cerrar sus fronteras a la producción hortofrutícola española.

En resumen, un auténtico caos del que costará tiempo resarcirse.

La producción extremeña de pepino está en torno a las 3.300 toneladas, que se producen fundamentalmente en invernaderos. Tampoco es mucho mayor la de berenjenas y melones, otros dos de los productos que han estado durante esta semana en la picota: 87 y 2.830 hectáreas, respectivamente, según los últimos datos disponibles.

Si se compara, por ejemplo, con la producción de tomate, se advierte claramente la diferencia en el volumen productivo, ya que de nuestras tomateras salen cada año cerca de dos millones de toneladas.

Saludos.

Capitulo-3

Efecto dominó
Independientemente de ese efecto dominó que ha llevado a no consumir productos españoles y que ha afectado a todas las comunidades autónomas, la 'crisis del pepino' ha hecho especialmente daño a Extremadura. Ha sido así porque ha llegado en el peor momento posible, ya que desde finales de mayo y durante prácticamente todo junio esta región lidera la exportación nacional de fruta, después de que Andalucía haya colocado ya su producción fresca en el mercado internacional y antes de que los catalanes, murcianos, griegos e italianos entren en escena e inicien su competencia.

Una oportunidad de oro única en todo el año, que transcurre en apenas cuatro semanas, durante las que la región ofrece precio sin competencia. También, la precocidad de su fruta de hueso, que destaca entre las demás por esa premura, por su sabor, color y dulzor.

«La de ahora no es la única producción a la que vamos a dar salida desde la comunidad, pero sí es el único plazo en el que no tenemos adversario», indica Ignacio Huertas, secretario regional de UPA-UCE Extremadura.

La preocupación por lo que está pasando es extremadamente alta en el sector.

«Estamos muy, muy preocupados», apunta Antonio Chavero, el presidente de Afruex, que defiende a capa y espada la calidad de la producción extremeña.

«Las principales plantas cumplen con la higiene y calidad de manera escrupulosa».

El caso es que lo que empezó por el pepino se ha ramificado como la mala hierba hacia el resto de las frutas, hortalizas y verduras, hasta el punto de que por mucho que los análisis biológicos hayan determinado que la culpa no la tiene el producto español va a costar sudores recuperar la confianza del consumidor.

«Nos sentimos verdaderamente damnificados», apunta Ignacio Huertas, que exige a Alemania «que restituya el prestigio que los productos españoles han adquirido después de muchos años de trabajo y esfuerzo».

Saludos.

Capitulo-4

Duele la actitud alemana
La situación ha hecho tanto daño que incluso el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha cuestionado la actuación del gobierno alemán. Sin ir más lejos, a principios de semana señalaba a través de Twitter que se trata de una de las situaciones que más daño ha hecho a un país, al tiempo que pedía que se abriese un período de reflexión sobre la pretendida unidad europea.

Duele, y mucho, la manera en que Alemania ha tratado este asunto. «Nos parece de una absoluta poca vergüenza», apunta Chavero, que recuerda que «también hace tan solo unos días que Angela Merkel nos llamaba vagos y ociosos a los españoles».

¿Es, simplemente, una mala gestión o se trata de una gestión interesada? Se lo preguntan algunos responsables del sector hortofrutícola extremeño, como el secretario regional de UPA-UCE. «Se ha hecho una acusación sin ninguna evidencia científica y saltándose, además, todos los protocolos de seguridad europeos».

Una situación que ha favorecido a mercados autóctonos, como el francés, desde el momento en que ha cerrado el paso a la mercancía española.
Una situación, también, que ha llevado a rebelarse a la huerta extremeña, que exige que se le restituya con la mayor rapidez posible todo el mal que se ha hecho.

«Ante una irresponsabilidad como la que se ha cometido es urgente que las administraciones intervengan para reconducir la situación», apunta Domingo Fernández desde Acopaex.

Es la misma demanda que hacen, a gritos, todos aquellos que se mueven dentro de este sector, desde los portavoces de las asociaciones agrarias y de las cooperativas hasta los peones que de repente se han visto de brazos cruzados en mitad de una crisis que ya les asfixiaba con creces.

Saludos.

Capitulo-5

Gran apoyo ciudadano
El boicot europeo a la importación española ha calado muy hondo, traspasando al propio gremio. Los consumidores se animan a buscar recetas en las que utilizar el pepino, más allá de los tradicionales gazpacho y ensalada, con el fin de animar la compra.

Hay organismos, como la Cámara de Comercio de Cáceres, que además de sumarse a la petición de ayudas urgentes para resarcir el mal, se ponen a disposición de los agricultores. Les piden que les hagan llegar sus quejas para hacer un listado de casos en los que se hayan frustrado operaciones comerciales dirigidas a Centroeuropa. «Así podremos realizar un estudio que apoye el emprendimiento de acciones legales, con el fin de que los productores extremeños puedan resarcirse por las pérdidas», indican.

Desde la Fepex, la federación nacional que agrupa a los productores del sector, se apunta incluso la necesidad de que se compense a precio de mercado la producción que se ha quedado en el banquillo, que se recoja y que se distribuya de manera gratuita entre entidades caritativas. Se trata de una posibilidad a la que también ha aludido la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, que el jueves se reunía con los consejeros de las comunidades autónomas para evaluar los daños y diseñar campañas de promoción que incentiven el consumo entre los propios españoles y permitan recuperar la confianza de los consumidores europeos.

Ideas surgidas en mitad de una crisis, con el ánimo de alentar la producción hortofrutícola, a la que se le ha hecho un tremendo daño.

Todo por un pepino que una política germana señaló erróneamente hace siete días como portador de la bacteria E.colis, que ya ha causado la muerte a cerca de una veintena de personas en Alemania. Una imprudencia que ha llevado incluso a pedir que se modifique el sistema de alertas sanitarias en Europa y que urge resolver.

Saludos.