Morcín - Asturias

El atentado de ayer en la sede de la revista satírica francesa Charlie Ebdo me recuerda el del despacho de Atocha, del que se van a cumplir próximamente los treinta y ocho años, con cinco muertos y cuatro heridos. Me recuerda este criminal atentado de ahora el de Madrid de hace tantos años, en el que murieron abogados laboralistas, como yo en aquel entonces, algunos de ellos muy amigos míos, de los que había sido hasta poco antes compañero de despacho.
La misma barbarie asesina, el mismo procedimiento, irrumpir en una reunión a tiros, el mismo fin, matar las ideas, sin que esos irracionales lleguen a entender que la persona puede morir, pero las ideas, cuando persiguen un buen fin, son eternas.
Firmado: Alberto Alonso Gutiérrez.