Morcín - Asturias

Descartada la existencia del infierno como justicia divina, sólo cabe confiar en la justicia humana para perseguir a "los malos".
Pues bien,teniendo en cuenta las deficiencias de la justicia de los jueces, no quedará otro remedio para castigar a los sinvergüenzas que acudir a otro tipo de justicia, también humana, que desgraciadamente tampoco funciona como debiera.
Consiste esta justicia en público desprecio del sinvergüenza, del golfo que se aprovecha del puesto al que lo auparon los votos para chupar cuanto puede, dietas y privilegios, discutiblemente legales y ciertamente inmorales, sin olvidar a los que van incluso más allá y sacan mordida de todo.
Estos sinvergüenzas deberían tener el rechazo social, aislándoles, por no decir incluso escupiéndoles por la calle, pero generalmente no sucede así porque hay muchos que serían tan sinvergüenzas o más si tuvieran ocasión para ello.
Vivimos en una sociedad que es así, y como no puede haber un policía para cada ciudadano vigilándole continuamente, la degradación moral va eliminando ese freno interno de moralidad, la conciencia, que es lo único que podría frenar eficazmente a los “aprovechados”, por lo que se dan los casos que cada día vemos en periódicos y revistas.
¿Hay solución para esto?, pues yo creo que sí la hay, pero habría que empezar borrando de raíz los malos ejemplos de esos “ilustres” que se aprovechan de su cargo, y también descartar a aquellas organizaciones que los cobijan y protegen, pero ... ¿cómo se les borra?, pues negándoles el voto, y con el público desprecio.
Se dijo muchas veces que tenemos lo que merecemos, pues ya es hora de cuidar nuestro prestigio y de demostrar que merecemos otra cosa, así que si queremos acabar con la corrupción, ni un sólo voto a aquellas candidaturas que incluyan a quienes están salpicados por acusaciones, no desmentidas, de haberse aprovechado de su cargo en beneficio propio.

Pues me parece muy bien , por mi ya podemos empezar por los que tenemos en Morcin,pero es muy difícil hacer compatibles la Política y la moral.........

La corrupción del responsable del Ayuntamiento de Morcin, lleva infinitos disfraces,cuando los que mandan pierden la vergüenza ,los que obedecen pierden el respeto .

La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres mas viles. Por eso, para trepar , se adocta la misma postura que para arrastrarse "

Swift

Cuando los que ya mandan y los que quieren mandar no tienen vergüenza, y los que ya mandan y los que quieren mandar son ambiciosos y unos aprovechados, se les niega el voto y asunto despachado. Este es el remedio, todo depende de nosotros para acabar con los sinvergüezas.