Larna - Asturias

Finales de los ochenta, para cuatro pardillos como yo conseguir veinte duros era una utopía, así que cuando entre varios juntábamos lo necesario para jugar una partida de billar en la cantina hacíamos lo imposible por alargarla horas, HORAS...
teníamos un sistema infalible que era poner la mano o el taco en los agujeros para evitar que la bola callese dentro. cuando alguien metía una bola le daba despacio para poder ponerla en la bandeja de salida y al acabar volver a colocarlas todas y jugar otra partida.
un día de verano, a eso de las cinco de la tarde, comenzó una partida que para varios de nosotros quedaría grabada para siempre en nuestra memoria. Alegrías pasó por allí con su traje de faena a ver que hacíamos y se fue a sus labores; una hora después volvió de nuevo, se quedó unos segundos mirándonos, había algo no le cuadraba... ¿Cómo era posible que gente sin recursos como nosotros estuviese todavía jugando al billar...?
en la cantina aquella tarde había más gente y sin dirigirse a nadie en particular y probablemente pensando en voz alta soltó esta máxima filosofal con ese tono de voz tan característico:

"Estos c-brones... ¿nun me tarán parando las abolas...?"

en aquel momento se acabó mi partida, ya no fui capaz de jugar más, recuerdo estar riéndome varios días al recordar la situación y todavía hoy cuando juego al billar (casi todos los lunes aunque últimamente he perdido la constumbre) me acuerdo de él, es como si josé estuviese con su mono lleno de farina mirándome con esa media sonrisa pícara y una idea que no podía demostrar pero que creía cierta, un "ojo que la policía no es tonta" en cada golpe.

La frase que yo voy a poner tiene menos historia, pero es que no le hace falta, se explica por sí misma, tiene la abrumadora simplicidad de las verdades absolutas. Por cierto, no daré nombres, digamos que es de un tal DdeC:

"Hay que j*der, no hay duda"

David de Marión

pues revisando frases célebres doy fe de erratas, en esta historia nadie guardó silencio, lo que quería decir era que evitábamos que la abola cayese...

Yo siempre recordaré una al volver de una fiesta que paramos a tomar unos bocatas y alguien muy enfadada porque se lo habian birlao dijo:"Tais afamaus de afeito"
Maribel