Boquerizu - Asturias

David fué a visitar a la UCI, a su vecino japonés, víctima de un grave accidente.

Lo encontró todo entubado.... tubo por aquí, tubo por allá, oxígeno, transfusión de sangre, otro tubo en la nariz, etc.

Se quedó allí de pie, en silencio, al lado de la cama del enfermo con todas aquellas mangueras conectadas al pequeño cuerpo.

De repente, en un momento dado, el japonés con los ojos casi fuera de sus órbitas, grita:

- ¡¡¡SAKARO AOTA NAKAMY ANYOBA, SUSHI MASHUTA, MASHUTA, MASHUTA !!!

Dicho eso, abrió mucho la boca, suspiró y murió.

Esas últimas palabras del amigo quedaron grabadas en su mente.

El día del funeral, al salir de la iglesia, el tipo se acerca a la madre y a la viuda. Abrazándolas les dice:

- Dñª Fumiko, Dñª Shakita, mi amigo Fuyiro, segundos antes de morir, estando los dos solos me gritó unas palabras que no consigo olvidar.
Les repite las palabras textualmente y les pregunta qué quieren decir.

La madre de Fuyiro se desmayó al instante y la viuda lo miró asustada.
El tipo sigue insistiendo:

- ¿Qué quieren decir esas palabras, Sra. Shakit? ¿Por qué me las gritóooo?

La viuda lo mira con mirada asesina y responde:

-Pues exactamente quieren decir...

¡¡¡ NO ME PISES LA MANGUERA DEL OXÍGENO H.P. H.P. H.P. !!!