La Algaba - Sevilla

De vergüenza. No se puede hacer peor. Tras los partidos que disputa el Sevilla, todo apunta a que sólo se puede ir para arriba, pero no. Siempre hay algo que se puede empeorar, y se demuestra en la siguiente jornada. Este Sevilla es una caricatura. Un trasto. Una miseria. Una ruina. Un juguete roto que se consume en las llamas de unos delirios de grandeza que algún día su presidente quiso generar a su afición y que tras un copioso empacho de soberbia decidió transmitir a los que le rodeaban. A estas alturas, como se ha comprobado, es todo mentira, y los resultados cantan. Una eliminación en la previa de Champion, un presupuesto desviado, un conjunto vulgar y ramplón, y un paso por liga digno de un equipo que ya no puede, aunque quieran desde la planta noble, ocultar que su objetivo para la presente temporada no es otra cosa que salvar la categoría. Se hablaba que los partidos contra Mallorca y Getafe eran vitales. Ahí los tienen. Cero puntos de seis.

Ayer no salieron once futbolistas al terreno de juego, sino un puñado de perdedores. No sólo ayer, y eso hay que decirlo. Siempre. Este club sufre un trance de juego y resultados que recuerda muy mucho al de otras temporadas que ha terminado con los hocicos en segunda división. No quiero inquietar al sufrido aficionado, pero esto ya es intolerable.

Hoy el aficionado sevillista ha sentido una mezcla entre impotencia, bochorno y enfado. Los motivos, muy fáciles de entender. Sencillos, pero no por ello solucionables en un Consejo que es totalmente incapaz de enmendar esta papeleta sin hacer el ridículo constantemente. Antes era culpa del entrenador, pero a nadie se le escapa que este conjunto es sinónimo de escándalo y degradación. Un varapalo el de ayer con el Getafe (1-3) que deja muy a las claras que esto no tiene arreglo, y que el aficionado no puede ni debe quedar impasible ante este atropello deportivo y social. Un desastre que recuerda muy mucho a desastre futbolístico. Igual puede ser que su verdadero nivel está en segunda división b. Todo se verá.

Esta semana, su entrenador salía a la palestra preparando un pequeño sainete durante el entrenamiento, imprimiendo carácter e intensidad en los mismos, y profiriendo gritos a sus jugadores. Intentaba salvar su pellejo, como siempre ocurre cuando no van bien las cosas y se busca el teatro barato para intentar justificar un salario totalmente inservible. Gritaba con entusiasmo intentando enderezar el rumbo del Sevilla, pero poco le ha servido. Se ignora qué sustancias tomó antes de vociferar con tanto ímpetu y desdén.

Paralelamente, durante la semana se comprobó cómo el chirigotero de Monchi y la secretaría técnica aumentaban sus emolumentos tras declarar que no había un duro para fichar en invierno. Otro palo más para una afición que soporta los abonos más caros de toda España. A nadie se le escapa que el centro del campo del Sevilla se asemeja mucho más a un equipo de preferente que a uno de primera división, pero lejos de reconocer sus errores, el payasete de las chirigotas dice públicamente que no se necesita a nadie, en otro gesto que llena de pesadumbre y aflicción a todo el grueso de la afición sevillista.

Se prometía un partido feliz, fanfarroneando de un terreno de juego con un gran drenaje, cuando lo cierto es que, si se tuviera que haber jugado tres o cuatro horas antes, estaría totalmente impracticable. Por ahí se podía haber salvado el Sevilla, porque si hubiera jugado a las cuatro de la tarde, ahora no estarían llorando por las esquinas todos los sufridos aficionados sevillistas que no saben a dónde acudir en busca de soluciones a corto plazo, que saquen a su equipo de la deriva en la que se encuentra actualmente. Sencillamente se hubiera suspendido el encuentro y no estaríamos hablando ahora de este nuevo capítulo del caos. Que nadie se engañe. Por si no tenía bastante el Sevilla, la calidad de su terreno de juego es de las peores de todo el panorama nacional, con un césped que históricamente ha dejado mucho que desear en muchísimas ocasiones. Pero al final todo quedó en agua de borrajas. Y al final del partido, un estallido de rabia de todos los aficionados nervionenses, que piden respuestas y quieren soluciones que, lamentablemente, no llegarán, pues el presupuesto se ha visto menguado tras la no clasificación para la Champion.

Así las cosas, sólo queda por ver si finalmente un equipo que se desmorona, es capaz de salvar la categoría. Ya veremos. Desde luego, el día para el aficionado sevillista no puede ser peor, por lo que costará conciliar el sueño tras una nueva derrota que deja al equipo de Nervión sumido en la más absoluta de las miserias.

Por todo ello, no me queda otra que desear lo mejor a esta pobre gente, que un día si y otro también, ve cómo todo lo que se la he prometido termina por no cumplirse. Es por eso que tras el partido, todos los aficionados han dirigido su mirada al presidente y le han preguntado: Hasta cuándo seremos partícipes de este engaño ¿? No le parece bastante castigo el que hemos venido sufriendo hasta la fecha, desde que comenzó la temporada ¿? A dónde fueron a parar sus promesas ¿? Por qué tenemos un equipo de tan escasas prestaciones ¿? Por qué no entra y se informa ¿?

Y es que esta plantilla cumple años, pero no promesas.

Llevas razon en todo lo que dices. Ayer un caos.
Y efectivamente estallido de rabia ante la presidencia que es lo que hay que hacer cuando se tiene.

¿Pero y tu equipo?........donde reclamais.......

Que desastre de partido el de ayer. A mi me dieron ganas de romper el abono. Hoy estoy un poco mas trinquilo, pero es obvio que el objetivo debe ser la permanencia, y si no se rascan el bolsillo estos cafres en invierno, no estaria yo muy seguro de conseguirlo. Hoy siento verguenza de ser sevillista. Lo digo asi de claro.

SACABO EL CICLO DE LOS TITULOS Y EMPEZO EL DE LAS GAMBAS

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Ya han pasado unos dias desde el partido del Getafe y aun me siento mal y maltratado por la directiva sevillista. Confieso que no estoy myt tranquilo porque nuestro equipo no invita al optimismo. Desde verano vengo pasandolo mal cuando echa a rodar el balon, pero ultimamente tengo panico cuando veo al Sevilla jugar, porque pienso que no s vamos a segunda. Esa es mi apreciacion. Espero que todos los sevillisatas la entendais, porque nos quedan autenticas finales para salvar la categoria. Un saludo.

QUE UN SEVILLISTA SIENTA VERGUENZA DE SER SEVILLISTA ES LO ULTIMO TIO........ENTONCES SI FUERAS BETICO ESTARIAS AL BORDE DEL SUICIDIO NO????????? LO QUE HAY QUE OIR.......AHORA ENTIENDO A LOS BIRIS CUANDO GRITAN ¡¡¡¡¡¡ SEVILLISTAS DE FINALES!!!!!!!!LA MEMORIA ES CORTITA.....