La Rambla - Cordoba

Parece claro que hay diferencias, más que notables, entre lo que se entiende por política de derechas y de izquierdas… al menos en teoría. Como saben, el origen de tal distinción ideológica se remonta a la ubicación de los asientos ocupados por los miembros de las asambleas que vivieron los agitados años de la revolución francesa. Los conservadores se sentaban a la derecha, mientras que quienes no lo eran lo hacían a la izquierda. Con el paso del tiempo, esas diferencias quedaron plasmadas en los principios ideológicos que sustentaron las posiciones de unos y otros, que recibieron denominaciones diferentes según los lugares. Así, en los Estados Unidos de Norteamérica se llaman republicanos (derechas) y demócratas (izquierdas), en el Reino Unido laboristas (izquierdas) y conservadores (derechas), en la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial son social-demócratas (izquierdas) y demócrata-cristianos (derechas)... en la España actual, los dos principales partidos de ámbito estatal representan uno a la izquierda, los socialistas del PSOE y otro a la derecha, el PP; añadamos que en este último hay cierta vergüenza, al menos en algún sector, para denominarse de derechas y se esfuerzan en situarse en el centro-derecha. Tal vez ese empeño sea la clave, al menos en lo que a pequeños detalles se refiere, para entender cierta confusión ideológica. Insisto en que sólo son pequeños detalles, pero me parecen ilustrativos.
Veamos algunos ejemplos.
En España vienen produciéndose desahucios, en cifras preocupantes al menos desde que nos azota la crisis. Comenzaron a ser muy numerosos incluso mucho antes de que Zapatero y el PSOE admitiesen que existía. Eso significaba familias que se quedaban sin vivienda, en la calle. Los desahucios se producían sin que el gobierno de entonces, de izquierdas, dijera esta boca es mía. Ha sido ahora, con un gobierno de derechas, cuando la sensibilidad social ha llegado a la calle y el gobierno ha aprobado un decreto, que se convertirá en ley, para evitar los desahucios en los casos más dolorosos. El detalle me parece interesante. Otro ejemplo, el actual gobierno, de derechas, busca, a toda prisa, darle un tratamiento fiscal, con mayor carga impositiva, a los sueldos blindados, entre ellos los de los altos cargos de la banca -en muchos casos verdaderamente escandalosos-, que disfrutaron sin mayores trabas con un gobierno de izquierdas, que debía de considerarlos lógicos al no ponerle límites y menos aún mayor carga impositiva. También bajo ese gobierno, el de izquierdas, fue cuando la autoridad monetaria, cuyo máximo responsable era Fernández Ordóñez (socialista) permitió, en su condición de gobernador del Banco de España, que las entidades financieras emitieran, sin mayores controles, participaciones preferentes. Las mismas que ahora han arruinado el ahorro de miles de españoles que, bien engañados, bien sin saber exactamente donde estaban colocando sus ahorros o bien tentados por la codicia, pusieron su dinero en un lugar inadecuado. Un último detalle, referido en este caso a la llamada privatización -gestión privada- de hospitales públicos que acomete la derecha; es el mismo modelo que impulsó hace años un gobierno de izquierdas, aquí, en Andalucía; Pueden dar fe de ello en el Alto Guadalquivir o en Almería.
Como digo, no dejan de ser detalles -desde luego ilustrativos- de la política que ejerce la teórica izquierda y la teórica derecha.