Hablar por hablar Me abandonaste y seguiste otro camino, mi juventud tal las flores y los verdes prados se me fue secando año tras año. A todos nos llegaran las noches de lluvia y oscuridad, nuestros pies chapotearan entre el barro invisible, húmedos, fríos, cansado del pasar del tiempo. ¡Que bella es la soledad, sentarse, pensar en ti y escribirte versos! ¡Es de valientes no renunciar a la pena tanto como negarse a ser consolado. Un día un nuevo rostro aparecerá ante mi y renaceré de nuevo, olvidaré mis tristezas y de nuevo de mi garganta seca manará un risa estridente de felicidad. Sigo hechizado de ti, aún siento tus caricias, ¡devuélveme aquella antigua vida! quiero comenzar de nuevo. Me gustaría seguir llenando mis brazos con tu cuerpo apagar tu sonrisa con mis besos. Perdona todo aquello, quiero volver a sentir en mi cama tus manos descubriendo los rincones de mi cuerpo. Pero si todo se evaporó como el humo. ¡Déjame al menos soñar! |