Alcollarín - Caceres

En 1971, Santos Carrasco Fabián, siendo alcalde de Alcollarín, idea y crea las Fiestas en Honor a los Emigrantes. Hasta entonces nuestro pueblo no gozaba de ninguna celebración estival, por lo que la juventud de la época y prácticamente todo el pueblo lo demandaban insistentemente, ya que era la única población de la comarca que carecía de fiestas veraniegas. Por ello se decidió, de acuerdo con el vecindario mediante una consulta popular a tal respecto, la creación de estas celebraciones y que al mismo tiempo fuesen un homenaje a los emigrantes en compensación al ingente sacrificio que supuso para ellos el haber tenido que abandonar su tierra y, en muchos casos, la obligada separación de sus mujeres e hijos.
De esta forma Alcollarín, aunque este dato no está contrastado del todo, se convirtió en el primer pueblo de España que creó unas fiestas en honor a los emigrantes; posteriormente fueron muchas las poblaciones, sobre todo en Extremadura y Andalucía, las que introdujeron entre sus celebraciones homenajes de este tipo.
Gracias a los festejos que en ellas concurrían, en los primeros años y sobre todo en 1972, las Fiestas alcanzaron una popularidad ciertamente sorprendente para un pueblo tan pequeño como el nuestro, siendo conocidas rápidamente no solo en la comarca, sino también en gran parte de Extremadura e incluso en varias zonas del país.
Aquel año, 1972, aparte de otras muchas atracciones, se consiguió traer para que actuara en el escenario habilitado en la plaza, al Ballet de María Rosa, acto que patrocinó y costeó, como otros muchos a lo largo de la historia de estas fiestas, Industrias CARSAN, cuyo propietario era Santos Carrasco. Ni que decir tiene que la plaza se quedó pequeña para dar cabida a todos los que querían ver uno de los espectáculos más populares de la época en nuestro país. Nunca más se ha llegado a ver vehículos aparcados a ambos lados de la carretera llegando casi hasta el Cerro de Las Minas.
En el completo y extenso Programa de Festejos de ese año, libreto que tampoco nunca más se volvió a repetir, se publicaba una atenta carta del literato José María Pemán, disculpándose por no tener más tiempo para escribir un artículo; unas hermosas palabras de Cayetano Polo Garrudo “Polito”, periodista y popular locutor de la recordada emisora La Voz de Extremadura, que actuó de presentador; varios artículos y poesías, entre las que cabe destacar las de Francisco Pacheco (nuestro Ventero), y Adelmo Carrasco Grande.
(En la sección de fotografías del Foro se pueden ver varias páginas de dicho Programa, dedicadas a la publicidad de la época, que fueron subidas por Entre Surcos y Barbechos).
En los primeros años se celebraban invariablemente los días 6, 7 y 8 de agosto. Posteriormente se trasladaron al primer fin de semana de agosto para facilitar la asistencia a quienes no disfrutaban de vacaciones, hecho que se sigue manteniendo en la actualidad.
Tradicionalmente las Fiestas daban comienzo, a las nueve de la mañana del primer día, con el recorrido por las calles del pueblo de los cabezudos, adquiridos y donados al pueblo también por Santos, repartiendo caramelos a los más pequeños y acompañados por la famosa “Orquesta del Aire”, compuesta por músicos generalmente del pueblo o emigrantes.
En 1985, gracias al párroco actual y por primera vez en la historia de las Fiestas, se pudo celebrar una misa en honor a los emigrantes; ya que el cura anterior, el mismo que años atrás ordenó derribar el reloj original de la torre y retiró varias imágenes de la iglesia durante varios años, reiteradamente se negaba a celebrarla.
Quizá el acto más característico, y para mi uno de los más vistosos y emocionantes, a pesar de los muchos quebraderos de cabeza que generaba su organización, era la Presentación y Coronación de la Reina de las Fiestas y sus Damas de Honor, que tenía lugar ese mismo día por la noche en el escenario de la plaza. Desde 1984 hasta que dejó de organizarse en 1986, se celebraba el mismo acto, pero también con la Reina y Damas Infantiles. Cabe destacar la vistosidad del acto sobre todo en los años de existencia del Grupo de Coros y Danzas de Alcollarín, que aparte de deleitarnos con su maravilloso hacer con los bailes regionales, lo engalanaban y engrandecían cos sus trajes típicos.
No dispongo de todo el listado completo de Reinas y Damas, por lo que sería injusto nombrar a unas sí y a otras no. Lo mismo que sería injusto no mencionar a todos los que, de una forma o de otra, hicieron de las Fiestas en Honor a los Emigrantes la más importantes de nuestra localidad.
La mañana del segundo día de fiestas estaba prácticamente ocupada con el recorrido por varias calles de diversas carrozas, hasta cuatro se sacaron en 1986, acompañadas por los cabezudos y la “Orquesta del Aire”. La primera y principal, la que siempre ocupará la memoria de muchos de nosotros, consistía en dos esbeltos cisnes que parecían arrastrar una concha donde iban la Reina y sus Damas; en una segunda, consistente en un trono en forma de castillo donde se ubicaban la Reina y Damas Infantiles; una tercera se dedicaba a un detalle extremeño, en la que solían ir varios niños ataviados con el traje típico regional; y por último, en 1986, se logró sacar una cuarta carroza dedicada al cuento infantil de Blancanieves con sus siete enanitos.
El colofón a las fiestas lo ponía un castillo de fuegos artificiales en la noche del tercer día, antes de la entrega de premios y trofeos por parte de las Reinas y Damas de Honor.
En los 37 años de existencia han sido muchos los avatares y adversidades que ha sufrido esta celebración, a finales de los 70, principio de los 80, hubo varios años en los que ni se celebraron; se sufrieron y superaron, no sin esfuerzo, varios años con intento de boicot por parte de alguna juventud entre 1983-1986; incluso un intento de cambio de nombre en 1988, queriendo pasar a llamarlas simplemente “fiestas de verano”.
Afortunadamente la actitud de la actual Corporación Municipal respecto a los anteriores veinte años, es la de potenciarlas al máximo como empezaron hacer el año pasado, rescatándolas de la desidia en la que se encontraban, volviendo a recuperar, poco a poco, el esplendor que se merecen y el espíritu con el que fueron creadas, que no es otro que brindar un merecido homenaje a nuestros emigrantes.

Saludos.

Gracias por la ayuda que me has prestado.
Como siempre me parece muy bonito lo que dices.
Un abrazo a ti y familia.

Estimado Sisonero. No tienes por qué darnos las gracias; en todo caso somos nosotros quienes teníamos que agradecer el interés, tesón y cariño que has mostrado por escribir un libro sobre la historia de nuestro pueblo. Tu ejemplo, digno sin duda de admiración, en muchos casos ha despertado nuestra memoria, haciéndonos recordar y, sobre todo conocer, pasajes de nuestra historia que permanecían casi olvidados o desconocidos.

Un abrazo junto a mi admiración y reconocimiento.