Terrer - Zaragoza

PROLOGO:-

Los cuentos que he escrito sobre el Terrer antiguo ( desde los siglos V antes de Jesucristo hasta el siglo XVI después de Jesucristo) están soportados con una base de documentación escrita y pueden ser más o menos creíbles por los lectores, como todo en esta vida; pero yo los tengo documentados.

A partir del siglo XVI, Terrer entra en declive y ya no he querido entrar ni a buscar, ni a saber, ni a estudiar nada sobre los tiempos posteriores. Y eso que, necesariamente, ha de haber más documentación para estudiarlo; pero, simplemente, no lo he intentado. Yo no soy historiador y, además, esa parte de la historia no me interesa especialmente, ¡Qué le vamos a hacer!

No obstante lo anterior, me propongo escribir algunas cosas sobre el Terrer del siglo XX; pero no va a ser la historia de Terrer. Ni estoy en Terrer para bucear en el Ayuntamiento, ni en la Parroquia, ni en Calatayud, donde se guarda documentación referente a Terrer, ni en Zaragoza, donde también podría encontrarse algo. Ni tengo la suficiente preparación para abordar tal trabajo.

Pero pretendo que no se me olvide Terrer. Ni a mí, ni a mis hijos, ni a los hijos de los que no viven en Terrer, ni a los que hace tiempo que piensan que se les ha olvidado, pero les gustaría recordar.

Yo siempre había pensado que cuanto mayor era una persona, más sabía. De hecho, recuerdo de mi época de pequeño que se decía: ¡Qué mayor eres!, ¡Cuánto sabes! Cuando tenías a alguien por persona ilustrada.

Pero en una conferencia a la que asistí, la ponente, que era una sicóloga muy reconocida, mantenía que el saber de las personas se limita a “todo aquello que recordamos, una vez que hemos olvidado todo cuanto hemos aprendido”. Según este criterio, sabríamos menos cuanto más mayores nos hacemos, porque cada vez recordamos menos.

Viene esto a colación de los relatos que me propongo escribir sobre temas de Terrer y en los que intervienen algunas personas de Terrer, entre las que me puedo contar yo y los de mi generación.

¿ Por qué se me ocurre escribir sobre temas, que todo el mundo al que van dirigidos conoce perfectamente, incluso, mucho mejor que yo?.

Por una razón bien sencilla. Antes, las tradiciones, los recuerdos, los hechos, etc. se transmitían oralmente, de unos a otros, me mayores a pequeños. Y seguro que así seguirá siendo en Terrer. Pero, ¿quién transmitirá lo que fue Terrer a quienes ya no viven allí, a los hijos de quienes vivieron y ya no han vuelto, a los que no tienen tiempo de sentarse a escuchar?

Yo intento ( a veces) transmitirle a mi hija pequeña estas cosas y siempre me dice que no tiene tiempo ( u otras cosas que me callo). En cambio, entró un día en el ordenador, vió Terrer, entró en Foro y me dijo que allí se podía saber lo que yo le quería decir. Y que es mucho más “guay” leerlo allí, porque hay muchas opiniones y no sólo la mía.

Me quedé de piedra. Y me dije a mí mismo: Hay que usar las nuevas tecnologías, si no, estamos perdidos.

De esta manera, cuando los que recordamos algo nos vayamos haciendo mayores y se nos olviden los recuerdos, siempre los encontraremos escritos en un soporte, alternativo a la memoria, que puede ser usado para que no se nos olvide Terrer.

Para todos ellos intentaré rememorar algunos hechos, figuras, cuadros y andanzas de alguna generación; aunque sólo llegaré hasta los 60, que es, más o menos, hasta donde me llega la memoria de Terrer. Y, a partir de esos años, me convierto en “escuchante” y estoy deseando de ser informado de cosas de Terrer, de lo que hay mucha información en el Foro ( recuerdo ahora las cosas tan entrañables que escriben Kary, Ascen y otras personas que intervienen a menudo) y que, quizá, se podría estructurar en algo más formal. Culebra, en los tiempos en que aparecía en el Foro, también escribió unos cuantos artículos muy buenos, según mi criterio, sobre temas de Terrer; pero ya no aparecen porque fueron borrados por su autor, al que respeto su decisión. A mí me gustaría que volvieran a aparecer: yo, al menos, los echo en falta.

Pero mejor, empecemos.