Un ciego entra en un bar. Un hombre ciego entra en un bar de lesbianas por equivocación. Se las apaña para llegar hasta la barra y pide una copa, y tras estar un rato sentado en el taburete le grita al camarero: - Eh, tu, ¿te gustaría oír un buen chiste de rubias? Inmediatamente se hace un silencio total en el bar y con una grave, profunda y áspera voz, la mujer que esta sentada junto a el le dice: - Antes de que cuente ese chiste, señor, y en atención a su minusvalía física que le impide ver, creo que lo justo es que le advierta de cinco cosillas: Que la camarera es rubia, que el portero del bar es una mujer rubia, que yo mido un metro ochenta, peso 80 kilos, soy cinturón negro de karate y tengo el pelo rubio, que la mujer que esta conmigo es policia y es rubia y que la dama que esta sentada al otro lado de usted es desguazadora y también es rubia. Y ahora que sabe eso, piénselo cuidadosamente: De verdad ¿todavía quiere contar ese chiste? El ciego piensa durante un par de segundos, menea la cabeza y contesta: - Naaa... Pues no lo cuento...Paso de tener que explicarlo cinco veces! |