Sigüés - Zaragoza

La monótona serenata
del solitario autillo,
nos acompasa el sueño,
en la noche cálida.
¿Quién en el pueblo,
tu canto escucha?
¿Qué alegrías avivas?
Te irás, y contigo,
despacio, sin prisas
se marcharán todos.
Mas pocos, casi ninguno,
se llevará tu canto;
él se quedará aquí,
enredado entre la hiedra,
de un corazón henchido
con aromas de lavanda,
sabina, enebro, y pino.
Cuando vuelvas,
cuando vuelvan,
del peregrinaje continuo
sin raíces, ni leyendas,
enlazado en las zarzas,
te estará aguardando.

Ha comenzado el otoño en Sigüés.
Los chopos inician con débiles ascuas, las llamaradas que elevarán al cielo; los rojos de los arces y los pardos de los arbustos, pretenden engañarnos de estación...El rosal canino o gabardera (tapaculos) exponen sus brilantes frutos al sol que declina poco a poco; algunos de los pajarillos de pasa, se atiborran de "las manzanetas de pastor" (frutos del espino blanco y majuelo); y la hiedra, como siempre, escondiendo con su manto y sus olorosas flores lo que le rodea y la nueva época...; asimismo los tentadores madroños rojos envueltos en sus racimos florales intentan confundirnos.
Una vez más la sabia y paciente Naturaleza nos habla de finales, pero también de mucha, mucha esperanza...

¡Ay, querido Losar! Cuántos recuerdos me vienen a la memoria cada vez que paso por tus alrededores.
Recuerdos de una niñez(ni mucho menos olvidada)cuando había pocos juguetes, o casi ninguno, y solo los muchos jugadores y en mayor medida
el gran ingenio que en aquellos años de escasez se agudizaba.
Las niñas pasábamos bastante tiempo recogiendo entre los escombros y basuras trozos de platos, pucheros, tazas,..., y en los cortes verticales de la pizarra del "Losar", los colocabamos como si fueran alacenas, armarios, estanterias, de las cocinas y salones de nuestras "casas".
En el suelo señalábamos con piedras, puestas en fila, cada habitación de la casa dejando huecos para hacer de puertas y poder entrar y salir a la casa o a las distintas habitaciones.
Había alguna que encontró una piedra grande con un agujero que hacía las veces de la taza de water.
Se nos pasaba las tardes interminables jugando a ser "señoras" de nuestra casa, invitando a las otras chicas a visitarnos o acudiendo a la que eramos invitadas.
Pero de vez en cuando, sin previo aviso, los chicos de nuestra edad,
quizá aburridos esa tarde en cuestión, decidían hacernos una "visita" que consistía en estropearnos las "casas". Nos tiraban piedras que acababan con las alacenas, apartaban las piedras de las "paredes"...
Entonces muy enfadadas les cantabamos esta canción:
En este pueblo de Sigües ya no se puede jugar
porque hay chicos muy malos que vienen a estorbar.
Con su cigarro puro vienen a presumir
más vale que les dieran un palo y a dormir.
Cuando van a sus casas les regañan sus papás,
les dan una paliza y a la cama sin cenar.
Al escucharla los chicos "ofendidísimos" nos "encorrían" hasta el pueblo y cada cual se recogía en su casa.
Y al día siguiente vuelta a empezar.

Ahora me explico lo del Camping....., si es que ya lo llevabais en la vena el andar "jodiendo" a los demás y tirandoles piedras a sus casas......., en fin.....

Querido río Esca, estos días bajas embravecido, orgulloso, soberbio, pleno de agua procedente de las primeras nieves caídas que se van deshaciendo poquito a poco, con un color indefinido azuladoverdoso, hasta casi blanquecino que delata tus orígenes. Hace no mucho tu cauce se llenó de doradas hojas, corazones amarilos arrancados por el viento a los árboles cercanos y posados sobre el fondo, haciendo de tí un río de oro. Las más traviesas se deslizaban en tu superficie y saltaban de piedra en piedra hasta...¡Quién sabe dónde! Pero aunque ahora nos estremeces con el rumor estruendoso de tus aguas, no te tememos porque todos recordamos aquellos días calurosos de verano, en que te llenas de gritos, risas, saltos, chapuzones...bulliciosa algarabía de pequeños y mayores que se sumergen en tus aguas y encuentran en tí refresco, descanso, diversión, ¡alegría!
Has sido y eres la ilusión de los niños y el recuerdo agradable de muchos sigüesanos.
¿Gracías Esca, por tenerte siempre...tan cerca!

¿Se dice Esca o Escá?

Se dice "Esca pe", "tubo de escape".

Las grullas han cruzado hoy nuestro cielo grisáceo en busca de los oasis cálidos donde invernarán. Viajeras de lujo, okupas de lugares privilegiados...Mas sus gritos no eran tan bulliciosos como en la primavera; tal vez el frío les ha pillado de sorpresa y tenían las gargantas doloridas después de la fiesta de despedida...