San Mateo de Gállego - Zaragoza

Si por algo se caracteriza ésta España (con perdón), aparte del toro de osborne, la rimbombante letra de su himno nacional y la evidente incompetencia de una gran parte de sus gobernantes, es sin lugar a dudas por la ingente y variopinta cantidad de tontos que circulan por sus calles, paseos y avenidas.

Dejando aparte a tontos del culo, tontos del haba o tontos del ciruelo, que por su ambigüedad, merecen una exposición aparte, intentaré centrarme en las "habilidades" propias de los tontos más tontos. Los de siempre. Aquellos que paradógicamente se creen más listos que los demás, y al resto nos consideran TONTOS, con mayúsculas. Son aquellos que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. De esas grandes y gordas. De las de antes.

Dentro de éste apartado, se encuentran los que a sabiendas intentan cambiarnos la historia, en beneficio propio, y para ello no les duelen prendas entre otras cosas a la hora de inventarse nuevos reinos, del todo inexistentes como el ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿catalo-aragonés???????????¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!, y también dentro de ésta hornada, están aquellos que apoyados en su peculiar pleonasmo y tomando la parte por el todo, tratan de deslegitimar a toda la Iglesia Católica, argumentando que alguno de sus fieles o representantes ha cometido tal o cual hecho, y omitiendo a sabiendas todo el bien que dicha Iglesia, y sus fieles han aportado a los más necesitados del planeta a través de los siglos.

Intentan que el error, las faltas y los pecados de unos cuantos, manchen a toda una Comunidad de Creyentes. Que impliquen a toda una Iglesia.

Pretenden que nos lo creamos. Y lo intentan. Y siguen. Como el conejito de duracell. Hace falta ser tontos.

Saludos. Sin acritud.

Coincido.

Y yo.

Quiero decir que básicamente hay "dos tontos muy tontos", y todos los demás...tontos.

Ya veis. El conejito de duracell, además de entrar al trapo..."y sigue...". "y sigue...", "y sigue..."

Estoy contigo rompecorazones, muy bien expuesto. Lo más grave es que en cierto modo se vive de la mentira. Se da por supuesto que lo que se dice y se mantiene como cierto no es precisamente lo verdadero, sino lo conveniente, lo admitido, lo correcto,...La pretensión de encaminar todos los hechos a la verdad resulta perjudicial. ¿y que conseguimos? yo pienso que el dominio de los fuertes sobre los débiles, de los integrados sobre los marginales y todo esto acaba por anestesiar nuestro coraje para defendernos. Menos mal que en San Mateo veo personas que se han lanzado a romper con todo esto, esto nos ilusiona a mucha gente y nos da esperanza. Me gusta esta oposicion valiente y trabajadora y no sobre todo no son tontos.