San Mateo de Gállego - Zaragoza

Si hay una cosa, en ésta cochina vida, que no trago, son las injusticias. Sean éstas del color que sean e indistintamente de la direccion que provengan.

Dentro de ellas - de las injusticias-, hay unas en particular que me producen arcadas. Que no trago, aunque no queden otros huevos, que aprender a convivir con ellas. Me refiero a ese tipo de injusticias, que amén de ser injustas, crean falsas expectativas o falsas ilusiones a terceras personas.

Un ejemplo de ellas, es el pavo que le promete amor eterno, y matrimonio a alguna incauta joven sólo con el fin de trincársela en el pajar más cercano y luego, si te he visto no me acuerdo....

(Abro paréntesis, para borrar la sonrisita de los progres y no tan progres, diciéndoles que sí, que "rompe", también sabe que hoy en día no hay que pedir la mano de casi ninguna joven para gozar de sus encantos.)

Otro ejemplo, y quizás el más vomitivo, es ese que ya se ha empleado en nuestro queridíííííísimo pueblo, y que consiste en hacer creer a un grupo de gente, que pueden prepararse para un puesto determinado, que estudien, que pongan ilusión y empeño, cuando ese puesto de trabajo, está ya adjudicado a dedo y de antemeno a otra persona -ya no pongo en tela de juicio su validez profesional-, pero aún así lo considero una desfachatez, una burla y en el peor de los casos uno de los mayores pecados que podemos hacer con nuestro semejantes: jugar con sus sentimientos, y pisotearlos.

Saludos, pero hoy, permitidme que sean con acritud.

Hola, Rompecorazones.

¿Te refieres al Ayuntamiento, al OASS, a las residencias de ancianos y discapacitados...?

Podemos hacer extensivo el comentario no solo a los que se preparan y topan con el enchufismo de otros que no están preparados, sino que también a quienes son enchufados para pagarles favores?

Lo digo por aprovechar el espacio, vaya.

¡Saludos!